Tras la muerte de Kirchner, emergen manifestaciones de las “corrientes profundas de la historia” popular, afirma Luis Rodeiro, escritor y periodista, integrante del espacio Carta Abierta.
La aceleración de los tiempos políticos a partir de la muerte del ex presidente Néstor Kirchner ocasionó movimientos en las placas tectónicas de la política, esto es, en el territorio de las identidades sociales y sectoriales más básicas. En esa línea pueden leerse algunos reposicionamientos de intelectuales y personas vinculadas con los ámbitos científicos y universitarios, quienes han comenzado a hacer oír su voz en torno a la carrera electoral hacia 2011. Carta Abierta es el primer grupo organizado de intelectuales que decide “poner el cuerpo”, a partir de marzo de 2008, a favor de algunas políticas del Gobierno nacional y hoy es la consulta obligada para indagar en torno a qué papel jugarán los intelectuales en el futuro próximo. Su referente local, Luis Rodeiro, fue entrevistado por el sitio CarlosPazVivo! Aquí, los párrafos salientes de la charla.
-¿Por qué nace la necesidad de participar en política desde la intelectualidad?
-Yo creo que la dictadura tuvo un efecto devastador en todos los sectores. También en el intelectual. Había una suerte de anomia. Los intelectuales se habían refugiado en las Academias. La mayor derrota popular en manos del neoliberalismo fue en el campo de la cultura. Argentina parecía un territorio desolado. El mundo intelectual había quedado a la intemperie. Y después del “que se vayan todos” -que, si bien era un grito de resistencia al modelo neoliberador, también lo era de impotencia-, nos encontramos con un gobierno que comienza a dibujar un proyecto alternativo y a poner la política una vez más en el centro de la escena nacional. Defender esa posibilidad, reclamar su profundización, creó no sólo la necesidad sino la obligación de participar.
-Se critica a este Gobierno por el estilo confrontativo y el regreso a los antagonismos ¿Cuál es la postura de los intelectuales sobre esto?
-La democracia se desarrolla en confrontación de ideas. Es una puja entre proyectos antagónicos, como en la actualidad. Es una lucha por lograr el consenso de los más, de construir una hegemonía que se resuelve electoralmente y mediante la movilización social. Quienes plantean una supuesta concordia, una abstracta conciliación, esconden una razón fundamental: la primacía del mercado y que los gobiernos se limiten a gestionar el capitalismo. Sin embargo, la más módica de las decisiones políticas conlleva una posición ideológica, que se hace transparente cuando vemos a quién sirve.
-Con la muerte de Kirchner ¿comienza otra fase en el modelo que instaló el Gobierno?
-Yo creo que sí, que se abre una nueva instancia. Estoy convencido de que la muerte de Kirchner abrió las compuertas de algo hasta entonces sin nombre, de las corrientes profundas que de tanto en tanto sacuden la historia de los argentinos. Es una recreación del peronismo histórico, pero que no cabe en sus límites. Se nutre de otras vertientes, de otras historias. Eso es lo que explica, por ejemplo, la dolida y a la vez entusiasta participación de los jóvenes en la despedida a Néstor. Hoy por hoy el proyecto nacional y popular tiene nombre y ese nombre es precisamente kirchnerismo y no tiene otra posibilidad que profundizarse.
-¿Cuál es el rol que tienen ustedes dentro de ese esquema?
-Precisamente, el aporte es contribuir a la unidad del espacio kirchnerista: reemplazar a Néstor por un Néstor colectivo. Crear las condiciones (incluso reclamar a la dirigencia) para que haya un esfuerzo de organicidad en el que tengan voz y voto innumerables grupos que participan del proyecto nacional y popular y no tienen todavía representación. Y en Córdoba hay que hablar claro, la unidad del espacio kirchnerista no es sinónimo de la unidad del Partido Justicialista que, por medio de sus referentes Schiaretti o De la Sota, han manifestado su disidencia con el proyecto conducido por Néstor y Cristina. Es lo que se proponen un nutrido grupo de organizaciones y ciudadanos con el Acto de Homenaje y el Exhorto a la Unidad prevista para este viernes a las 18,30 en el Cabildo cordobés.