viernes 15, noviembre 2024
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Comercio y Justicia 85 años

Caribe de lujo

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Ubicadas a sólo una hora de vuelo desde Miami, las Islas Cayman (Cayman Islands) lucen las playas más bellas del mundo en un entorno sofisticado, seguro y cercano, condimentado por infraestructura de alta gama, un ambiente cosmopolita y el clima tropical perfecto que reina durante todo el año.

Por Carolina Brenner – Enviada especial a islas cayman
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En apenas sesenta minutos, el avión despega del Aeropuerto Internacional de Miami, sobrevuela una porción de Cuba, atraviesa una brecha de mar pintado de sublime turquesa, y aterriza en la terminal aérea Owen Roberts de Gran Cayman, la isla que -con 120 kilómetros cuadrados de superficie- se destaca como la más grande y poblada del archipiélago que lleva su apellido.

Oscar, un caimanés de tez morena y sonrisa amplia aguarda a los pasajeros en la sala de desembarque custodiado por un par de retratos de los reyes británicos. El chofer es una de las cincuenta y cinco mil personas que habitan este territorio de ultramar que depende del Reino Unido desde 1962, conformado en su mayoría por una población mixta europea -africana, y más de cien nacionalidades.

Como en Inglaterra, al abordar la trafic, lo hace por el lado derecho y en cuanto emprende la marcha, parece que conduce a contramano. Al principio cuesta acostumbrarse, pero con las horas se convierte en un detalle gracioso para atesorar.

Más allá del modo inglés de manejar, sorprende el parque automotor de la carretera, conformado en su mayoría por vehículos fastuosos. En ambos carriles desfilan con prestancia Porsche, Ferraris, Mercedes Benz y Rolls Royce. Por momentos, algunos rugidos singulares dan señales del andar de las motos Harley Davidson, que se unen a la ruta junto con una gran cantidad de vehículos de alquiler: una buena opción para movilizarse dentro del itsmo además del aceitado sistema de buses que conectan los principales puntos turísticos (por dos dólares el tramo).

La trafic emprende la dirección que conduce hacia el oeste, la zona más turística coronada por soberbios hoteles, algunos apart y resorts de gusto exquisito y una infinidad de condominios de categoría superior que delatan la elevada calidad de vida que impera en el lugar.

El motivo por el cual la mayor parte de la infraestructura local se concentra allí, se llama “Seven Miles Beach”, una extensión de arena fina y blanca como el azúcar, acariciada a lo largo de nueve kilómetros por aguas turquesas, cálidas y transparentes.

Considerada una de las cinco más bellas del mundo, la playa se enfrenta con una barrera de coral que le aporta un color extraordinario al agua y aloja una intensa vida submarina. Desde la arena basta con calzarse las patas de ranas y los visores para encontrarse a los pocos metros de nado con cuantiosos cardúmenes de peces, estrellas de mar y jardines de coral.

La playa “Siete millas” refleja en cada ángulo, el paisaje soñado, donde a diferencia de otros sitios, predomina la paz y el silencio, ya que no está bien visto el bullicio ni la música con volumen alto. Su clima tropical, con 29 grados promedio, regala jornadas extensas para disfrutar del sol desde la madrugada hasta el atardecer con temperaturas muy agradables.

En los distintos balnearios se ven turistas de todas partes del mundo que interactúan, sobreexcursion todo los fines de semana, con una población cosmopolita que se destaca por su serenidad y elegancia. Este valor agregado se suma a la insigne seguridad de la que se jactan sus habitantes. Es frecuente y sorprende ver sobre la arena: calzados, anteojos y hasta billeteras sin dueños, que hablan de la ausencia de robos y una actitud por demás relajada.

“En Cayman se vive a un ritmo tranquilo, se puede caminar a cualquier hora y por cualquier lugar sin ningún peligro. Es de destacar que hay cero tolerancia para el consumo de drogas”, explica Oscar, en un inglés claro y pausado, el idioma oficial de la isla donde también se habla mucho español debido a la gran cantidad de pobladores oriundos de Cuba y República Dominicana, entre otros países de Centroamérica.

