Mundo automotor: la rueda sigue girando en un camino sinuoso

Por Cristian Sprljan Colaborador especial

Testimonios de un sector que busca acomodar su estructura al contexto actual, luego de una pronunciada baja de ventas .

En la mayor parte de los países del mundo, el automóvil es un símbolo del progreso y el status. Es motivo de orgullo, de carta de presentación, de decir “aquí estoy”.

Siempre recordamos el primer auto que compramos y tenemos un “aspiracional” que deseamos manejar. En sus versiones utilitarias, es el que acompaña el trabajo y la inversión.

Pero nuestra Argentina no es un país cualquiera. En la tierra del quíntuple campeón mundial de automovilismo, Juan Manuel Fangio, el automóvil es eso y mucho más.

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Es refugio patrimonial, ante una moneda devaluada; es oportunidad de inversión, si se ahorró en dólares; y es tener el dinero y no poder comprar repuestos por falta de stock.

Continuando con otro capítulo de “Pilotos de Tormenta”, nos adentraremos en el mundo automotor, en el que nuestros entrevistados utilizaron la muñeca para esquivar pozos y baches pandémicos, y siguen adaptándose en busca de una ruta segura.

La utopía del millón de autos

En los años previos a la pandemia, la industria automotriz vislumbraba llegar en su conjunto a un número soñado. El millón de vehículos vendidos.

Esa meta se veía más cerca cuando en 2017 se llegó a los 900.000 y en 2018 a las 800.000 unidades vendidas .

Las concesionarias armaron estructuras acordes a este flujo de trabajo, con el objetivo de dar respuesta al cliente. Pero 2019 fue una antesala de lo que vendría.

“En términos generales como sector, previo a la pandemia veníamos con unos años con buenas ventas, hasta que en el 2018 se inició un cambio de tendencia que empieza a achicar el mercado automotriz en general. Pasamos de un mercado de 800.000 patentamientos por año a la actualidad de aproximadamente la mitad ” , nos comenta Darío José Ramonda, vicepresidente de Centro Motor .

Al comienzo de 2020 se llegaba exhausto, luego de un 2019 negativo. “Así cerramos 2019, un año muy difícil – continúa Ramonda- principalmente porque el sector estaba sobre estructurado para el mercado e iniciamos el 2020 con la expectativa que esto se revirtiera, que el mercado volviera a expandirse, que hubiera una dinámica de la economía en general, más positiva, que volviera a expandirse el Producto Bruto Interno y que volviera a haber un crecimiento en el poder adquisitivo”.

Diego Parra, director de Posventa, de Familia Parra , reflexiona con base en esa perspectiva y la realidad a la cual tuvieron que enfrentarse. “ Veníamos acomodando el personal y las estructuras apuntando a ese récord del millón. Nos agarró en un momento en el que las ventas se redujeron 50%. Esto nos obligó a adaptarnos, y a buscar alternativas con la estructura que habíamos armado”.

Repuestos y neumáticos: compañeros de ruta

El mundo automotor está también compuesto por repuestos y neumáticos, que obviamente son fundamentales a la hora de circular.

José Giordano, vicepresidente de la Cámara de Empresarios Repuesteros y Afines de Córdoba (Cerac) , aporta su visión desde su sector a comienzo del 2020. “En la pre pandemia inician los problemas, como algunos faltantes de repuestos y subas de precios. Ya comenzaban los problemas de importación”.

Colega a la hora de aportar producto y servicio al automóvil, Leandro Ingelmo, con más de 30 años de experiencia en el rubro y como presidente de la Cámara de Neumáticos de Córdoba , aporta una mirada distinta por características propias. “En el año 2019, la venta en general de neumáticos y servicios venía muy bien, con records de venta de unidades 0k y eso repercute en la reposición de neumáticos” . Esto se debe a que las subas o bajas en las ventas de autos repercuten, aproximadamente 3 años después en el sector neumáticos. “Nosotros hoy estamos vendiendo los vehículos modelos 2018/19 y le estamos vendiendo a esos años récord”.

La llegada del covid

Dario Ramonda

La llegada del covid-19 superó cualquier pesadilla pensada a escala global. Pensando que el 2020 podría repuntar de la mano de unos de los emblemas de la marca Toyota , como lo es la camioneta Hilux, Ramonda rememora esos primeros meses. “Desde enero, se hablaba del covid. Ya estaba marcando la agenda en China y luego pasó a marcar la agenda en Europa. Y por la forma en la que está integrado el mercado automotor, ya lo veíamos con preocupación en esa primera etapa. En febrero pensábamos cómo va a afectar esto en la logística global, las autopartes que vienen de Asia, los componentes que vienen a la Argentina para poder producir si podrán venir a un ritmo normal para abastecer a toda la cadena. Ésos eran los problemas que nos empezaban a alertar que iba a ser un año distinto ”.

