A horas de finalizar la conferencia anual, el borrador de declaración, propuesto por la presidencia del encuentro, estipula la “reducción del consumo y producción de combustibles fósiles” como una opción para combatir el cambio climático, pero varios países y organizaciones ecologistas consideran el compromiso insuficiente
Representantes de casi 200 países, reunidos en la COP28 de Dubai, debatían a contrarreloj -hoy concluye- una declaración final de esta conferencia anual sobre cambio climático que pide reducir pero no eliminar el uso de combustibles fósiles responsables del calentamiento global.
El borrador de declaración, propuesto por la presidencia de la COP28, estipula la “reducción del consumo y producción de combustibles fósiles” como una opción para combatir el cambio climático, pero varios países y organizaciones ecologistas consideran el compromiso insuficiente o directamente ineficaz para evitar consecuencias catastróficas para la vida sobre la Tierra.
Luego de 10 días de discusiones, el texto se queda corto respecto a la demanda de “eliminar” progresivamente (“phase out” en inglés) el uso de las energías fósiles, cuyo utilización se disparó a partir de la Revolución Industrial del siglo XIX y que aumenta la concentración atmosférica de gases que impiden al planeta liberar calor que recibe del sol.
El borrador de 21 páginas debe ser sometido aún a una plenaria de los negociadores de los casi 200 países participantes, prevista para hoy, y, como las decisiones en estas conferencias climáticas anuales de la ONU se toman por consenso, el temor cundía en Dubai sobre diferencias tan insalvables que hagan fracasar el encuentro.
Países petroleros como Arabia Saudita e Irak han defendido el uso de los combustibles fósiles, mientras que otros como Estados Unidos y España se mostraron opuestos al borrador de declaración final de la COP28.
Estudios científicos de la ONU, organizaciones no gubernamentales y diversas organizaciones han alertado que el mundo se encamina a incumplir puntos centrales del Acuerdo de París de 2015, alcanzado en la COP21, que fija como objetivo que la temperatura global aumente solo entre 1,5 ºC y 2º C este siglo respecto de la era preindustrial, cuando comenzó a dispararse el uso de energías fósiles.
Las naciones que firmaron el Acuerdo de París de 2015 “reconocen la necesidad de profundas, rápidas y sostenibles reducciones de emisiones” de gases de efecto invernadero y piden en consecuencia “acciones que podrían incluir” toda una batería de medidas, dice el texto del borrador de declaración final de la COP28.
Entre esas medidas, se menciona una “reducción del consumo y producción” de combustibles fósiles.
También se propone como opción “eliminar” (“Phase out”) los subsidios “ineficientes” a los combustibles fósiles, y ello “lo antes posible”.
El texto renueva el llamado en favor de las energías renovables, incluye a la energía nuclear como opción “limpia” y también las polémicas tecnologías de retención y captura de CO2, aún en desarrollo.
“Aún nos queda mucho por delante”, reconoció el presidente de la COP28, el emiratí Sultan Al Jaber, ante ministros y otros representantes de las naciones asistentes.
Insuficiente
Un vocero de la delegación de Estados Unidos, que es el principal emisor mundial de gases del efecto invernadero, dijo en Dubai a periodistas que el texto debía ser “reforzado sustancialmente”. “Apreciamos el esfuerzo de muchos para sacar este texto, que busca ser un balance de una gran variedad de intereses”, explicó el portavoz del Departamento de Estado estadounidense.
La ministra de Transición Ecológica española, Teresa Ribera, dijo que el borrador de declaración final era “claramente insuficiente”.
El texto es “una regresión” criticó la principal alianza de organizaciones ecologistas, la Climate Action Network. “Nuestras voces no fueron escuchadas” explicaron los pequeños Estados insulares, los más amenazados por la subida de las aguas.
“Estamos en una carrera contra el tiempo” para encontrar un consenso, había destacado el secretario general de la ONU, António Guterres, presente en Dubai para alentar a los diplomáticos, tras más de diez días de largas reuniones. Guterres había abogado por la mención específica de eliminación de las energías fósiles. Pero “esto no significa que todos los países deban abandonar las energías fósiles al mismo tiempo”, reconocía el jefe de la ONU.
La COP de Dubai es la primera que hace un balance de la acción climática desde el Acuerdo de París de 2015. La intención en Dubai era marcar nuevas metas más ambiciosas, acelerar la transición energética y las medidas de adaptación. El texto pide que los países presenten nuevo planes de reducción de emisiones de gases de aquí a finales de 2024.
Los climatólogos insisten en que las emisiones de gases de efecto invernadero no están disminuyendo, y por lo tanto, hay que tomar medidas drásticas, lo antes posible.
La ministra de Medio Ambiente brasileña, Marina Silva, pidió en su turno de agradecimientos la “reducción de la dependencia de los combustibles fósiles”.