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La misma diferencia se repite para la demanda de mandos medios. La distribución recién se torna más equitativa para puestos operativos. Radiografía de un mercado sin igualdad de oportunidades.
Por Carolina Klepp / [email protected]
La preferencia de los empleadores de la ciudad por el género masculino para cubrir puestos directivos es clara, como también los es la segregación de competencias y estudios universitarios por género. La cosa no acaba allí. También hay una mayor inequidad para las mujeres en el acceso al empleo según la edad.
Las conclusiones pertenecen al estudio “Empleo y género: análisis de las preferencias de los empleadores como determinantes del acceso al empleo. El caso de la ciudad de Córdoba”, de Pablo Peralta y Juan Pablo Carranza. Los economistas y directores de Investigación del Observatorio del Mercado Laboral de la UES 21 detectaron que 80% de las búsquedas de directivos, gerentes y mandos medios está dirigido a hombres.
“Fue una sorpresa la brecha en cuanto a hombres y mujeres, sobre todo en la magnitud de las diferencias para los puestos gerenciales y mandos medios”, destacó Peralta tras el análisis de 10.798 avisos publicados en 2011 en La Voz del Interior y los sitios web de Cadena 3, Bumeran, Computrabajo y Zonajobs.
Según se detalla, las categorías relacionadas con la toma de decisiones están dominadas por la demanda de candidatos masculinos. Para puestos directivos y gerenciales, en 77,78% de las solicitudes se demandan varones de manera excluyente, y un porcentaje similar se observa en la demanda por mandos medios, en la que sólo 21,80% hace referencia a mujeres. Sólo en los puestos operativos se aprecia una distribución más equitativa de la demanda según el género requerido por los empleadores.
“De lo anterior puede notarse la escasa posibilidad que tienen las mujeres de acceder a puestos ligados a la toma de decisiones, en donde los empleadores, en su mayoría, asignan previamente estas tareas a hombres”, sostienen los economistas.
“Obviamente, hay una segregación ocupacional según sexo desde el empleador. Desde la rama de la psicología se debería complementar este estudio indagando por qué el empleador tiene ese comportamiento de discriminación”, reflexiona Peralta.
Competencias
Un capítulo especial mereció el análisis de la competencias requeridas para cada trabajo. El concepto de “competencia” implica la consideración de los factores diferenciadores de éxito de una persona en su probabilidad de desempeñarse con eficiencia en un puesto de trabajo. Los resultados muestran que los empleadores buscan en los hombres casi de manera excluyente las competencias comúnmente asociadas a cargos de responsabilidad y toma de decisiones”.
Las únicas competencias en las que las mujeres son más demandadas son: Buena presencia (56% mujeres, 44% hombres), Empatía (72% mujeres, 28% hombres), Extroversión (56% mujeres, 44% hombres). El resto de la demanda, según competencias requeridas por los empleadores, está dominada por varones. Las diferencias más notables son: Manejo de equipos (7% mujeres, 93% hombres), Liderazgo (8% mujeres, 92% hombres), Capacidad de negociación (10% mujeres, 90% hombres), Capacidad analítica (14% mujeres, 86% hombres), Planificación (15% mujeres, 85% hombres), Capacidad de toma de decisiones (20% mujeres, 80% hombres).
Por profesión
Ingenieras, abstenerse
La carrera más requerida es Ciencias Económicas, con 21,35% de la demanda total, de los cuales 26,67% requiere de manera expresa mujeres, mientras que 29,69% busca a trabajadores masculinos. El 43,62% restante detalla explícitamente que el género del trabajador no es un requisito excluyente para postularse a ese empleo.
Sin embargo, si se considera a las ingenierías en su conjunto, éstas acumulan 38,93% del total de la demanda laboral. De ese porcentaje, 23,75% requiere trabajadores de género masculino de manera excluyente, mientras que sólo 1,68% hace referencia a mujeres. “Esta diferencia es preocupante por su impacto en las posibilidades de acceso de las mujeres al mercado laboral, dado el enorme peso de este tipo de carreras sobre la demanda laboral por personas con estudios universitarios”, concluyen Peralta y Carranza.
Existe una relativa equidad en la demanda por género, con un algún predominio por parte del género masculino, en carreras como Marketing, Recursos Humanos, Hotelería y Turismo, Arquitectura, Logística, Comercialización, Medicina y Veterinaria. En tanto que la demanda de mujeres sólo supera a la demanda de hombres en cinco carreras: Enfermería, Derecho, Farmacia, Comunicación y Publicidad. Las únicas en donde la preferencia es indistinta son: Relaciones Públicas, Ingeniería en Sistemas, Ingeniería Química, Bioquímica y Odontología.
Mujeres con “menor vida útil”
“A medida que las mujeres avanzan en edad, tienen menos probabilidades que los varones de acceder a trabajo. La vida útil de la mujer en el mercado laboral es menor que la del hombre”, subrayó el investigador Peralta.
Los trabajos que demandan personas menores de 33 años comprenden 25% del total de la demanda laboral de las mujeres mientras que sólo 19% de la demanda de hombres.
En el otro extremo, las mujeres mayores de 43 años sólo podrán aplicar a 6,2% de la demanda laboral, mientras que los hombres mayores de esa edad aún disponen de 11,3% de ese total.
“La conducta discriminadora de antemano por parte del empleador, impacta a la hora de empleo. Conocer esta estructura sirve para direccionar políticas (públicas y privadas) que equiparen el desempeño de la mujer y permita igualdad de oportunidad”, concluyó.
