ESCUCHARDurante la primera semana de mayo, Islas Cayman se viste de trajes, brillos, carrozas y comparsas para celebrar el Carnaval Batabanó, un evento que desborda algarabía y colores a lo largo de sus principales circuitos turísticos.
Aunque el calor se intensifica a medida que pasa el mediodía, la gente permanece sentada en las veredas de George Town (Ver: Caribe de lujo). Ni siquiera para buscar agua, abandona su lugar.
Shirley, una filipina que llegó a la isla hace dos años para desempeñarse como niñera, se entusiasma porque será la primera vez que podrá ver el Carnaval Batabanó.
“El año pasado no pude asistir porque estaba cuidando los niños, pero dicen que es maravilloso. Todo el pueblo está pendiente de este acontecimiento”, cuenta la joven que forma parte de los más de cuarenta mil extranjeros que arribaron al país caribeño en busca de un buen salario y un lugar tranquilo para trabajar.
Shirley no alcanza a terminar la frase cuando a la distancia comienzan a advertirse los bombos y trompetas. Junto al creciente ritmo, dos morochos aceitados para lucir los pliegues de sus abdominales, aparecen por la esquina elevados sobre zancos. Les sigue un grupo de mulatas vestidas de plumas, brillos y lentejuelas. Luego llegan las carrozas, escoltadas por las comparsas que bailan al ritmo de la música y la algarabía. En el desfile se mezclan turistas, lugareños y alguno del público que decidió sumarse a la fiesta. Todo está permitido, siempre en un marco de respeto y alegría.
La procesión contempla más de una decena de carrozas que representan a los diferentes distritos del país y compiten por exhibir los mejores trajes y las coreografías más divertidas. La marcha inicia en la Seven Miles Beach para culminar con una fiesta en el centro de George Town, donde hay puestos de comida y un gran escenario donde circulan distintos DJ hasta la medianoche.
En los alrededores de la calle principal los pubs y boliches se suman a la iniciativa con bandas en vivo y pantallas alusivas, completando una noche única que condimenta las imponentes vistas del mar.
Luces y brillos
El Carnaval Batabanó se celebra cada año durante la primera semana de mayo. Desde su creación, en 1983, el acontecimiento aporta un sabor distinto impulsado por la mezcla de las más de cien nacionalidades que conviven armónicamente en estas islas. Los trajes coloridos que visten los participantes reflejan los paisajes vibrantes que luce el patrimonio cultural del Caribe.
La ruta del carnaval se extiende a lo largo de unos tres kilómetros en el camino de las “Siete Millas” y es la manera en que la comunicad le rinde su homenaje a las tortugas marinas que abundan en la zona. La palabra Batabanó se refiere a las huellas que dejan estos animales en la arena cuando se desplazan hacia la playa para anidar.
La actividad cultural se convierte en un verdadero caleidoscopio de música, danza y boato con raíces que reflejan la historia de la región con sus influencias africanas y religiosas.
El carnaval ha crecido a pasos agigantados desde su creación, incluyendo la adición de un carnaval especial para los jóvenes: el Cayman Carnaval Junior Batabanó, una fiesta familiar para los más pequeños que se celebra en Camaná Bay, uno de los complejos comerciales más importantes del estado. Allí, los niños bailan y saltan en un desfile festivo de color, música y creatividad.
