Rafael Cerrito, dueño de la reconocida galería de arte ubicada en el centro de la Ciudad de Córdoba
La realización los partidos de la Copa América en la ciudad de Córdoba implicó la visita de más de 60 mil personas provenientes de distintos países. Según anticipó la Secretaría de Turismo de la Provincia, el evento atrajo a unos 30 mil brasileños. Ubicada en la zona del casco histórico de la ciudad, la Galería Cerrito fue visitada por una enorme cantidad de público, en ocasiones con deseos de invertir en una obra de arte cordobesa.
Comercio y Justicia conversó con Rafael Cerrito –galerista, analista de obra y artista hoy dedicado a la escultura-, quien explicó que se perdieron ventas importantes debido a las trabas burocráticas y legales que hoy afectan el mercado de las artes visuales en el interior del país.
Aluvión de compradores
“En estos últimos 15 días en que tuvimos este acontecimiento extraordinario con la Copa, a pesar de que uno cree que viene gente que no se acerca al arte, tuvimos una invasión de turistas increíble, por momentos 70, 80 personas, como si fuera una vernissage”, describió. Incluso aseguró que se vieron obligados a “contratar personal auxiliar para atender a brasileños, colombianos, paraguayos, porque muchísimas mujeres acompañaban a los maridos que a lo mejor venían a conocer Córdoba, a pasear”.
Sin embargo, aseguró que no pudieron concretar ventas. Según explicó el galerista, “para vender una obra se requiere de un permiso que se otorga en Buenos Aires”. Hacía referencia a la “autorización para exportación de obra en artes visuales” que comenzó a implementarse en 2007 a los fines de proteger el patrimonio cultural del país y evitar el robo de obras de arte nacionales. “La lógica del permiso está bien. Lo que no está bien es que sólo pueda otorgarlo Buenos Aires”, manifestó el artista, quien explicó que a veces el comprador extranjero se encuentra de paso por la ciudad y no cuenta con el tiempo suficiente para esperar el trámite del permiso.
El hecho de que el trámite se haga sólo en la Dirección de Artes Visuales, en la Capital Federal, “me significa tener que pagar 500 pesos a un gestor. Pero eso no sería nada. Implica diez días de demora, aunque use un servicio de correo de 24 horas. Obviamente, el potencial cliente no se queda en la ciudad diez días”, remarcó.
Al momento de realizar la inversión para poner en funcionamiento el espacio, el trámite se realizaba en el Museo Caraffa. “Antes de buscar socio me tomé el trabajo de evaluar las condiciones para invertir en este lugar, que pertenece al convento y es un monumento histórico. Allá por enero de 2007 no existía esta ley. Hoy nadie nos ayuda a recuperar la inversión de 125 mil dólares para arreglar la casa. Nos quedan algunos años de alquiler a 3 mil o 4 mil pesos por mes y después pasaremos a un alquiler normal de cuatro a cinco mil dólares que ni remotamente podremos pagar.
En cinco años perdimos todo el capital. Primero nos tocó la crisis de 2008, después la reforma de la calle (Independecia, donde al 180 está la galería) en 2009, a fines de 2009 la crisis del mundo, en 2010 otro arreglo en la calle y estuvimos seis meses más inhabilitados. Conclusión, nos pasamos los primeros cinco años casi inhabilitados. La mitad del público normal de la galería no pudo acceder”, concluyó.
Los resultados
“Nos tomamos el trabajo de elaborar una lista de las obras que se perdieron de vender y suman más de 20 mil dólares”, detalló el entrevistado, en referencia al período de la Copa América.
Respecto del perfil de consumo, Cerrito especificó que el turismo extranjero “no elige un Malanca, un Cerrito sino artistas jóvenes”, de entre veinte y treinta años. Estos artistas jóvenes son los que se pierden importantes ventas en función de la lentitud del sistema de permiso. Detalló que el cordobés Jorge “Warde perdió de vender 10 obras de tres mil o cuatro mil euros” por este motivo.
Consumo de arte
– Durante los meses de marzo y abril, galería Cerrito vende “de 2 mil a 3 mil euros por semana” en obra de artistas locales.
– En Córdoba hay muy pocos inversionistas. No superan 100 personas y por lo general la mayoría de sus inversiones las hacen en Buenos Aires, excepcionalmente en Córdoba.
– “Los abogados son 80 por ciento de los clientes de la galería”, aseguró Cerrito. Tenemos algunos empresarios, escribanos, jueces y gente del interior sojero. También vendemos mucho a otras provincias.