Muebles, decoración y regalos: crisis, veranito y vuelta a un escenario incierto

Por Cristian Sprljan

Con foco en el consumo minorista, este rubro tuvo sus altas y sus bajas en la crisis sanitaria, con momentos de ventas nulas para luego pasar a una explosión de consumo. Hoy, con el mercado normalizado, vuelve a reinventarse

Cuatro paredes pueden ser una casa, pero un hogar es algo diferente. El decreto presidencial decreto N° 260/20, en virtud de la pandemia declarada el 12 de marzo de 2020, obligó a toda la población a permanecer en su domicilio. Fue en ese tiempo que se pensó la funcionalidad, durabilidad y belleza de todo lo que nos rodeaba.

En el libro recientemente publicado por Diseñadores Nacionales Asociados (DINA) titulado Donde habita el diseño , su presidente, el arquitecto José Luis Lorenzo, explica: “Hoy habitamos sitios con más conciencia que antes, y en ellos nos descubrimos como parejas, padres, hijos, hermanos, amigos y profesionales. Son ámbitos de encuentro, comunión, disfrute, intercambio, trabajo, soledad e introspección”.

Fue así como los comercios de Córdoba dedicados al hogar tuvieron que sortear unos primeros meses en los que pensaron que todo terminaría en un cierre de actividades, para pasar a tener ventas sin parangón.

Ésta es parte de la historia de quienes navegaron en estas olas.

Combo 2019: elecciones y consumo en baja

El comienzo de la película para este sector es similar al del resto de la sociedad.

Marcela Tutino , dueña de cuatro mueblerías y una de las referentes del reconocido corredor de la calle Castro Barros, nos plantea una mirada sobre el sector. “La situación previa a la pandemia era una situación bastante complicada. Muy poca rotación de productos, no teníamos el nivel de ventas que necesitábamos y también teníamos problemas con la reposición de la mercadería. En el período 2015-2019 veníamos piloteándola en un contexto difícil” .

Por su parte Martín Bonaldi , socio gerente de Bonadeco , empresa familiar con una larga trayectoria, amplía esta descripción. “Antes de la pandemia veníamos en ascenso. El año 2019 fue electoral y fue complicado en ese momento porque la demanda estaba sujeta a la incertidumbre del proceso electoral. Entre agosto con las PASO y la asunción del nuevo presidente, fue como caminar en el desierto, especialmente en la venta de muebles. Fue complicado. Se vendía, pero con altibajos. Había mucha especulación e incertidumbre”.

“Cuando se definió todo, nosotros empezamos a crecer. Enero de 2020 fue particularmente bueno, porque había una demanda contenida de gente que no se animaba a hacer nada. Y precisamente en febrero empezamos con una nueva unidad de negocios” , concluye en un primer análisis Bonaldi .

Desde su base operativa en plena zona mayorista, cercana al Mercado Sud del centro de Córdoba, Adrián Garcia, titular de Rio Shop Decó , nos da su mirada: “La situación del país previo a la pandemia, venía dentro de lo previsible, con una inflación que la vas llevando. La ecuación es sencilla, si la gente tiene un excedente en el bolsillo lo gasta, si no, no”.

Patricio Calderón Rojas , histórico encargado de compras de muebles, decoración, accesorios y bazar de las Tiendas Vesta de Dinosaurio Mall , nos presenta la situación propia de su espacio de compras. “Veníamos con un crecimiento paulatino y sostenido. Nosotros programamos las compras con mucha anticipación por la gimnasia que tenemos de tantos años, sin pensar lo que se nos venía”.

Lo que nadie esperaba

Los tres hermanos Bonaldi venían trabajando un cambio profundo en la empresa familiar. De una fábrica de muebles que sólo vendía a mayoristas, fueron diversificando el negocio abriendo bocas destinadas al consumidor final. “Nosotros tenemos varias unidades de negocios. Fabricación, venta mayorista, venta minorista de muebles, venta minorista de decoración y habíamos arrancado con la venta de colchones del Grupo Piero . Durante décadas fuimos fabricantes mayoristas y desde hace 10 años nos venimos diversificando. Hace cinco empezamos con la venta minorista de decoración y en marzo de 2020 comenzamos con la venta minorista de colchones” , nos cuenta Martín Bonaldi y continúa : “Al haber planificado toda esta diversificación, teníamos un panorama medianamente optimista. Veníamos preparados para todo menos para una pandemia” .

