Una mirada al sector desde la perspectiva de las instituciones privadas. La reconversión de las prepagas y su incidencia sobre los servicios.
En medio de un proceso de reacomodamiento de los negocios ante la aplicación de la nueva ley, las empresas de medicina prepaga ya acordaron un incremento de las cuotas de sus planes de 9,5 por ciento en agosto y otro porcentaje similar en diciembre.
Mientras tanto, las clínicas y sanatorios apuntan a preservar la calidad del servicio en un escenario de riesgo. Carlos Rodríguez, titular de la Asociación de Clínicas, Sanatorios y Hospitales Privados de la Provincia (Aclisa) planteó que buscan proteger “los ingresos de las instituciones para poder mejorar la calidad de prestación”.
Panorama local
En Córdoba el seguro de salud más importante es el Apross, la obra social de los empleados públicos. Según indicó Rodríguez, ésta responde “en un nivel igual o superior a las prepagas. Para el caso de los oftalmólogos, por ejemplo, los ingresos son mayores que los de muchas prepagas importantes. En las privadas hay 20 mil afiliados y el Apross tiene 550 mil. Muchas clínicas nos hacemos Apross-dependientes”, aseguró. Si bien el aporte por paciente es “muy parecido”, Rodríguez destacó la enorme diferencia es la proporción de pacientes. Por cada 20 de prepagas atienden 200 de Apross. “Yo tengo que cuidar esos 200”, afirmó.
Costos vs. calidad
Consultado sobre la opción de las prepagas de trasladar a afiliados a obras sociales -alternativa elegida por el Hospita Privado y la Obra Social de Petroleros-, el titular de Aclisa dijo que se ven en la disyuntiva de “no asumir demasiada responsabilidad o achicar costos”. Agregó que las clínicas requieren que “la obra social tenga un control del Estado, dé a conocer dónde invierte el dinero y le pague bien al médico”.
El traspaso de afiliados como adherentes de obras sociales no afectará necesariamente la calidad si se garantizan “buenos ingresos, buenos honorarios médicos, buena formación médica e instituciones serias. Con esos cuatro items no se puede tener una mala prestación”, aseguró.
De todas maneras, Rodríguez -referente de la Clínica de Ojos Córdoba Privada SRL- explicó que “cuando las obras sociales pagan honorarios exiguos, tienen una calidad médica baja”. Hoy las privadas liberan pagos a 120 días. Considerando la inflación, las empresas ven afectada su rentabilidad en 15% aproximadamente. “Las clínicas no están preparadas para afrontar tanto costo”, explicó.
La unidad empresarial en un cluster de salud se avizora como salida posible. La opción que impulsa el Ministerio de Salud provincial implica que los empresarios inviertan en tecnología y la Provincia los contrate. “Pero el Estado no puede solo”, remarcó Rodríguez. “Estamos trabajando en elaborar un proyecto sanitario a 10 años, en convivencia con las fuerzas políticas: un pacto de la Moncloa en salud”, aseguró.