La camarista penal lidera la Oficina de Género de la Asociación de Magistrados de Córdoba desde donde lanzaron una campaña para visualizar las violencias naturalizadas. Cuenta con la mirada de una taxista, una futbolista, una periodista, una sindicalista, una transexual y una investigadora
Responsabilizar a las mujeres del cuidado doméstico, el silencio como castigo, aislamiento, engaños o mentiras, comunicación ofensiva, control del dinero, humillación en público, son algunas de los tantos tipos de microviolencias instaladas.
La Oficina de Género de la Asociación de Magistrados y Funcionarios Judiciales de la Provincia de Córdoba lanzó una campaña para visualizar las violencias más cotidianas y naturalizadas, a partir de la mirada de mujeres de distintos ámbitos de la comunidad.
Fue parte de los 16 días de activismo que propone ONU Mujeres, comenzando el pasado 25 de noviembre con el Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la mujer y concluyó ayer con el Día de los Derechos Humanos. Se puede ver aquí https://www.instagram.com/magistracordoba/
Mónica Traballini, directora de la Oficina de Género de la entidad y vocal de la Cámara en lo Criminal y Correccional de 2ª Nominación de la ciudad de Córdoba, dialogó con Comercio y Justicia sobre el impacto de las microviolencias.
– La violencia contra las mujeres se expresa de muchas maneras, ¿qué busca la nueva campaña?
– La campaña intenta visibilizar que la violencia contra las mujeres es un fenómeno mucho más amplio, que va mucho más allá del golpe y de los femicidios que tal vez es lo que la comunidad en general asocia naturalmente a la violencia de género. Busca visibilizar que hay otros tipos de violencia, que tal vez son más sutiles, que son más cotidianas, y por eso están naturalizadas, toleradas y aceptadas socialmente, y que tienen efectos tal vez más sostenidos en el tiempo y que llegan a todas las mujeres.
La campaña lo que hace es visualizar la situación de distintas mujeres, de ámbitos diferentes de nuestra sociedad. Contamos con la intervención de mujeres jóvenes, adultos mayores, una que investiga en el ámbito de la academia, una taxista, una transexual que trabaja en el Poder Judicial, una futbolista, una periodista, una sindicalista. Se busca percibir esas microviolencias que están tan presentes en la vida cotidiana y que al fin y al cabo siguen nutriendo las asimetrías y las desigualdades y que constituyen casos de violencia psicológica, simbólica, económica, y que están muy presentes en el día a día, en la cotidianidad de todas las mujeres todavía.
– ¿Qué iniciativa hay al respecto, hacia adentro del Poder Judicial?
– La Oficina de Género que se creó este año dentro de la Asociación de Magistrados y tiene dos áreas de trabajo. Una que es el área de capacitación, de formación, que no solamente es para el interior, para quienes integramos el Poder Judicial, sino también queremos comenzar a tender lazos y abrir la discusión hacia el resto de la comunidad, trabajar con otras instituciones profesionales, con otros sectores también.
Y luego, desde un ámbito más institucional, tratamos de mirar hacia adentro del Poder Judicial, ver cuál es la situación de las mujeres y de la diversidad también, en qué estado de situación estamos en lo que tiene que ver con distribución de cargos por género en la ubicación de las mujeres en los puestos de decisión del Poder Judicial, que en ese sentido Córdoba está mejor posicionada que otras provincias y el país todavía tiene cuentas pendientes. Queremos comenzar a trabajar en esa senda también, desde un punto de vista más institucional y mirando la situación de las mujeres dentro del Poder Judicial.