Los efectos de la crisis internacional en los negocios no deja de preocupar a los empresarios argentinos. Al respecto, el economista Marcelo Capello disertó el jueves pasado en el Hotel Sheraton Córdoba, en el marco del VIII Foro de Proyectos de Negocios organizado por la Universidad Católica de Córdoba.
–¿Cómo definiría el impacto de la crisis en los actuales negocios?
– Argentina es muy dependiente del contexto externo y las vías por las cuales éste puede afectar son básicamente tres: el financiamiento externo, las inversiones reales y el comercio. Por los dos primeros factores no existieron prácticamente efectos para Argentina, dado su cuasi “aislamiento” internacional en materia de crédito e inversiones.
Pero los efectos sí serán muy importantes por vía del comercio. Las exportaciones de Argentina aumentarán menos o ya no aumentarán por una conjunción de consecuencias: menores precios de las materias primas y menor demanda mundial por la desaceleración en los países centrales y en muchos de los emergentes, incluida China. Además, se da un importante aumento en el tipo de cambio de países vecinos, como el caso de Brasil y Chile, lo que afecta los niveles de competitividad de las empresas locales.
–Entonces, esto frena también los proyectos de nuevos negocios…
–Las perspectivas de menor demanda obviamente frena muchos proyectos de inversión, a lo que se suma el incremento en el costo del financiamiento. Con mayores tasas muchos proyectos dejan de ser rentables, no resisten un análisis de valor actual neto. La devaluación en países vecinos, especialmente en Brasil, disminuye sus costos relativos (en dólares, especialmente los salarios), versus la industria argentina, y eso también puede detener o desviar algunos proyectos de inversión.
–¿Cuál es el área de negocios más afectada y por qué?
–Los sectores inicialmente más afectados son los productores de bienes durables y que destinan un porcentaje importante de su producción al mercado externo, como es el caso de los fabricantes de automotores y toda su red de proveedores y autopartistas. Se trata de sectores muy dependientes del financiamiento y ante la evaporación del crédito a nivel mundial, cae la demanda externa por estos productos, que resultaron así muy afectados.
–Como contrapartida ¿cuál es el sector menos perjudicado en este momento?
–Los productores de alimentos porque son bienes con baja elasticidad de ingreso: si bajan los ingresos su demanda no cae en forma proporcional, dado que son de primera necesidad.
–Teniendo en cuenta esto ¿se puede invertir como empresario en este momento?,¿Dónde y cómo?
–En los próximos meses volverán a cobrar importancia las segundas marcas y bienes de menor calidad y precio. En general, todos aquellos bienes cuya demanda suele aumentar en momentos de crisis. De todos modos, en este contexto la primera reacción suele ser retraer las inversiones y esperar hasta que aclare.
Se ha dado, además, un mayor atesoramiento de divisas y por ende menor consumo. Esto se debe al temor inspirado por algunas decisiones gubernamentales recientes, alimentado por una historia de desconfianza que convive en las mentes de los ahorristas e inversores argentinos. Hasta que no se recobre la confianza resultará difícil recuperar el consumo y con ello desatar el “animal spirit” de los in