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Cómo la Sociedad de la Información (SI) y la brecha digital están fuera de la agenda
periodística y política en la actualidad, cuando son un tema estratégico / Por Manuel Frascaroli – Consultor en comunicación, especialista en medios digitales – [email protected]
La Provincia no tiene aún un plan para el desarrollo de la SI y, si bien existe una base fértil para el crecimiento tecnológico, no hay una política de ordenamiento en la materia que busque potenciar su desarrollo y con él la inserción de Córdoba en el mundo. Ni siquiera es mencionado en la agenda política de ningún candidato hasta ahora, aunque recientemente el Ejecutivo haya presentado un proyecto de ley sin consensuar con todos los sectores ni con la oposición.
El desarrollo de la (SI) en Córdoba responde a aislados intentos del sector público y privado, desordenadas acciones que no terminan de conformar una línea de acción clara que permita asegurar su desarrollo socioeconómico en el tercer milenio, aunque no se esté haciendo y la dirigencia sea igualmente incapaz de considerarlo.
Países y regiones del mundo -Finlandia, Irlanda o India- que se encontraban marginadas del desarrollo económico y social han encontrado una salida con la innovación tecnológica y la investigación y desarrollo (I+D).
Partíamos de una base con mejores indicadores en alfabetización en relación con América Latina, RRHH, comunicación y cultura, etc., pero se han venido relegando esas ventajas comparativas por la deserción del Estado en la planificación y ejecución de políticas. Se fue a contramano de la máxima del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo, que advierte que “el cambio tecnológico eleva la importancia que cada país debe asignar a las inversiones en educación y capacitación de sus habitantes”. Así, la Argentina cayó en diversos índices que miden el estado de la SI en el mundo y viene pronunciándose, mientras algunos países de la región lograron mejorar sustancialmente. En uno de ellos (GITR – Harvard), se advertía sobre “altos precios para adquirir equipamiento tecnológico y limitados programas gubernamentales para promoción de las TICs” y que “carece de una visión nacional a largo plazo para insertarse entre los que se benefician de las TIC”.
Desde el fallido plan de De la Rua de conectar las escuelas, la inexistencia de todo plan con Duhalde, ha tenido su correlato aquí, cuando aún es muy bajo el porcentaje de escuelas conectadas, de hecho es insignificante. Desde el Prointec de Angeloz para dotar las escuelas de PCs y su Polo Informático, le sucedió De la Sota con una supuesta copia del modelo irlandés (que requirió un difundido viaje con toda la comitiva), pero mucha agua ha corrido bajo el puente y poco se ha concretado. Sólo por insistir con la conectividad de las escuelas, durante sus dos administraciones apenas un centenar se sumaron, aunque había prometido en 2001 conexión para todas (más de 3 mil).
La actual administración no ha cambiado demasiado el desinterés por articular alguna política de Estado en la materia. Por caso, con EPEC Telecomunicaciones (ET), a pesar de que el gobernador dijo que no continuaría replicando la lógica de mercado en el tendido de sus redes de fibra óptica sino que llevaría Internet a todas las poblaciones, especialmente a aquellas a las que el sector privado no llega o lo hace deficientemente -como en algunas localidades del Gran Córdoba inclusive, como Salsipuedes, donde su cooperativa telefónica presta servicios caros y deficientes.
No obstante, cuando cualquier empresa de telecomunicaciones daba crecientes ganancias, la ET tenía el triste honor de dar pérdidas sin cumplir ninguna función social. Tampoco desde los partidos de la oposición han dado a conocer propuestas alternativas ni han buscado debatir sobre una política de Estado sobre la SI y todas sus dimensiones (educativa, económica, social), más bien hacen caso omiso a las instancias que se han abierto sobre la cuestión y tampoco han dado a conocer que cuenten con equipos técnicos calificados para abordar la problemática (sólo el FCyS parece estar armándose ahora). Así de pronto el Ejecutivo presentó un proyecto de ley sin un amplio consenso, apenas con las cámaras del sector y algunas empresas, en vez de involucrar por completo la sociedad civil y el sector académico, que no se encuentra representado por el “virtual” Instituto Tecnológico de Córdoba, al que no se le conocen logros ni se sabe de su funcionamiento real.
Acusado el recibo de las críticas sobre la EPEC Telecomunicaciones se le asignó el desarrollo de las redes inalámbricas para prestar el servicio de wi fi sólo en algunas ciudades cordobesas, tal vez las que tienen más competencia por su dimensión, en lugar de llegar allí donde no va el sector privado, ni que funcione bien todavía en los lugares dispuestos ni siquiera. Y se monta todo un espectáculo cada vez que asignan algunas pocas netbooks en los colegios cordobeses, que son más los que no cuentan con el equipamiento que los que sí.
Versión resumida del artículo original publicado online en Argentina Media Lab