Adrián Garcia , con más de 25 años en el rubro y 12 locales distribuidos en seis provincias, se encontró como todos con una situación inesperada: “Nosotros tenemos una situación particular en nuestro tipo de negocio, porque trabajamos también la parte escolar. Tenemos diciembre, que había pasado muy fuertemente con regalos, y enero-febrero venía muy bien con las compras para el colegio. La gente ya había comprado la mochila y los útiles, por lo que al 15 de marzo ya teníamos hecha la temporada. Allí nos damos con la noticia de que tenemos que cerrar todo. Si nosotros no hubiéramos tenido la temporada escolar anterior, hubiera sido muy complicado. Gracias a Dios, no tuvimos ese problema, porque las temporadas fuertes de diciembre a marzo las habíamos terminado” .

Marcela Tutino comanda desde Muebles Tiempo , su local más antiguo y dirigido a la venta de muebles y a un público clase media, otras opciones. Los muebles de los locales Henderson y Chemin de Fer , apuntan a jóvenes profesionales que les gusta vivir bien y apuestan al diseño, como así también Vanderbild , el cuarto local destinado a un público exigente con un poder adquisitivo elevado. Desde allí nos comenta: “Si bien veíamos que algo se venía, nunca pensábamos que íbamos a tener que cerrar los locales por tanto tiempo. Dos o tres días antes, cuando ya veíamos que esto se venía, se armó una base de datos para prepararnos y orientarnos hacia una venta pura y exclusiva online. Teníamos algo de venta online, pero era muy básico y rudimentario. Fue un aprendizaje y carrera contra el tiempo, aprender a vender y cobrar por Internet. Era algo que no estábamos preparados para eso, pero lo estuvimos en poco tiempo como pudimos. Eso nos salvó esos dos meses que tuvimos cerrados los locales”.

En su periplo en la búsqueda de productos y proveedores, Patricio Calderón viajaba a menudo a Buenos Aires o al exterior, principalmente a ferias especializadas en el rubro. Es así como fue testigo de un hecho histórico para el sector mientras visitaba las ferias de Cafira y Presentes , en Buenos Aires. “Estas dos ferias se realizan a mediados de marzo todos los años. Estaba allí, pero sentí que algo andaba mal, así que decidí irme de la feria. Me sentía incómodo, como presintiendo lo que se venía. Me fui al aeropuerto y ese mismo día se cerró la feria, cuando aún faltaban dos días para terminarla. Eso marcó el fin de mi relación con las empresas de Buenos Aires, de las cuales dependemos mucho, como así también cuando viajábamos a Oriente a comprar muebles de exterior”.

Volver a empezar

Luego de las primeras semanas de cierre absoluto, algunas de las empresas entrevistadas pudieron abrir sus puertas.

“El rubro de la madera fue uno de los pocos que se habilitó a partir de la tercera semana. Se habilitó toda la cadena de valor, desde el forestal, pasando por la fabricación, menos la venta minorista, es decir la venta al público” , nos explica Bonaldi . Socio de la Cámara de la Madera Mueble y Equipamiento de Córdoba (Cammec) como Marcela Tutino , quien explica: “Pudimos ingresar al depósito y se empezaron con las entregas y algunas terminaciones que habían quedado pendientes”.

En el caso de Adrián Garcia, fueron más de 30 días sin poder ir al local central. “ Eran días de caminar por las paredes porque no sabías cuando se terminaba. Los recursos se iban agotando y si bien el Estado ayudó en parte en sueldos, era una parte mínima. En el caso de los alquileres, los Hipermercados Libertad, que son nuestros principales proveedores del servicio de alquiler, no nos cobraron. En eso se portaron excelente”. La vuelta a los locales no fue fácil. Garcia nos amplia: “La vuelta fue bastante traumática. Fue desordenada. Al estar en distintas provincias, cada una tuvo su matiz. En Córdoba estuvimos tres meses cerrados” .

