El Observatorio Pyme de la UIA señala que 8 de cada 10 empresas sufren la competencia de productos chinos. Hace dos años, la relación era de 4,4 firmas.
La inflación, que imprime dinamismo a la economía nacional, y las importaciones desde China, se han convertido en el “enemigo público” de la pequeña y mediana empresa. Así lo establece un reciente relevamiento del Observatorio Pyme de la Unión Industrial Argentina (UIA). El estudio revela que casi 8 de cada 10 empresas vienen perdiendo rentabilidad de manera considerable y que cerca de 70% de ellas comenzó a registrar retrasos en los pagos de sus clientes.
Asimismo, el sitio Iprofesional agrega que casi la totalidad de las industrias nacionales vienen experimentando fuertes alzas en los costos de producción. Se menciona como contundente la relación entre el peso y el dólar. En términos reales -considerando inflación- actualmente la cotización está cerca del 1 a 1. Y, para fines de año, cada dólar equivaldrá a 0,96 pesos, a pesar de que nominalmente el billete cueste más de $4.
Este problema, en gran medida, es soportable siempre que los volúmenes de venta se sostengan.
El significado de esta asimetría es que Argentina es un terreno cada vez más fértil para las importaciones. En esto existe coincidencia con el gobierno respecto al daño que causa la mayor cantidad de productos provenientes del exterior.
Hasta hace poco tiempo, el “enemigo” de las industria nacional había sido Brasil. Pero algunos acuerdos directos entre sectores productivos de ambos países y la promesa de la presidenta Dilma Rousseff, quien se fijó como objetivo evitar el fortalecimiento de su moneda, dejó sólo a China en la mira. Con tasas de inflación moviéndose por encima de 25%, avaladas por las discusiones paritarias, y un tipo de cambio que no se disparará en 2011, la amenaza de las importaciones sigue vigente, a pesar del respiro que dieron las cifras de marzo. China quedó nuevamente como el “enemigo público número uno” del proyecto industrialista K. Lo avalan declaraciones de toda la línea de funcionarios del Gobierno nacional, incluyendo la propia Presidenta.
El Observatorio Pyme destacó que “si bien Brasil es un fuerte competidor para las empresas en el mercado interno, la presencia de China ha avanzado fuertemente en los últimos años, convirtiéndose en el principal país competidor para los industriales y desplazando incluso a Brasil a un segundo lugar”.
El último relevamiento, que acaba de difundir la UIC, expresa que casi seis de cada 10 empresas argentinas (57%), que alertan sobre el padecimiento de una “fuerte” competencia externa, señalan como responsables a los productos con sello “made in China”. Dos años atrás, el porcentaje de empresas amenazadas por el gigante asiático era 13 puntos más bajo (44%).
Como contrapartida, Brasil, que en 2008 tenía en vilo a 34% de las compañías argentinas, hoy perdió influencia a causa del “súper real”, a tal punto que actualmente menos de 3 de cada 10 temen que sus productos les quiten participación en el mercado.
Ernesto Taboada, director de la Cámara de la Producción, la Industria y el Comercio Argentino-Chino, destacó que “es cierto que si no hubiese medidas restrictivas entrarían más productos de ese país y a valores más bajos. El gran tema aquí es que esa economía evoluciona rápidamente y tiene volúmenes de producción gigantescos”.