Cada vez son más las compañías que organizan eventos y actividades para los niños y familias que conforman sus recursos humanos con el fin de fidelizar, transmitir valores empresariales y desarrollar acciones de RSE.
Cada vez más empresas organizan eventos y actividades para los hijos de su personal. Algunos se realizan en las oficinas y otros, en salones armados especialmente, según la temática de la actividad. Se trata de jornadas especialmente diseñadas para facilitar la integración de padres e hijos, que proponen la participación familiar en actividades recreativas.
“Son eventos vivenciales que ofrecen excelentes resultados y un impacto que continúa en el tiempo, con propuestas cada vez mas variadas: se organizan kermeses con juegos y premios, actividades lúdico-educativas, clases de circo para niños, talleres de educación vial, propuestas de vida sana (spa de niños), multideportes y muchos otros”, explicó a Comercio y Justicia Leandro Kritzer, de MCI Group.
Según el directivo, “las últimas tendencias muestran que para el mundo empresarial es cada vez mas importante todo lo relativo a la sustentabilidad y a la responsabilidad social. De modo que estos temas se trasladan también a las actividades con los chicos”.
En este marco, existen propuestas que plantean un trabajo conjunto de padres e hijos para realizar productos sustentables: como el desarrollo de una huerta orgánica o talleres de reciclado de elementos de la vida cotidiana para convertirlos en objetos funcionales. También surgen las compañías que tratan de combinar ambos conceptos, como por ejemplo iniciar una actividad y donar esos productos a diferentes organizaciones no gubernamentales.
“La idea es que, entre disfraces, juegos, regalos y merienda, la empresa pueda transmitir a los chicos algunos conceptos con los que trabajan sus padres, alineados con la visión corporativa o con la forma en que se trabaja puertas adentro”, agregó el especialista.
Asimismo, hay compañías que organizan frecuentemente actividades dirigidas a la responsabilidad social, como colectas y donaciones de juguetes y voluntariado corporativo en las comunidades donde están insertas. En las propuestas dirigidas a los chicos tratan de comunicar y transmitir estos valores, mostrando por medio de experiencias lúdicas que la organización tiene una política concreta de sustentabilidad o que entiende que la solidaridad depende de todos.
Cabe señalar que estas propuestas siempre generan un efecto positivo, antes, durante y después de la actividad. Padres e hijos viven el evento con expectativas e ilusiones y salen con una experiencia altamente enriquecedora desde todo punto de vista. Los chicos, porque pueden acercarse un poco mas a sus papás, conocer su ambiente de trabajo y a sus compañeros de tareas, pasar un momento divertido e incorporar valores de solidaridad, sustentabilidad, etcétera. Los padres, porque pueden ser proveedores de un momento de diversión para sus hijos, además de lograr una interacción con ellos en otro entorno, que equilibra un poco mas sus dos mundos.
La empresa también se beneficia, porque -a la par que se abre a su personal y su familia, generando un vínculo afectivo y de fidelización- puede transmitir conceptos y valores que le parecen importantes.