Muchas veces, el lugar dónde están radicadas ciertas industrias que caracterizan sus regiones viven la problemática de no encontrar candidatos que califiquen para sus puestos de trabajo, lo que ocasiona el problema complejo de no poder resolver la demanda.
La fundación Consultores de Empresas y la firma Inelro llevaron adelante el programa Me capacito para quedarme, en el que una veintena personas, de 200 inscriptos, logró recibir capacitación en los ítemes soldadura, conocimientos básicos en refrigeración y manejo de herramientas manuales. La mitad de ellas ya tiene trabajo en su misma comunidad.
Así lo confirmó Jeremías González Ferioli, director de Consultores de Empresas.
La convocatoria fue abierta a ciudades próximas a la industria (25 km a la redonda), para mujeres y hombres de entre 18 a 40 años con secundario completo que no hayan trabajado en la empresa anteriormente y que pudieran iniciar inmediatamente esta capacitación. Ésta no tenía costo alguno para los asistentes; sólo debían cumplir con los requisitos y pasar una instancia de validación y entrevista personal para obtener la posibilidad de realizar la formación.
Para ser un caso del interior de una provincia (Salto Grande en Santa Fe), los datos le resultaron sorpresivos a la consultora de recursos humanos con sede central en Córdoba y procesos de selección en todo el país. Fueron 234 los inscriptos, de los cuales 82 cumplieron los requisitos y 44 fueron seleccionados. Luego de contactados, 26 asistieron a una entrevista personal, a partir de la cual 19 comenzaron la capacitación.
“Hemos completado con éxito este programa, cuyo objetivo fue brindar formación a mujeres y hombres que deseen aprender soldadura, conocimientos básicos en refrigeración y manejo de herramientas manuales como oficio y salida laboral, siendo estos perfiles los de mayor demanda en la región donde viven. Es un orgullo y una satisfacción hacerlo en conjunto con un cliente como Inelro, que seguro será un modelo a seguir por tantas otras empresas que viven la misma problemática de la falta de mano de obra calificada y el desarraigo de los pobladores próximos a sus plantas de producción”, concluyó González Ferioli.