La ley provincial prohíbe expresamente el uso en el comercio de las bolsas actuales y también las oxibiodegradables, que se proponen como reemplazo.
El reemplazo de las bolsas de polietileno convencional por las oxibiodegradables no se podrá implementar porque ambas están prohibidas, señaló un comunicado de la Fundación para la defensa del ambiente (Funam).
El organismo indicó que la ley provincial 6969 prohibió el uso de bolsas de polietileno a partir de los doce meses de su publicación. “Ambas están hechas del mismo material, polietileno”, dijo. “O se cambia la ley provincial 6969, reemplazándola por una norma que aborde integralmente el problema de los residuos sólidos urbanos, o se cambian las decisiones”, dijo Funam. De acuerdo con el Artículo 1° de la ley provincial 6969 el polietileno utilizado y entregado “por supermercados, autoservicios, almacenes y comercios en general para transporte de productos o mercaderías” quedó prohibido el pasado 27 de noviembre. Raúl Montenegro, presidente de Funam indicó que “el exceso de improvisación y ausencia de consulta desencadenó un ‘blooper del polietileno”.
Recordó que las bolsas oxibiodegradables “están hechas con polietileno al que se le agregan sales de metales, entre ellos cobalto, manganeso y plomo. El polietileno con aditivos se fragmenta más rápidamente que el polietileno sin aditivos. Pero sigue siendo polietileno, y por lo tanto, material prohibido por ley en bolsas de uso comercial”. Agregó que estas bolsas “no deben ser co nfundidas con las bolsas biodegradables fabricadas con polímeros del ácido poliláctico obtenidos a partir de residuos agrícolas, principalmente almidón de maíz, papa, trigo y otros cultivos”.
Insistencia oficial
La Secretaría de Ambiente provincial, en tanto, se encuentra trabajando en una serie de medidas para lograr la efectiva aplicación de la ley que prohíbe en la provincia de Córdoba el uso de bolsas de polietileno y de todo otro material plástico convencional, en supermercados, almacenes y comercios para el traslado de mercadería.
El plan prevé un programa de difusión y capacitación dirigido a sensibilizar al ciudadano sobre la necesidad de reducir el uso de las bolsitas; la distribución de un cuestionario para municipios y comunas en el que se consulta sobre el conocimiento de la citada ley y la creación de un registro de fabricantes, distribuidores e importadores de envases degradables y/o biodegradables. Paralelamente, desde junio especialistas de ambiente están realizando pruebas piloto con el objeto de evaluar la capacidad de degradación de diversos tipos de bolsa.