Las luces rojas cambian a verdes

Mientras transcurrían los meses más duros de la pandemia, uno de los sectores considerados esenciales eran obviamente los supermercados. Tiendas Vesta , dentro del Grupo Dinosaurio colindaba con el Súper Mami D ino. Y allí surgió una idea. En junio, junto a las bocas del supermercado empezaron a ofrecer los productos de invierno que ya habían sido comprados para la temporada. Calderón nos relata: “Expusimos todo lo textil. Sobre todo cubrecamas y frazadas. Luego pasamos al bazar, y luego con lo de decó. Y nos llevamos una sorpresa impresionante; la gente empezó a comprar este tipo de elementos en el supermercado”.

“La apertura de Tiendas Vesta fue muy paulatino. Con todos los cuidados de la gente y los protocolos sanitarios, fue lento. Pero lo que no fue lento fue la necesidad de la gente. Fue abrupto como la gente se volcó a adquirir productos para la casa. Eso fue impresionante” .

Con el permiso aprobado, los Bonaldi volvieron a fabricar y con las ventas se hizo hincapié en la venta mayorista y la venta online. Se trabajaba y se vendía desde la fábrica. Con esto pudieron pasar la peor etapa, hasta abrir la venta al público.

“En la venta online nos tuvimos que preparar de golpe” , recuerda Martín Bonaldi . “Teníamos nuestra web pero como un primer contacto para que se cerrara con el cliente en nuestros locales. Nuestros productos como el mueble macizo en particular, el cliente lo quiere ver y tocar. Hay productos que se prestan más para la venta online como ropa, calzado, electrónica o los mismos colchones. Pero al mueble la gente necesita percibirlo, tocarlo, sentarse, por lo que necesitábamos lo presencial. Ni que hablar la decoración que es algo que si lo ve lo quiere” .

Hogar dulce hogar

Quienes seguían teniendo ingresos, y no podían salir de sus hogares, fueron los grandes impulsores de un boom de compras.

“El consumidor miró para adentro. Esto significó el mirar donde estoy, sentirme cómodo en mi espacio, revalorizar mi hogar. Hubo un cambio en ese sentido del consumo. Al no poder salir o viajar” , ejemplifica Marcela Tutino . “En el año 2020 la gente que tenía ingresos tuvo una capacidad de ahorro al no poder gastar el dinero en otras cosas y por lo tanto las compras eran para bienes durables como los muebles y lo hacían, en su mayoría, en efectivo”.

Patricio Calderón , con una amplia trayectoria en el mundo del diseño de interiores nos explica la situación: “La gente fue impresionante cómo se volcó a decorar las galerías de su casa, los livings, los dormitorios, el comedor con la mantelería, con las copas, con las servilleta, etcétera. El consumidor está muy volcado a la casa y quiere tener todos los elementos, sigue las tendencias y está muy informada de las modas, los colores que vienen”.

“Fue un año de locos” , resume Bonaldi , “En medio de la incertidumbre de marzo a junio evaluamos cerrar uno de los locales. Somos una empresa familiar que conoce todo el mundo, y no era una opción un concurso de acreedores o menos una quiebra. Tenemos una trayectoria de 40 años y no era una alternativa para nosotros”.

“El razonamiento era mejor cerrar uno y salvar el resto, que por mantenerlos a todos no poder sostener a ninguno. De esa situación pasamos a no dar abasto. Pasamos de 45 a 120 días de demora. Nosotros habitualmente teníamos una política trasparente y generalmente entregábamos antes del plazo establecido. De allí pasamos a poner una fecha X de entrega y duplicar ese plazo y no poder entregar. Había reclamos y con justa razón. A la distancia pensamos por todo lo que pasamos. De pensar en cerrar una boca a no dar abasto”.

El titular de Rio Shop Decó grafica esta etapa de la siguiente manera: “Hubo locales que explotaron. Principalmente los que están alejados de las urbes, donde la gente no podía hacer otra cosa, pasaron a vender en unidades 30% más que el año anterior. Esto nos permitió, con algunos locales, compensar las bajas de otros” .

Los plazos y la entrega final

Uno de los temas a resolver ante la demanda de productos y los problemas de logística y producción causados por la pandemia, fueron los plazos de entrega y reposición de productos, los cuales cada uno enfrentó como pudo.

