Comprometido con su política de cuidado del medio ambiente, el Grupo Arcor certificó la reducción de más de 100.000 toneladas de dióxido de carbono durante el período 2007-2008 en su ingenio La Providencia, en Tucumán.
Así, la compañía se transforma en el primer proyecto argentino en hacerlo en el mercado voluntario VCS (Voluntary Carbon Standard) de emisiones que surge ante la preocupación internacional por el problema del cambio climático.
Esta iniciativa permite a las empresas y gobiernos de Estados desarrollados compensar sus emisiones de gas mediante la compra de reducciones de emisiones logradas por proyectos ecoeficientes realizados por empresas de países en desarrollo.
Esta acción concentra 50% de las transacciones que se realizaron en 2008 y se está consolidando como el estándar más popular y prestigioso del mercado voluntario.
“La aprobación de este proyecto de créditos de carbono, no sólo agrega valor económico a nuestra empresa sino que es de gran relevancia como aporte al compromiso asumido por todo el Grupo Arcor para la mitigación de las causas que provocan el efecto global de cambio climático”, comentó Marcelo Carranza, gerente corporativo de medio ambiente, higiene y protección Industrial del Grupo Arcor.
Cada tonelada de CO2 que se reduce, es un bono que se puede vender en el mercado a países desarrollados. En el caso del ingenio La Providencia, fueron adquiridos en su totalidad por una empresa holandesa.
Para alcanzar esta certificación, el proyecto en La Providencia reemplazó el consumo de combustible fósil (gas natural) por biomasa (bagazo) a través de la instalación de una caldera de generación de vapor que utiliza 100% de bagazo como combustible.
Así, esta planta tiene el potencial de reducir, como mínimo, unas 50.000 toneladas de CO2 anuales durante un período de 10 años y con posibilidad de renovación por 10 años más.
“En la actualidad, la obtención de bono de carbono es una práctica muy común en empresas de países en desarrollo como la India, Brasil y China, pero es un hito en nuestro país por hacerse dentro del mercado voluntario”, agrega Carranza. Por su parte, Luis Pagani, presidente del grupo, manifestó que “terminar este año con un logro de estas características, por ser el primer proyecto del sector azucarero en el país y el primero de la provincia de Tucumán, nos proporciona una gran satisfacción. Esperemos que, en un futuro cercano, esto atraiga el interés de otros actores para desarrollar proyectos que contribuyan a la mitigación del calentamiento global”.