Finalmente las alarmas que sonaban a lo lejos, ya eran una realidad en nuestro país. “Y en marzo llegó aquí. Es muy difícil separar lo social, lo empresario y lo personal-familiar”, resume Ramonda.

Parra lo recuerda como un momento ligado fundamentalmente a la familia. “ Nos sorprendió completamente, y tuvimos el momento de incertidumbre completa y no saber qué iba a pasar mañana. A nivel de familia (en la empresa trabajan los cuatro hermanos y su padre Jorge Parra) decimos cuidad al personal y a los clientes”.

En el caso de repuestos y neumáticos, el cierre de los negocios por la pandemia fue inmediato. En ese momento, Cerac, en el ámbito local y la Federación Argentina de Cámara de Comerciantes en Repuesto del Automotor (Faccera) , en el nacional, comenzamos a pedir la apertura de los negocios. “Considerábamos que debíamos ser esenciales. Ambulancias, policías, bomberos y personal de salud seguían usando sus vehículos y sin mantenimiento ”, amplia José Giordano.

En la misma sintonía, Ingelmo explica: “ Nuestra actividad no es esencial, pero abastecemos a quienes sí lo son. Nuestra actividad estuvo paralizada durante tres semanas, pero fuimos una de las primeras actividades comerciales que abrieron con todos los protocolos” . Al ser de las primeras actividades que pudieron abrir en un cierre duro y crudo, el paisaje era desolador. “Las calles estaban desiertas. Era de película. La ciudad estaba vacía”, recuerda Ingelmo.

Los planes de acción.

José Giordano

Concetamente, las concesionarias tuvieron cerradas las puertas de sus locales durante 70 días. Los primeros 15 días de marzo el cierre fue total. Era momento de tomar decisiones.

El plan de Familia Parra tenía como punto número 1 la cobertura financiera. Esto incluía cuidar a los colaboradores informándoles que tenían los puestos de trabajo asegurados y que iban a aguantar el tiempo que hiciera falta. A los clientes, darles la seguridad que se iban a entregar los autos.

Por su parte Centro Motor, hacia fines de marzo comunicó a todo el personal, por medios digitales, que tenía garantizado el pago de sus sueldos al 100% y que la prioridad de la empresa iba a ser cuidar el empleo. “Les queríamos dar esa tranquilidad para que no estén angustiados pensando si iba a haber suspensiones. Es un mensaje de contención” , reafirma Ramonda.

En abril, los movimientos en el tipo de cambio del dólar, generó el comienzo de consultas. Fue así que se implementaron los procesos comerciales virando a lo digital para poder interactuar, primero entre los equipos de venta, y luego para responder a clientes, pasar presupuestos y cerrar negocios.

Los repuesteros fueron autorizados para abrir sus puertas el 13 de abril. Con disminución de personal, horario restringido, sin atención al público y servicio puerta a puerta. Solo para vehículos con permisos de circulación.

“No fue fácil adecuarse e incluso se trabajaba a pérdida. El 29 de junio se abrieron otros rubros y tuvimos una mayor demanda”, recapitula Giordano .

La vuelta a la actividad

Finalizando abril, la actividad de posventa, orientada a dar repuestos y servicios a las actividades esenciales, permitió volver a abrir en un esquema muy acotado y con mucho protocolo.

Así las concesionarias pudieron dar servicio a los médicos, fuerzas de seguridad, distribución y logística de alimentos. Fue la primera área que recuperó la presencialidad en este sector.

Diego Parra, enumera las acciones que se tomaron. “ El punto cero del plan fue el protocolo de sanidad, barbijo, paneles de acrílicos, etc. Nos apoyamos mucho en el protocolo de las marcas Fiat Chrysler y Citroën . Ellos hicieron sus propios protocolos y nosotros nos apoyamos en esos y lo adaptamos a nuestra realidad. Esto le dio tranquilidad a nuestros colaboradores para volver a trabajar”.

Parra continúa relatando aquellos momentos. “Realizamos una nueva estrategia comercial, adaptada al momento, con teletrabajo, comunicación virtual y redes sociales. Fuimos de los primeros que empezamos a vender planes de ahorro de Fiat y Citroën totalmente virtual, sin contacto físico, que antes no se daba. Obviamente los volúmenes de ventas fueron bajos, comparados a la prepandemia, pero estas ventas ayudaban no solo en lo económico, sino también en lo emocional. A los vendedores que viven de la venta, empezar a vender, transformó el negativismo en positivismo ”.

Aquí la lógica del resguardo de valor, también empezó a jugar. Ramonda reafirma este pensamiento. “No notamos grandes movimientos por falta de pagos de planes. El plan de ahorro se mantuvo y creció. La restricción de la compra de dólares influyó, como así también la falta de disponibilidad de otros tipos de bienes. Esto hizo que el que ahorraba en un auto lo mantuviera, y el que no, lo consideraba como una opción muy válida de canalizar ahorros en pesos en un bien durable” .

