Un préstamo de 600 millones de dólares a desembolsar el año próximo acordó el Banco Mundial para concretar proyectos de modernización de la red ferroviaria nacional.
Las mejoras serán financiadas en 80% por el crédito internacional, mientras que el 20% restante será aportado con recursos del Estado argentino. La obra más importante es la propuesta por la Administración de Infraestructuras Ferroviarias (ADIF) del Ministerio de Planificación Federal referido a la modernización del tren Belgrano Cargas. Se proyecta construir un nuevo trazado de vías de acceso a los puertos de Rosario, para aumentar la capacidad de transportes de granos provenientes de las provincias de Córdoba y el norte del país. El anteproyecto ya está definido y evitará que los trenes cargueros de trocha ancha y los de la red angosta del Belgrano Cargas, que maneja la Operadora Ferroviaria Sociedad del Estado, dejen de ingresar a la zona céntrica de Rosario en su desplazamiento hacia las instalaciones portuarias.
Los trenes dejarán de utilizar accesos cuyos tendidos datan de fines del siglo XIX , al igual que el resto de las vías ferroviarias. El nuevo trazado de líneas circunvalará el Gran Rosario con una extensión de 90 kilómetros. En la presentación ante el Banco Mundial para obtener el crédito se señaló que por Rosario y puertos aledaños como Terminal VI o Puerto San Martín se embarca más de 70% del tonelaje de cereales y oleaginosas que van camino a su exportación.
La obra de infraestructura y otras que están en marcha con el apoyo de la Corporación Andina de Fomento (CAF) en el Belgrano, el Ministerio de Planificación trazó el objetivo de que en una primera etapa el medio ferroviario transporte entre 35 y 40 millones de toneladas al año, en lugar de los 25 millones que se movieron en 2008.
En el largo plazo este ferrocarril debería mover no menos de 70 millones de toneladas al año, de acuerdo con los planes de desarrollo que incluyen por cuerda separada mejoras para los puertos.
Los informes técnicos que abonan las inversiones en los trenes señalan que el ferrocarril es económicamente cuatro veces más ventajoso que el camión. El transporte carretero, además, no soporta los costos de infraestructura a que obliga la conservación de las rutas nacionales o provinciales. La mayor participación del transporte ferroviario requiere sólo de una fuerte inversión inicial a causa del abandono que lucen, pero ayudará a mejorar la competitividad de la producción primaria, sobre la cual los fletes tienen una gran incidencia.