A 48 horas de otro fin de semana largo, el gobierno trata de aventar el temor de los automovilistas de quedarse sin nafta. Operadores apuntan a la petrolera.
Ante el Gobierno nacional, que los convocó para corregir posibles desabastecimientos durante los próximos feriados, las petroleras plantearon que los niveles de producción de combustibles en el país no alcanzan para satisfacer la demanda.
Los funcionarios urgieron a las compañías a mantener la provisión, pero igualmente afloró la pulseada por los precios; el gobierno se niega a convalidar subas y amenazó nuevamente con multas.
Raúl Castellano, empresario cordobés directivo de la Cámara de Expendedores de la República Argentina (CECHA), señaló ayer que “las estaciones de servicio están permanentemente al límite, trabajando sin stock. Antes, solían tener una reserva de combustible para 4 o 5 días porque se les entrega según lo que pedían. Si surgía alguna complicación, el faltante no se notaba. Pero ahora, la estación gasta el stock y se producen los faltantes”, explicó el directivo.
Apuntan sobre YPF
De cada diez litros de carburantes que se venden hoy, seis los expende YPF, compañía que por su volumen muchos expendedores adjudican responsabilidad en la escasés.
El negocio que en Argentina experimentó los mayores cambios el último tiempo es el de los combustibles. La petrolera hispano-argentina, acrecentó su posición dominante, a costa de los brasileños de Petrobrás , la venezolana Pedevesa y el desinterés de los uruguayos. La actual configuración del mercado de naftas y gasoil está marcado por la consolidación de YPF como actor casi monopólico. En los últimos meses, 6 de cada 10 litros que salen de los surtidores los vende la empresa que controla la española Repsol y que empezó a vender parte de sus activos.
El monopolio de YPF sería una de las causas por las que son cada vez más frecuentes los faltantes masivos de nafta o gasoil. Entre 2006 y 2008 la participación de YPF tuvo mínimas variaciones, en un rango que fue de 54 al 55% del mercado. Hace cinco años no llegaba a 50%, pero en 2009, un año que por la recesión fue de baja producción, la participación de la empresa que más factura en la Argentina creció. En diciembre del año anterior llegó a 59,9% y en enero de este año 59,8%.
Razones para una retirada anunciada
Ocho ex secretarios de Energía, entre ellos Alieto Guadagni, Jorge Lapeña, Daniel Montamat y Raúl Olocco, suscribieron la semana anterior un documento que expresa la preocupación por la caída de reservas y de producción de hidrocarburos en el país. La inquietud de estos ex secretarios, de distintas corrientes políticas, coincide con la decisión de Repsol de retirse de YPF, su filial argentina. El año pasado, la compañía española se deshizo de 3,3% de sus acciones y este mes, vendió otro el 3,8% y continuará con el plan de desinversión. La causa principal de la declinación de la oferta de gas y petróleo es la menor producción de YPF. Alieto remarcó una información de la propia empresa proporcionada este mes a la Comisión Nacional de Valores (CNV) y el año pasado a la Securities and Exchange Commission de Nueva York (SEC, en inglés).
Repsol declaró 531 millones de barriles de reservas probadas. En su ecuación actual, por lo tanto, YPF agotaría sus reservas probadas de petróleo en casi 5 años y no tiene planes de exploración.