En líneas generales se mantuvieron los puestos de trabajo del sector. Hubo ayuda estatal para los sueldos de empleados. “Como a todos los rubros nos costó mantener la estructura y los empleados. Hay que tener en cuenta que el personal es lo más valioso de la empresa, porque capacitarlo nos lleva al menos 3 años” , ejemplifica Jose Giordano.

Los usados también juegan

El mercado del auto usado también jugó su partido. “Los usados que vendemos son multimarca con preponderancia de Toyota” - explica Ramonda. “El mercado del usado se potenció. Entre que las fábricas no habían podido producir y lo difícil que estaba la logística global, lo que se empezó a ver es una restricción de oferta lo cual distorsionó el mercado en cuanto al precio y apalancó la venta de usados. Sobre todos los usados semi-nuevos”.

Familia Parra, que tiene su origen en la venta de usados en 1987, también vio potenciadas sus ventas. “Con los usados, en un momento se comenzó a traccionar la venta. En el mercado sucedió una cuestión macroeconómica del tipo de cambio. Con la brecha del dólar, muchos clientes salieron a comprar autos muchos más baratos. El auto es un resguardo de valor y una inversión. En otros países pueden tener otro concepto. En la Argentina tiene otro. Es la utilidad que le doy al auto y también un negocio. Si no llego a comprar un inmueble, compro un vehículo y estoy manteniendo el valor del dinero en el tiempo” , concluye Diego Parra.

Ingenio y servicio

Diego Parra

Sin dudas, la crisis por la pandemia hizo aflorar una serie de recursos. Uno de los problemas era entregar los vehículos vendidos en las semanas previas al decreto de cierre de las actividades dictaminado por el gobierno nacional.

Diego Parra explica cómo una idea dio paso a otra . “Nos fuimos adaptando a las medidas que iba dictando el gobierno. Una de ellas fue el poder realizar el delivery de repuestos. Si bien siempre hubo este servicio nos abrió la cabeza a proponer otros servicios similares. Y así surgió el ‘Delivery de Autos’ en plena pandemia. Lo planificamos y lo llegamos a ejecutar para todos aquellos clientes que tenían pagado el auto y no podían venir a retirarlo. Fue un trabajo en conjunto público- privado ya que esta gestión llegó por parte de la Cámara de Comercio de Córdoba”.

El delivery de autos se implementó inicialmente para llevar el auto transportado en una batea a la casa del cliente. “Era cumplirle a aquellos clientes que habían confiado en la empresa. Sobre todo en un momento tan delicado emocionalmente”, resume Parra.

En Centro Motor se potenció una nueva visión de negocios que impulsó un cambio de paradigma durante la pandemia.

Ramonda explica: “A nivel mundial es una vuelta al transporte privado versus el transporte público. Hay manera de resolverlo que no es solo la compra o la propiedad de un vehículo, sino que son ofertas de movilidad” .

“Durante la pandemia tuvimos una demanda muy marcada de este tipo de servicio”, continúa Ramonda. “Aparecían necesidades ante la falta de aviones, como la de alquilar un auto en Córdoba y devolverlo en Buenos Aires. O se ampliaron las opciones de turismo cercano y se alquilaba por un fin de semana. Nuestro concepto es ser lo más integral posible. Nuestra oferta de precio no varía si es temporada o fin de semana, como tampoco si se alquila en Córdoba, Bariloche o Buenos Aires. Siempre es lo mismo. Y se alquila por hora, por día o por mes. Y también poder gestionar una flota completa de camionetas para una empresa, lo que le resuelve un problema de mantenimiento, logística y no tiene que invertir ese dinero en un bien durable y lo puede hacer en un bien de capital. Se alquila desde dos horas para una mudanza hasta una flota de camionetas por dos años. A este modelo de negocios lo llamamos ‘KInto”.

Complicaciones globales y locales

Las dificultades surgidas de la importación de productos terminados o materia prima, afectaron de diversas maneras.

Por un lado, Dario Ramonda explica: “No tuvimos problemas en la importación porque Toyota Argentina tiene una base exportadora muy fuerte y tiene una balanza comercial muy favorable”.

Pero también existen casos diametralmente opuestos.

En Argentina cohabitan tres fábricas productoras de neumáticos. Firestone y Pirelli , con más de 100 años instalados en el país, y Fate , de capitales nacionales. Entre estas tres fábricas producen neumáticos de autos, camionetas y el sector Agrícola, siendo Fate es quien produce neumáticos para camiones.