Tal como lo grafica el interlocutor del viaje, cuando desciende el sol y el manto celeste del mar se tiñe de dorado, una procesión de parejas enfundadas en trajes de noche se pasean distendidos por la costa dispuestos a disfrutar de la amplia variedad de opciones gastronómicas salpicadas a lo largo de la West Bay Road. Algunos restaurantes encienden fogones sobre la arena y otros optan por iluminar la noche con algunas antorchas. La música es tan tenue que se confunde con el ir y venir de las olas.

Entre los platos preferidos de la región que conforman el menú de los más de 150 restaurantes, bares y pubs presentes en el circuito, se destacan propuestas gourmet a base de mariscos, tortuga, pollo yerk o al curry, ceviche, y diferentes preparaciones de pescado. Todos ellos ofrecen una vasta oferta de vinos y licores, y por supuesto, los tradicionales tragos elaborados con ron, una de los ingredientes esenciales de su cultura, también presente en las casas de souvenir bajo el formato de la famosa torta “Tortuga”, una exquisitez que tiene como ingrediente principal a la bebida alcohólica.

El horario es un tema aparte en Cayman, la mayoría de los espacios públicos cierra a las 22, salvo algunas discotecas que abren hasta medianoche, por lo que la consigna es aprovechar las veladas desde temprano.

Otra considerable porción de espacios gastronómicos se encuentran en George Town, la capital de la isla ubicada a cinco kilómetros de “Seven Miles Beach”. Su rambla, dibujada con centros comerciales de techos a dos aguas y tonos pasteles, invita a sumergirse en el mundo del lujo. Son apenas una decena de cuadras que lucen negocios de relojes, joyería, cristales, perfumes, lencería, obras de arte e indumentaria de marcas internacionales como Cartier, Tag Heuer, Victoria Secret, Swarovsky y Swatch, entre otras.

El circuito de compras se completa con sitios emblemáticos como la feria de artesanías, el Museo Nacional, la Librería Pública, la Oficina Postal, diversas iglesias, una gran cantidad de bancos y el puerto a donde arriban asiduamente numerosos cruceros.

Todos los comercios abren de 9 a 17 horas y ofrecen precios libres de impuestos con descuentos que superan el treinta por ciento en relación con Estados Unidos e Inglaterra.
Vale destacar que la fama de paraíso fiscal que ostenta el destino, surgió a fines del siglo XIX cuando un grupo de marinos británicos que naufragó cerca de la costa de Gran Cayman fueron salvados por los lugareños. A modo de agradecimiento, el entonces rey del Imperio Británico, Jorge III, ordenó que no se reclutaran soldados de las islas y los liberó del pago de impuestos, disposición que perdura hasta la fecha.

BUCEO CON MANTARAYAImperdibles
Oscar es también quien se ocupa del traslado de los turistas desde el hotel al Yacht Club para abordar el catamarán que navega hasta “Stingray City” o ciudad de las rayas. El viaje permite apreciar las mansiones que se erigen frente al canal, para que luego de aproximadamente una media hora de travesía, se interne en el mar surcando aguas de extrema transparencia, hasta unirse con otros barcos anclados en medio de la inmensidad.

En el centro se ven decenas de personas con snorkel jugando con mantarrayas del tamaño de un brazo. El agua les llega a la cintura, lo que les permite nadar, alimentar y acariciar a los animales acuáticos. El guía explica que son criaturas amigables pero que hay que tener cuidado, no tocarle los ojos ni la parte inferior, y sobretodo no acercarse a la cola. La explicación asusta y ni hablar cuando la gente se arroja al agua y es abordado por una decena de rayas. La adrenalina desciende apenas se comprueba lo inofensivo de estas criaturas.

