Continúa la tendencia iniciada en la salida de la pandemia, caracterizada por la priorización de la realización. Hoy se combina con la búsqueda de un cambio de empleador impulsada por factores económicos derivados de la creciente inflación y pérdida de poder adquisitivo del salario
¿Cómo está el nivel de confianza en el mercado laboral argentino? Según un estudio que difundió ayer Randstad, 57% de los encuestados prevé cambiar de trabajo en los próximos seis meses. Al preguntarle a los encuestados si creen que podrían encontrar un trabajo similar al que tienen en un empleador diferente, siete de cada 10 respondió lo consideran “probable” o “muy probable”, mientras que el resto afirmó que lo ve “poco o nada probable”.
Estos resultados que informó la consultora de recursos humanos muestran una continuidad de la tendencia iniciada en la salida de la pandemia, caracterizada por una mayor inclinación al cambio por parte de los trabajadores y la priorización de la realización personal como parte del desarrollo profesional.
Esta tendencia, que incide en los índices de rotación en las organizaciones, se combina hoy con la búsqueda de un cambio de empleador impulsada por factores económicos derivados de la creciente inflación y pérdida de poder adquisitivo del salario.
Sobre las razones más importantes que llevan a los argentinos a pensar en un cambio laboral: un contundente 51% está en busca de una mejora en términos de salario y beneficios.
Entre otros motivos también mencionadas por los participantes de la muestra para buscar un nuevo empleo, se destacan: oportunidades de desarrollo profesional (20%); mejor ambiente de trabajo (8%); mayor flexibilidad (6%); opciones de trabajo remoto (5%); tener un trabajo con propósito (5%); trabajar en una empresa innovadora (3%); y otras razones (2%).
Para Andrea Ávila, CEO de Randstad para Argentina, Chile y Uruguay, “los niveles de inflación no muestran señales de descenso en el corto y mediano plazo, llevando a los trabajadores a poner especial atención a sus posibilidades de mejora salarial, tanto dentro de su actual trabajo como a través de un eventual cambio de empleador. Aún con condiciones macroeconómicas adversas, los indicadores de demanda laboral no están viendo afectados, motivo por el que las personas que se inclinan por un cambio laboral se sienten confiados en poder conseguir un nuevo empleo rápidamente, aunque, por diversas razones, no todos los que indican querer hacer el cambio terminan concretándolo”.
Relación con jefes
El informe de Randstad también da cuenta del grado de satisfacción de los trabajadores respecto a su empleador y a su jefe directo.
En esta línea, la mitad de los encuestados afirma estar satisfecho con su empleo actual.
Por su parte, 33% mantiene una posición neutral, mientras que 15% de los participantes asegura estar insatisfecho con su empleador y un 2% afirma estar muy insatisfecho.
Al analizar el vínculo y relación con el jefe directo, la mitad aseguró estar contento con su jefe último o actual. Por su parte, un 36% refiere no estar contento ni descontento, mientras que un 9% afirma estar descontento con su jefe y un 5% muy descontento.
“La intención de cambio laboral por parte de los trabajadores suele ir de la mano respecto del nivel de confianza en el mercado laboral y la satisfacción con su empleo actual. En este sentido, los resultados de la encuesta muestran que aún con niveles altos de satisfacción general con el empleo actual, la coyuntura económica y la búsqueda de mejores condiciones presionan sobre la movilidad laboral, alentada por un mercado laboral demandante”, concluyó Ávila.
La captura de los datos que constituyen la materia prima de este informe, cuyo objetivo ha sido caracterizar las actitudes y preferencias de los argentinos en relación a diferentes temas vinculados al mundo del empleo, fue realizada a través de un cuestionario online entre el 1 al 25 de agosto pasado, a 759 personas con y sin empleo.
Micromanagement en foco
Otro de los temas del momento bajo análisis en materia de prácticas en recursos humanos es la microgestión, conocida como micromanagement. Se trata de un enfoque de gestión de las personas que involucra una supervisión extremadamente detallada de las tareas asignadas a los colaboradores por parte de líderes o superiores jerárquicos.
Este enfoque puede tener efectos negativos en la productividad y el bienestar de los colaboradores, así como en el desarrollo general de la empresa. Uno de los principales problemas del micromanagement es que puede erosionar la confianza de las personas y restringir su autonomía, lo que a su vez repercute negativamente en su rendimiento.
“Algunas veces no está respaldado por la organización en sí, sino que más bien es una característica personal del líder”, detalla Alfredo Terlizzi, CEO y founder de Workia.
Dentro del ámbito de la gestión del capital humano, el uso de tecnología contribuye a abordar el desafío del micromanagement.
Por ejemplo, la utilización de datos y métricas relevantes para el análisis del equipo y el progreso de los proyectos. Esto empodera a los líderes a tomar decisiones informadas sin recurrir al control excesivo.
Otra herramienta es el control horario sin intrusión, con un software de gestión que incluya un módulo de control horario los colaboradores pueden registrar sus horas de trabajo de manera ágil y cómoda. “Esta característica es particularmente útil en situaciones de trabajo remoto, evitando la necesidad de un control excesivo característico del micromanagement”, concluyó Terlizzi.