ESCUCHARWhatsApp desbancó al SMS por simplicidad, amigabilidad y masiva difusión, pero todas esas virtudes le abrieron la puerta a softwares maliciosos que bloquean el celular, con consecuencias terribles dada su relevancia en la vida diaria. ¿Cómo cuidarse?
Zak Doffman, en su columna en Forbes.com, recomienda implementar tres medidas indispensables para reducir el riesgo de ataques al celular, hoy casi más importante que nuestro corazón, destacando que WhatsApp no es tan seguro como aparenta, principalmente porque se privilegió su facilidad de uso por sobre la seguridad.
El ataque es muy similar a los tradicionales: un amigo que ya tiene su celular hackeado envía un código SMS para participar de un evento o ayudar en una causa noble; al participar de esa supuesta actividad, se bloquean todas las aplicaciones instaladas y se usan los contactos para seguir ramificando el daño, mientras uno trata de recuperar sus cuentas.
La recomendación de Doffman es activar medidas de seguridad de WhatsApp que -si bien están disponibles, sólo se ejecutan si el titular así lo dispone- tal como el sistema de “Verificación en dos pasos» que se encuentra en la sección Ajustes – Cuenta, que solicita ingresar un código de seis dígitos que no podrá ser conocido por el atacante ni validado a través del SMS tradicional que se usa cuando se instala la aplicación en un nuevo aparato celular.
La segunda recomendación es prohibir la descarga automática de fotos y videos recibidos de los cientos de grupos en los que uno participa, opción que no está activada por defecto, ya que el sentido de WhatsApp es la diversión y no la seguridad. Sólo descargue los archivos que sean originarios de sus amigos y no los replicados por ellos, cuyo real origen e intencionalidad nadie conoce. Explica que ver el archivo en WhatsApp es seguro, pero es posible que -al descargarse en la memoria del celular- active un software malicioso. En la sección de Ajustes – Almacenamiento administrar las funcionalidades.
El tercer consejo busca fortalecer la privacidad de los usuarios y prevenir los conocidos ataques de ingeniería social, recomendando ingresar a Ajustes – Cuenta – Privacidad para definir quién puede ver la foto de perfil, el estado, la última vez conectado, entre otras variables disponibles. Recomienda finalmente que ninguna de esas opciones esté habilitada para «Todos», especialmente quién puede agregarlo a un grupo, para evitar que un desconocido lo agregue a un grupo de WhatsApp para enviarle software peligroso.
Parecería que esta columna cambió el foco tradicional, pero la realidad es que los derechos son facultades en potencia, por lo que cada uno tiene que activarlos, y estas medidas concretas activan nuestros derechos a la autodeterminación informativa, a decidir para no dejar que otros decidan por nosotros.
* Abogado, especialista en derecho informático
