“Estamos de acuerdo con que la gente empiece a pagar lo que corresponde y siempre propusimos que fuera así. Pero lamentablemente se esta haciendo esta corrección en el peor momento”, señaló Aldo Abram, director Ejecutivo de la Fundación Libertad y Progreso.
Aldo Abram – Economista de Fundación Libertad y Progreso
“Si a partir de 2004, cuando el crecimiento económico se había consolidado y con ello el aumento de nuestros ingresos, se nos hubiera pedido que parte de ese incremento lo asignáramos a pagar una mayor proporción de aquello que estábamos usando, eso no hubiera significado un sacrificio para la gente. En cambio, se hace ahora que la economía se desacelera e incluso puede tender a una recesión y, por ende, nuestros ingresos no alcanzan a subir a la velocidad de una elevada inflación”, advirtió. Para Abram esta medida “genera una pérdida de poder adquisitivo de nuestros ingresos a la que ahora se suma la quita de subsidios, lo que genera un cóctel muy amargo”.
Por otro lado, Abram descartó que los subsidios a los servicios públicos hayan promovido el crecimiento. “Esto es falso, ya que los contribuyentes tuvieron que dejar de gastar para que el Gobierno les subsidiara las tarifas a otros, que pudieron por su lado aumentar sus erogaciones, pero en términos netos el consumo total del país no varió”, señaló.