Lo realizaron en forma conjunta Amnistía Internacional Argentina, el Centro de Estudios de Estado y Sociedad (Cedes), la Fundación para Estudio e Investigación de la Mujer (FEIM) y el Equipo Latinoamericano de Justicia y Género.
Un video ofrece detalles del derecho de la mujer a hacerse un aborto por violación, práctica que “es legal en Argentina para todas las mujeres, adolescentes y niñas”, resaltaron las organizaciones sociales que presentaron ayer el material con motivo del Día Mundial de Acción por la Salud de las Mujeres, que se celebra hoy.
El corto fue realizado por Amnistía Internacional Argentina, el Centro de Estudios de Estado y Sociedad (Cedes), la Fundación para Estudio e Investigación de la Mujer (FEIM) y el Equipo Latinoamericano de Justicia y Género (Ela).
“Las directrices de la Organización Mundial de la Salud (OMS) establecen que toda mujer o niña que quede embarazada a consecuencia de violación debe tener acceso a un conjunto de servicios de apoyo, que incluya la información sobre servicios de aborto seguro y legal y la opción de acceder a ellos”, recordó Mariela Belski, directora de Amnistía Argentina.
La vigencia del aborto legal por violación fue reafirmada por la Corte Suprema de Justicia de la Nación en marzo de 2012, “pero la situación de falta de acceso al derecho no ha cambiado sustancialmente”, aseguró Natalia Gherardi, directora Ejecutiva de Ela, quien subrayó la importancia “de tener un protocolo de actuación que se cumpla en todo el país”.
En ese sentido, Mabel Bianco, presidenta de FEIM, resaltó que “es fundamental el trabajo intersectorial, con protocolos unificados, porque se apuesta a que los abortos se hagan, pero en silencio”, y destacó que “la falta de mecanismos claros para exigir derechos revictimiza a las mujeres”.
En tanto, Silvina Ramos y Mariana Romero, del Cedes, recordaron que la OMS “aconseja el aborto con medicamentos y desaconseja el legrado, por lo que es necesario que se apruebe el misoprostol para uso obstétrico”. En la guía técnica de la OMS, publicada en 2012, se adopta para esa práctica “la combinación de los medicamentos mifepristona y misoprostol.
Las mujeres se han apropiado de este método, pero seguimos en la clandestinidad, los compramos a través de redes informales”, aseveró Ramos.