Leandro Ingelmo

Con base en ello Leandro Ingelmo nos explica: “ Si bien no fuimos de los más afectados en el comienzo de la pandemia, con el transcurrir comenzaron los problemas. Ahora estamos transitando una realidad muy compleja de desabastecimiento de neumáticos”.

La merma de los productos se agrava con el pasar de los meses. “ Hay un desabastecimiento muy fuerte en neumáticos de camión. Eso se dio desde el primer día”, continúa Ingelmo.

Las fábricas no alcanzan a producir la demanda interna. A esto se suma los problemas de ingreso de materias primas o en otros casos, mercados internacionales que han recuperado un nivel de demanda pre pandémico y dejan para nuestro mercado cuotas ínfimas de mercadería.

Esto hace que tengamos un faltante importante de mercadería y un incremento importante de precios. “Desde el 1 de enero las marcas han aumentado entre un 65 y un 80% los precios de los neumáticos. Esto es el resultado de todo lo anterior, además de una cuestión de oferta y demanda, que al no haber producto los precios se han incrementado” cierra en su pronóstico el presidente de la Cámara de Neumáticos de Córdoba.

José Giordano, desde su visión del resto de los repuestos para vehículos reafirma esta situación. “En la actualidad la falta de ingreso de mercadería importada es letal para nosotros. Dado que el 80% de lo que se vende es de fabricación externa . El stock de los importadores mayoristas y venta al público está diezmado. Y el panorama a corto plazo es complicado dado que nuevas restricciones para los giros al exterior complican los ingresos de mercadería imprescindible para el normal abastecimiento del mercado”.

A esto se suma la falta de materia prima como acero, cobre, y decenas de componentes necesarios para la elaboración del neumático. A nivel mundial, y los problemas de logística son principalmente la falta de barcos y de contenedores.

Esto trae consigo complicaciones básicas. “Es notable como empresas de logística tienen que ir rotando o sacando neumáticos de camiones de uno a otro, dejando parado a parte de la flota por no tener acceso a este repuesto” , ejemplifica Leandro Ingelmo.

“En auto y camionetas ya tenemos clientes con vehículos parados o que en otro momento tenían alguna preferencia de marca, ahora reciben lo que tenga, pagando un sobreprecio. No sabemos cuándo, cómo ni a qué precio vamos a reponer. Es muy complejo hacer una perspectiva de compra”.

Expectativas para 2022

En el sector se siente un aplomo luego de la odisea vivida, más allá que el número “mágico” del millón de vehículos, hoy suena a utopía en el corto plazo.

“ Esperamos poder llegar lentamente a los 600.000 autos y mantenernos . Pensar en 800.000 o un millón es muy difícil y tal vez, en su momento, se llegó a ese número con anabólicos” , afirma Diego Parra y concluye, “nuestro éxito es poder haber mantenido a nuestro plantel de colaboradores y crecer digitalmente con los clientes. Haciendo más fluido el contacto y la venta y postventa”.

“Nosotros aprendimos de la cultura japonesa de Toyota que crisis significa oportunidad ”, comparte Dario Ramonda, “ y nos propusimos convertir esto en una oportunidad. En primer lugar a nivel cultural salir fortalecidos de que nuestra gente sepa que hay un compromiso permanente en la sostenibilidad del empleo, el transitar juntos los momentos difíciles. En términos de calidad de operaciones y eficiencia de la gestión, eran momentos que había que planificar lo mejor posible y transitar esta situación lo mejor posible”.

“Esperamos poder ir recuperando de a poco la actividad y retornar a los números prepandémicos ”, se esperanza Leandro Ingelmo y da un ejemplo. “Cuatro neumáticos promedios, más alineado y balanceado está en $130.000. Esto para un asalariado es un impacto gigante. Tiene que hacerlo con tarjeta en cuotas. Nos esperan momentos complejos”.

Para finalizar, Jose Giordano va más allá en una visión global. “Si no se favorece la producción en el país con valor agregado y la exportación para el ingreso de divisas, es muy difícil revertir los problemas para importar y satisfacer así las necesidades. A todo esto deberíamos sumar una reforma laboral, una reforma impositiva y seguridad jurídica para que quienes estén en condiciones de invertir lo hagan con confianza”.

A modo de conclusión, si bien el universo automovilístico no ha sido el más afectado por la pandemia, es claro que representa un sector clave de la economía. Y aunque el comienzo de la cuarentena fue resuelto relativamente rápido, el transcurrir de los meses y el impacto de la restricción de importaciones por la falta de dólares, sumado a problemas de abastecimiento y logística internacionales, puede llegar a golpear con dureza. Máxime aún si se mantiene la misma estructura, con la actual realidad de ventas en 40% de su capacidad. El consenso general es que es más beneficioso y sano mantener una meseta de venta de 600.000 autos durante años y no los altibajos a los que está acostumbrado el mercado.