Los clientes rechazados por los bancos tradicionales son absorbidos por las fintech. Ofrecen nuevos productos como criptomonedas e inversión con alta rentabilidad
El sector de las fintech, es decir, las empresas de base tecnológica que ofrecen servicios financieros, experimentó en el país un crecimiento de 120% en el último año gracias a la conquista de clientes rechazados por los bancos tradicionales y por la oferta de nuevos productos, que van desde criptomonedas a posibilidades de inversión con alta rentabilidad.
Receptoras de clientes descontentos con “la burocracia bancaria” o de aquellos que no están dentro del sistema tradicional, las fintech comienzan a ganar mercado, algo que se refleja tanto en el volumen de sus negocios como en los reclamos de cámaras como la Asociación de Bancos de Argentina (ABA), que las consideran una “competencia” que no tiene las mismas “reglas del juego”.
“El promedio de crecimiento del sector es muy fuerte y está en un promedio de 120 por ciento en el año. Hay algunas gigantes que aumentan a un ritmo de 50% y otras medianas que crecen a una tasa de 350%”, señaló el vicepresidente de la Cámara de FinTech y CEO de Afluenta, Alejandro Cosentino.
Las explicaciones del fenómeno son variadas, pero en general se referencian en una combinación de velocidad y transparencia aportadas por tecnología, nuevos productos como criptomonedas y el acceso a crédito e inversión.
“Hay, por ejemplo, monotributistas y autónomos a los que los bancos casi ni los atienden o lo hacen mal. Por otra parte, hay otros a los que atienden sólo mirando el Veraz, entonces quizá ven que pidió cuatro créditos y no le quieren prestar. Pero quizás lo que quiere es un crédito que le permita comprar una máquina que le va a permitir pagar ése y los otros créditos, pero no le prestan”, señaló Cosentino.
El otorgamiento de créditos es uno de los principales atractivos del universo fintech, ya que no sólo tiene en cuenta variables tradicionales a la hora de evaluar la capacidad de pago de un solicitante, sino que -además- otorga tasas atractivas a aquellos que invierten.
“Argentina es un lugar extraordinario para las fintech: la tasa de préstamo sólo alcanza a 14% del PBI y eso es bajiísimo. Si no hay crédito no se puede cambiar el auto, comprar la casa, cambiar la máquina de la empresa, no se puede desarrollar la economía. Si se descarta a los no bancarizados y a aquellos que no son aptos, más de 70% de los argentinos no puede acceder”, explicó Cosentino.
En ese sentido, sostuvo que los bancos tradicionales “prestan con plata de depósitos pero no dan un rédito a esas personas”, y que en el caso de las fintech “se puede dar, según la inversión elegida, una rentabilidad de 42% anual para el que presta”.
“También hay un corrimiento de productos bancarios para aquellos que quieren lo instantáneo, que no haya burocracia y que lo atiendan bien”, agregó.
Sebastián Serrano, CEO de Ripio -una de las empresas argentinas en transacciones con Bitcoin-, dijo que el “corrimiento no explica todo el fenómeno”, ya que estas nuevas empresas no sólo acogen a aquellos que se caen del sistema tradicional sino que ofrecen servicios que son nuevos y que no existían, como es el acceso a criptomonedas”.