Adrián Garcia nos explica: “No tuvimos problemas de abastecimiento porque trabajamos con mucho stock. Eso nos ha permitido pilotear esta situación. Las importaciones que hacemos nosotros se vieron perjudicada en más de 50%. En 2019, nos habían firmado algo, en 2020 no nos firmaron casi nada de lo que es la Declaración Jurada Anticipada de Importación (DJAI) para importar determinados productos. Un local de relojes, portarretratos y espejos, se nutre no solo de esos productos, sino de muchas otras cosas más. En el caso de los proveedores nacionales, por nuestro volumen y forma de pago, siempre se priorizaron los envíos, así que no tuvimos grandes problemas con esto” .

Marcela Tutino y su equipo tuvieron que remar contra la complicación de quien produce una parte de sus productos y se abastece de terceros.

“Un gran problema fue la distribución. Tenía abierto el depósito pero nos resultaba difícil conseguir el fletero que llevara el mueble a la casa del cliente. Igual con la larga distancia. Me costaba conseguir los insumos en todo sentido. El producto importado no ingresaba. Los que venían de fábrica no venían porque no tenían insumos. No se conseguía madera, lustre, poliéster, telas. Esto se normaliza a finales de 2020. Llegamos a tener retrasos en la entrega de seis meses, lo que nos representó una pérdida financiera enorme. Porque cuando entregamos, cobramos al precio que habíamos vendido en aquel entonces”.

Patricio Calderón hace hincapié en una serie de productos que tuvieron una especial rotación de ventas. “Estábamos stockeados, pero nos sorprendió la venta de todo lo que era cocción. La gente se volcó a hacer tortas, budines, flanes, waffles, así que las ollas y todo lo relacionado se vendió muy fuertemente. A partir de allí, cuando me di cuenta de que esto venía para largo, empezamos a trabajar muy fuerte con proveedores de Córdoba en todos los rubros”.

Apuestas en medio de la tormenta

Con la experiencia de tantos avatares, Adrián Garcia realizó una apuesta doble. Finalizando este año, abrimos una nueva boca e hicimos pie en el Dino de Rodriguez del Busto . “Estamos contentos con la apuesta y veremos cómo se va desenvolviendo. Tenemos los productos exhibidos de una forma para aprovechar la gran superficie del local” (era el ex centro de juegos y pista de patinaje sobre hielo que cerró durante la pandemia).

Por otra parte y en consonancia con la diversificación Garcia apostó a un predio de 120 hectáreas, en la ciudad de Río Segundo, donde desarrolla “El Norte” , un complejo deportivo, gastronómico e inmobiliario, ubicado junto a la ruta 9 sur.

Bonaldi también entiende que es necesario no tener todos los huevos en la misma canasta, dado que promediando la pandemia abrieron un nuevo local. “Ya lo teníamos previsto hace un tiempo, pero todo se aceleró. Lo hicimos porque las autoridades sanitarias en ese momento consideraban que el virus podía entrar en las grandes superficies pero no en un local a la calle. Entonces viendo esta realidad, decidimos ampliarnos, con un nuevo local de colchonería sobre la Av. Juan B. Justo. Vino en consonancia con nuestra política de diversificar el riesgo. De esta forma reforzamos la venta online, la venta en fábrica y tener por lo menos una boca por fuera de un centro comercial, que no estuviera expuesto a las restricciones que son más fuertes con las grandes superficies que con los locales a la calle” .

El soldado caído

La salida del mercado de un jugador importante como Falabella en medio de la pandemia no pasó desapercibida. Como colega, más que como competencia, Patricio Calderón ve desde Tiendas Vesta esta partida con tristeza. “Así como perdimos en su momento un negocio como Zara u otras marcas que se han ido de Córdoba, me da una gran tristeza. Porque creo en la competencia, porque esto te hace ser mejor. Con Falabella éramos muy parecidos y a la vez totalmente opuestos. Creo que cuando existe competencia, todo el mundo está más despierto y afilado. Fue una pena que se fuera” .

Las enseñanzas

Con una mirada retrospectiva, el paso de estos casi dos años, ha dejado una huella profunda.

