ESCUCHARLa planta cordobesa implementa desde el año pasado el Programa de Excelencia Operativa, basado en la conformación de equipos multijerárquicos que proponen soluciones a los desvíos en la cadena de valor.
La innovación no es “inventar la pólvora” o calzarse al hombro la bandera de la creatividad como impulsora de nuevos productos o de lanzamientos “únicos”. La innovación también es encontrar otras lógicas de trabajo, dentro de las mismas estructuras organizacionales, y provocar cambios que redunden en una mejor admistración y/o gestión.
Es allí también, donde Coca-Cola, hace la diferencia. Mediante su Programa de Excelencia Operativa la planta de esta bebida ubicada en Córdoba busca reducir de 10 a 15 millones de pesos los costos, según indicó a Comercio y Justicia Santiago Luque, gerente de Procesos Industriales de Coca-Cola Andina, coordinador de la iniciativa.
El programa, que ya facilitó un ahorro de 8 millones de pesos el año pasado, plantea una innovadora modalidad para resolver conflictos basada en la conformación de equipos multidisciplinarios, tantos a niveles operativos como jerárquicos.
“Trabajamos en un entorno dinámico donde valoramos las ideas de todos los miembros y no sólo las directivas que bajan de la gerencia”, explicó.
La puesta en marcha
Una vez que la gerencia identifica una problemática, por ejemplo en el estado de resultados (indicador desviado) o en la línea de costos, o bien en cualquier fase de la cadena de valor, se conforman los equipos multijerárquicos y se configura una rutina específica de abordaje.
Los equipos , de entre 15 y 20 personas, mantienen reuniones semanales para compartir el grado de avance del plan, y reuniones abiertas en las que todas las voces proponen ideas para la resolución de los conflictos hallados. “Desde el gerente hasta un personal contradado, por ejemplo del área de limpieza, donde debimos resolver un tema de orden, aportan sus visiones y entre todos se construye una solución. Esta dinámica nos permite cumplir objetivos y otorgar autonomía a todos los colaboradores”, añadió.
También se mantienen reuniones mensuales con el comité directivo de la compañía, el que en lugar de “auditar” las tareas se pone a disposición del equipo para eliminar las trabas posibles rumbo al plan de solución y brindar las herramientas necesarias. Cada proyecto tiene una duración de 90 días y al finalizar se comparten los resultados.
Revalidación de paradigmas
Luque fue otro de los oradores del último Juevex, organizado por TEDx, oportunidad en la cual dejó por sentada su enemistad con la frase número uno: “Esto siempre se hizo así”.
De esa manera, es un promotor dentro de la organización donde se desempeña de la “revalidación de los paradigmas”, bajo la consigna “no asumir las cosas porque vienen dadas” sino porque se “decide que siguen siendo convenientes o no”.
Como ingeniero industrial egresado de la Universidad Católica de Córdoba (UCC) comulga con la idea de que “hay que devolver a la sociedad lo que le ha sido dado a nivel educativo”, por lo cual participa activamente de Fonbec, fundación que gestiona becas para estudiantes secundarios de recursos económico limitados.
