Alarma por los bajos niveles de consumo de alimentos que contienen DHA, un ácido graso fundamental para desarrollar neuronas y retina.
La alimentación actual de embarazadas y lactantes amenaza el desarrollo intelectual infantil. Tal aseveración surgió en el Segundo Encuentro Latinoamericano “Temas selectos de nutrición infantil”, que tuvo lugar viernes y sábado en Mendoza con médicos de todo el país.
La alarma surge de los bajos niveles de consumo de alimentos que contienen DHA, un ácido graso fundamental para el desarrollo de las neuronas. El aporte dietético que ingiere actualmente la población infantil no cubre las recomendaciones de diversos organismos internacionales para una adecuada neuronutrición.
El bajísimo consumo de pescado, importante fuente de DHA, durante el embarazo, la lactancia y los primeros cinco años de vida atenta contra el desarrollo de las neuronas y la retina, lo cual impacta en la capacidad visual e intelectual del bebé y futuro adulto.
El pediatra Eduardo Álvarez, director médico Regional para América Latina de Mead Johnson Nutrition, visitante distinguido de la Facultad de Ciencias Médicas (UNC), explicó que el proceso de conformación neuronal es muy complejo y “necesita de la adecuada nutrición de la embarazada, porque es en esta etapa cuando se dan los procesos más intensos del neurodesarrollo”.
Agregó que “el DHA tiene que ver con todos los procesos críticos del neurodesarrollo. El 60 por ciento del peso seco del cerebro humano es grasa y allí se encuentran los ácidos grasos que colaboran con fenómenos como el aprendizaje y la memoria. En los primeros cinco años de vida el cerebro humano crece 85 por ciento, por ello es tan importante la nutrición adecuada en esta etapa de vida”.
Pero la adecuada nutrición para el óptimo neurodesarrollo implica mucho más que lo que el bebé y el niño ingieren. Se remonta a la forma en que se alimenta la mujer antes y durante su embarazo.
Lamentablemente, “los neonatólogos y pediatras no hemos puesto el énfasis necesario en que se comprenda la importancia de la nutrición de la embarazada”, aseguró el galeno.
“La calidad de la mielina del sistema nervioso dependerá de la nutrición que tenga la madre durante la gestación. Conforme el cerebro se va mielinizando, se va sinaptizando, va desarrollando en tiempo y forma diversas características del neurodesarrollo. Por ejemplo, la motricidad gruesa y la motricidad fina”, completó el especialista. Por este motivo, la madre debe tener un mayor consumo de DHA mediante la nutrición o mediante suplementos.
Respecto de la forma en que el cerebro obtiene el DHA, el médico explicó que las vías directas están relacionadas con la nutrición en el embarazo, la lactancia materna, la fórmulas infantiles y la alimentación poslactancia.
Los alimentos que más DHA otorgan al organismo son los que contienen aceites omega 3, pero lamentablemente en la dieta actual de los niños y las mujeres embarazadas son mayores las cantidades de aceites omega 6 y las grasas trans. En general, es poca la información disponible sobre la ingestión de DHA en los países latinoamericanos. Sin embargo, se sabe que los países donde más pescados, especialmente de agua fría, se consumen, la cantidad es mayor. Respecto del consumo de aceites, el de canola y el de oliva son los que más DHA poseen, “pero lamentablemente son los que menos se consumen”.