Martín Bonaldi reflexiona: “Puertas adentro creo que fuimos bendecidos porque a nuestro rubro no le faltó trabajo. Hubo sectores que la pasaron muy mal más allá de la cuestión sanitaria y la pérdida de seres queridos. Al final, internamente valoro la relación con la gente en el trabajo, con quien convivimos más que con nuestros familiares más cercanos. Si antes lo hacía, ahora valoro mucho más la gente que trabaja con nosotros. Todo el mundo le puso el hombro. Ayudó el ATP del Gobierno , pero lo que más ayudó como pyme fue la actitud de todo el equipo. Tenemos gente de todas las edades, desde baby boomer, generación X como yo, mujeres en los equipos de venta que antes no teníamos, en las redes tenemos millennials y te puedo asegurar que todos tuvieron la mejor predisposición. Igual con los proveedores que pasaron a ser aliados estratégicos. Me saco el sombrero” .

Por su parte, Marcela Tutino repasa las vivencias de meses complicados: “Lo importante es que logramos sobrevivir, lo cual no es poco. El año 2020 fue toda una enseñanza. Nos sirvió para posicionarnos en redes, para buscar nuevos proveedores, nos sirvió para darnos cuenta que la parte de producción nuestra necesitaba una vuelta de tuerca. Fue un parto todo el año, pero nos sirvió para arrancar 2021 más fortalecidos” .

Desde su oficina en la Tienda Ancla de Vesta en Alto Verde, Patricio Calderón nos cuenta en qué se enfocó en el 2021, luego de un 2020 angustiante. “El año 2021 fue desarrollar cada vez más el trabajo con los proveedores de Córdoba. Desde hace tantos años estamos aquí y era costumbre trabajar con los proveedores de Buenos Aires que ya tienen un camino hecho. En cambio con los proveedores nuevos de Córdoba, con pymes muy pequeñas y que tanto nosotros como ellos íbamos creando una expectativa, fue muy agradable. Eso marcó este año. El trabajar con gente nueva, llevarnos la sorpresa de ver qué cosas fantásticas se hacían en Córdoba. Y lo más importante, que cumplían con las entregas”.

La esperanza en el 2022

Desde su escritorio Adrián Garcia es precavido en cuanto al futuro. “En este país pensar a un mes es mucho. Todavía no sabemos hacia dónde va a ir la pandemia. Lo más importante es estar sólidos financieramente. El problema es que con las variables que tenemos, mucho margen no tenemos. Si te dicen que cierres, tenés que cerrar. No somos un rubro imprescindible. En cuanto a los productos, seguiremos con una importación pobre y veremos qué se puede conseguir en el país. Lo que pasa es que esto hace que los precios no tengan techo y sigan subiendo. Esto pasa por la poca oferta y con demanda sostenida, se complica” .

“Creo que el boom de la casa y sus cuidados llegó para quedarse”, pronostica Patricio Calderón : “ La gente sintió que la casa no estaba desarrollada a nivel decorativo o de uso. El home office y la casa vienen para quedarse. Se tomó el gusto de recibir gente en tu casa, a las reuniones, los cumpleaños, a disfrutar la casa” .

Por su parte, Martín Bonaldi valora las lecciones aprendidas y ve el futuro confiado en sus capacidades pero con la incertidumbre de un país que no tiene un rumbo definido. “Me preocupa que podamos tener un ajuste. Ya sea vía impuestos o reducción del gasto. Y que como siempre se enfoque o ataque a los sectores productivos. La inflación sigue siendo un flagelo que daña el poder de compra, sobre todo de los más vulnerables”.

Para finalizar Marcela Tutino ve 2022 con moderado optimismo. “Como empresa hemos crecido muchísimo. Todo esto nos sirvió para ver nuestras fortalezas y debilidades. En el 2022 tenemos un rumbo claro y concreto.Ya sabemos hacia dónde vamos y cómo trabajar para que las cosas se optimicen. Nos reorganizamos, generamos nuevas áreas y tenemos un camino claro para seguir adelante” .

Finalizando el año

A pocos días de terminar este 2021, los comercios confían en que la necesidad de vivir en un espacio agradable, siga contribuyendo al crecimiento y expectativas de sus negocios.

Con una economía en recuperación y sectores aún postergados por la pandemia, es de esperar que 2022 nos depare un mejor año.

Con una nueva ola que lleva el nombre de variante ómicron, los pilotos de pymes y empresas, saben que el mar todavía no está calmo y que el barco no llegó a destino aún.