La historia cuenta que este enclave fue creado inadvertidamente cerca del 1900 cuando los pescadores regresaban del puerto y vaciaban los restos de peces en el banco de arena. Desde esa época, las mantarrayas acuden allí en busca de alimento y comparten con los visitantes juegos y hasta masajes.

Otro paseo para disfrutar de la vida silvestre en Gran Cayman es la visita a “Turtle Farm”, un imponente parque marino que desde 1968 se dedica a difundir los beneficios de un programa de conservación activo de las tortugas marinas.

El predio tiene más de ochenta hectáreas y exhibe desde pequeñas crías a ejemplares de más de 600 kilos, algunas están en pequeños estanques donde permiten incluso nadar con ellas. En el paseo, los promotores explican que cuando Cristóbal Colón descubrió las islas, en 1503, las nombró “Las Tortugas”, porque había tantas de esta especie que la superficie parecía cubierta con piedras.

Otra de las visitas imperdibles es el Jardín Botánico “Reina Elizabeth II”, donde se puede conocer a las famosas iguanas azules (ejemplares exclusivos de este territorio), visitar el naufragio del “Ten Sail” y saborear la pesca del día en sus restaurantes.

Un trío perfecto
Además de Gran Cayman, el archipiélago ubicado en la zona occidental del Mar Caribe, al sur de Cuba y al oeste de Jamaica, está integrado por otras dos islas: Cayman Brac y Pequeña Cayman, que en total suman una superficie cercana a los 300 kilómetros cuadrados.

Cayman Brac es el preferido de aquellos que aman el mar y el buceo debido a su amplia variedad de aventuras como la “Cueva de Peter”, dotada por majestuoso acantilados e impresionantes estalagmitas y formaciones de estalactitas.

La Pequeña Cayman es un oasis verde en un mar turquesa con sólo setenta residentes permanentes. Alberga una gran variedad de especies autóctonas sobre y bajo el agua, y se destaca por contar con el Parque Marino “Bloody Bay Wall”, uno de los sitos más populares del mundo en lo que respecta a buceo. Lleno de vibrantes colores, es famoso por sus dramáticos desniveles y pasos submarinos, en un marco natural que protege a todas las criaturas de los pescadores y cazadores, donde se lucen enormes langostas, tortugas, meros y hermosas esponjas rojas y naranjas, entre la fauna local.

Las tres islas conforman un conjunto paradisíaco ideal para complementar con un viaje a Miami y sumergirse en un mundo de naturaleza virgen, placidez y belleza.

Agenda de viaje

Cómo llegar
Cayman Airways opera el vuelo desde Miami al Aeropuerto Owen Roberts de Gran Cayman con una duración de aproximadamente una hora por tramo.
Pasaje ida y vuelta desde Miami a a Gran Cayman desde 317 dólares finales.

Dónde dormir
Hotel Sunshine Suites Resort
Un encantador establecimiento ubicado a metros de Seven Miles Beach.
Precio de habitación doble desde US$150 con desayuno incluido.

Temporada baja
Desde mayo y hasta diciembre de 2014, Islas Cayman ofrece tarifas de baja temporada con precios que disminuyen hasta 35% respecto de la alta temporada. Por ejemplo, se puede conseguir hoteles 3 estrellas desde US$70; 4 estrellas desde US$75 y 5 estrellas desde US$101 (en todos los casos, más impuestos de 23% por persona en base doble).

Qué hacer
Excursión a Stingray City
Desde US$50 por persona. Incluye traslado en catamarán y snorkel con las mantarrayas. Duración de la excursión aproximadamente tres horas.
Más info: Receptivo CDMS (Cayman Destination Management Services)
Snorkel en naufragios y en el arrecife de Gran Cayman durante dos horas por US$45 por persona.
Paseo en barco en una travesía de una hora por US$35 por pasajero.

Más información
Islas Cayman:
En la web y en Facebook. 

Agente Representante en Argentina del Departamento de Turismo Islas Cayman: Focus Latam.

(Ver también: Comparsas, carrozas, trajes y bailes en una fiesta frente al mar)

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