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Francisco López Romera, promotor de viviendas español y fanático del futbol, en la década de 90, con el objetivo de terminar con los fallos arbitrales sucedidos cada fin de semana en los diferentes partidos, se dispuso a idear una nueva forma de arbitraje, por lo que luego de ponerse en contacto con varios entrenadores de la Liga Española de Futbol logró idear un sistema de arbitraje mediante video que pudo materializar en Suiza mediante tecnología analógica, aunque tenía un problema que lo hacía de difícil aplicación, ya que como los estadios estaban construidos con paredes de hormigón, la multitud que asiste para observar los partidos y el ruido, dificultaba escucharse para marcar un error.
Finalmente, el 14 de septiembre de 1999, decidió realizar el registro de su creación ante el Registro de Propiedad Intelectual Científico, con el nombre «El Fútbol del Siglo XXI (Tecnología de futuro para los equipos arbitrales)», quien no tardó en hacerlo público.
Luego de sacarlo a la luz, López Romera sostiene que mantuvo distintas conversaciones a través de correo electrónico con José María García Aranda, jefe del departamento de Arbitraje FIFA entre los años 2003 al 2010, jefe de Arbitraje del Mundial 2002, y director de la Escuela Nacional de Árbitros de la RFEF entre 2001 y 2003. En unos de los últimos correos que cruzaron, éste le pidió todo tipo de equipos y documentos a lo que López Romera accedió y se los envió con el logro de su empresa.
López Romera especula que la FIFA después de numerosos cambios realizó en su creación y tras esperar que transcurrieran los 20 años de la solicitud de su registro para que su invento pasara a dominio público, finalmente presentó e implementó el VAR (siglas de video assistant referee), de manera oficial en el mundial de Rusia 2018.
López Romera asegura que tiene los derechos de propiedad intelectual que duran toda la vida del autor y hasta 70 años después de su fallecimiento a favor de sus herederos, por lo que demandó a la RFEF y a la FIFA por aproximadamente 300 millones de euros, ya que para él, actuaron en forma engañosa y consiguieron hacerse con el proyecto completo que ahora implantan como ‘idea original’ sin hacerse cargo de los posibles daños y perjuicios causados.
En nuestra opinión el juzgado donde se dirime la controversia como primer medida debería definir qué tipo de derecho tiene López Romera respecto a su creación registrada en el año 1999, si son los derechos que otorga el derecho de patente o los que otorga los derechos de autor.
Una patente es un derecho exclusivo que se otorga a una invención que ofrece una nueva manera de hacer algo o una solución técnica a un problema imposibilitando su producción, uso, distribución con fines comerciales y venta, sin que medie el consentimiento del titular.
En la mayoría de los países este derecho de protección se encuentra limitado a 20 años de presentada su solicitud, transcurrido dicho período de tiempo la invención pasa a ser de dominio público, lo que significa que se encuentra libre de toda exclusividad en su acceso y utilización.
En cambio el derecho de autor, protege las creaciones literarias, artísticas, programas informativos, dibujos técnicos, entre otros.
En la mayoría de las legislaciones de derecho de autor se estipula que el titular de los derechos goza del derecho patrimonial a autorizar o impedir determinados usos de la obra o, en algunos casos, a recibir una remuneración por el uso de la obra, teniendo una duración durante toda la vida del autor y 70 años después de fallecido en cabeza de sus herederos, transcurrido dicho periodo de tiempo la obra pasa a dominio público.
* Agente de la propiedad industrial
** Abogada
