Crece la producción y el consumo de productos a base de leche de búfala

La propuesta real food considerada un alimento ancestral con grandes atributos gana protagonismo en la mesa de los argentinos

La producción y el consumo de productos a base de leche de búfala fue creciendo en Argentina en los últimos años, a la par de la tendencia hacia una alimentación más saludable.

“La leche de búfala y sus derivados supieron ganarse poco a poco su espacio en el paladar de los argentinos ”, afirmó a Comercio y Justicia Carlos Noguera, de Lácteos La Delfina , única empresa en el país dedicada a la producción de lácteos realizados 100% con leche de búfala A2, sin conservantes, libres de gluten y 100% naturales, que comercializa productos como quesos, dulce de leche y yogures.

“En otras regiones, esta industria representa una de sus principales actividades económicas. Tal es así que en el mundo la leche de búfala ocupa el segundo lugar en volumen producido luego de la leche de vaca, seguida por la de cabra y oveja, que ocupan el tercero y cuarto lugares, respectivamente. En Argentina hay búfalas distribuidas, en gran parte, en el litoral del país: en las provincias de Misiones, Corrientes, Entre Ríos, Formosa y Chaco, pero también en Santiago del Estero, San Luis, Salta, Tucumán, y hasta en Buenos Aires”, agregó el directivo de la compañía argentina, cuya planta, ubicada en La Flores, provincia de Buenos Aires, lleva adelante toda la cadena productiva, que va desde la producción de los alimentos de sus animales, pasando por la cría y la recría, hasta el tambo y la planta donde se elaboran productos lácteos de forma artesanal.

Pese al impacto de la pandemia en este sector, la firma tiene buenas expectativas relativas a la evolución de este negocio. “El 2020 fue muy particular ya que cerraron todos los hoteles y restaurantes, y por esto nuestras ventas cayeron a cero desde fines de marzo y durante todo abril y mayo, ya que vendíamos 100% al canal Horeca (hoteles, restaurantes y catering) . El 2021 lo estamos terminando con un aumento de ventas -en producto- de 50% aproximadamente . A su vez, para 2022 estimamos un aumento de 30% de ventas en producto con respecto a 2021 ”, comentó Noguera.

El empresario destacó que la empresa, hasta la pandemia, vendía 100% de sus productos en tamaño gastronómico, y a raíz de la nueva coyuntura tuvo “que demostrar agilidad organizacional y dar un giro comercial a partir del cual hoy vende 70% de su oferta en tamaño para consumidor final”.

Los productos son comercializados por medio de diferentes canales como el minorista, hoteles, restaurantes y servicios de catering, dietéticas, tiendas gourmet y comercio electrónico.

“Nuestros principales compradores son restaurantes, dietéticas, tiendas gourmet, y el cliente final por medio de nuestra web. En Córdoba, estamos en algunos locales y preparando nuestro e-commerce para poder llegar próximamente de forma directa ”, aseguró Noguera.

“Nuestros productos en comparación con otros son de categoría premium y saludables, y es por esto por lo que en cuanto a precios no son comparables con otros productos ya que estamos en un nicho en el cual no tenemos competencia. Somos la única empresa en Argentina en hacer productos 100% leche de búfala”, concluyó el gerente.

Ventajas

Respecto a los motivos por los cuales este tipo de leche y sus derivados siguen conquistando los paladares argentinos, Noguera afirma que son básicamente tres: para empezar, la leche de búfala es una excelente solución para quienes no toleran la betacaseína A1 (proteína de la leche de vaca ). Como es más fácil de digerir, la hace ser más tolerable produciendo menos sensibilidades y alergias. No produce inflamación intestinal, con lo cual está recomendada para celíacos y personas con enfermedades autoinmunes como el Crohn o la colitis ulcerosa. Incluso es recomendable para la dieta de los niños con autismo (TEA).

En segundo lugar, porque es un alimento supernutritivo . A la leche de búfala también se la llama leche A2, que es el tipo de leche más antiguo y el más parecido en composición a la leche materna. La leche de búfala (y sus derivados) cuenta con un alto porcentaje de calcio, ácido linoleico conjugado (CLA), y antioxidantes naturales (tocoferoles y peroxidasas), que ayudan a mantenerse joven. Es rica en omega 3, magnesio y fósforo, y baja en colesterol .

Por último, se trata de una leche cuyas prácticas de producción son sustentables . En el caso de Lácteos La Delfina, las búfalas son criadas a campo abierto, se les permite que sean libres y tienen una alimentación a base de pasturas, lo que garantiza no sólo una mejor vida para los animales, reduciendo todo tipo de estrés calórico y respetando sus tiempos biológicos, sino también una materia prima de mejor calidad. Adicional a ello, tratan los purines (desechos) generados por el tambo transformándolos en abono y convierten los afluentes de la planta en agua reutilizable.

Además de los contrastes nutricionales, otra de las diferencias entre la leche de búfala y la vacuna es que la primera cuenta con el doble de sólidos , lo que permite aprovechar este tipo de leche, por ejemplo, para la producción de yogures con más estructura, sin la necesidad de agregarles sólidos extras como sucede con los que se hacen con leche vacuna. “Prueba de nuestra producción sustentable con un producto final ultranatural son nuestros yogures, únicos en Argentina hechos solamente con leche de búfala y fermento”, concluyó Noguera.

En resumen, la leche de búfala es más saludable, más nutritiva, más tolerable y cumple con la premisa principal del real fooding : menos ingredientes y más nutrientes, con el agregado de su contribución con el bienestar animal y el medioambiente.