Por Fermín Bertossi (*)
Atrapados por un calor limitante y fastidioso, naturalmente este clima imperante ya se torna invivible para la vida y el humor social. Si añadimos los masivos, dañinos e irresponsables cortes de luz impunes (servicio pésimo, factura cara, etc), las consecuencias son imprevisibles.
Entonces es hora de escuchar y entender innumerables advertencias autorizadas, como de hacer al respecto, solidaria y cooperativamente todo aquello que todavía está a nuestro alcance.
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