Una multitud se congregó este domingo en la Plaza de Mayo para conmemorar el Día Nacional de la Memoria por la Verdad y la Justicia, al cumplirse 48 años del golpe cívico militar que instauró por ocho largos años una feroz dictadura que sumió a la Argentina toda en una oscura noche de terror, hasta que la derrota de los militares en el conflicto bélico en el Atlántico Sur, la descomposición del régimen y las protestas cívicas impulsaron el retorno democrático hacia fines de 1983.
Fue este casi cincuenta aniversario del golpe un 24 de marzo inédito, por la presencia de un gobierno nacional que –por primera vez en democracia- enarbola posturas negacionistas y rechaza la cifra de 30 mil desaparecidos, tomada como símbolo del rechazo al horror durante más de cuatro décadas.
Con epicentro en Plaza de Mayo –pero con réplicas en distintos puntos del país, incluyendo Córdoba, con una marcha gigantesca en la capital que se replicó en distintos puntos de la provincia- la marcha fue convocada por organismos de derechos humanos, junto a agrupaciones políticas, sociales, estudiantiles y gremiales, en el marco de una convocatoria a la que se sumaron reclamos y protestas por las políticas de ajuste económico que aplica el gobierno de Javier Milei.
En forma simultánea al inicio de la marcha, el Gobierno difundió –en tono desafiante a la convocatoria a marchar- un spot con su “versión” sobre lo que vivió el país en la década de 1970 , en la que cuestiona la cifra de los 30 mil desaparecidos, reclama “memoria, verdad y justicia completa” y acusa a los organismos de derechos humanos de haber montado un “gran negocio”.
Según los organismos de DDHH, la de este domingo fue una de las marchas más multitudinarias desde el regreso de la democracia, con la presencia de decenas de Madres y Abuelas ya ancianas, desde sus sillas de ruedas o con bastones, y con una importante participación de jóvenes y familias completas. Por caso, en la ciudad de Alta Gracia, donde hasta hace diez años no se marchaba (por la cercanía con la marcha de Córdoba), miles de personas llenaron seis cuadras de marcha entre el histórico reloj del Tajamar y el centro ciudadano.
A pesar de varios intentos, en la ciudad de Buenos Aires no se logró un acto unificado entre los distintos organismos, con lo cual finalmente se hicieron dos actividades por separado como en años anteriores.
El primero de ellos, convocado por 13 organismos de derechos humanos -entre ellos Abuelas de Plaza de Mayo, Madres de Plaza de Mayo Línea Fundadora, HIJOS Capital y el CELS, entre otros- fue acompañado con la participación activa de la CGT y las dos CTA.
Entre las agrupaciones políticas marcharon referentes de las distintas vertientes del peronismo, como el gobernador bonaerense Axel Kicillof; y del radicalismo, cuyo presidente Martín Lousteau encabezó una columna de organizaciones radicales.
“Es una de las marchas más importantes desde la vuelta de la democracia porque hay cosas que creíamos que estaban resueltas hoy se vuelven a discutir”, expresó Kicillof y remarcó la necesidad de “dejar en claro: memoria, verdad y Justicia y son 30.000”.
Con la consigna “30 mil razones para defender la patria, nunca más miseria planificada”, los organismos marcharon e hicieron público un documento, que se leyó ante la multitud.
“Las constantes provocaciones de (Javier) Milei y (Victoria) Villarruel niegan todos los pactos internacionales con rango constitucional”, advirtió la titular de Abuelas de Plaza de Mayo, Estela de Carlotto, en la primera parte del mensaje, en el que se pidió al Congreso Nacional la sanción de una ley anti negacionista.
La titular de Abuelas agregó luego: “Los principales civiles del terrorismo de Estado continúan en su mayoría impunes: son el poder económico y empresarial del genocidio. Exigimos juicio y castigo ya”.
En el texto, los organismos cuestionaron también una de las últimas medidas adoptadas por el gobierno para combatir el narcotráfico en Rosario: “La participación de las Fuerzas Armadas en conflictos internos pone en riesgo los DDHH de todos”, dijo al respecto la titular de Abuelas.
Luego, le siguió el premio Nobel de la Paz, Adolfo Pérez Esquivel, quien rechazó “el negacionismo y la apología del terrorismo de Estado” que respaldan sectores ligados a La Libertad Avanza.
“El gobierno ejecuta de manera acelerada el plan de ajuste más despiadado de estos 40 años, que es una reedición de la miseria planificada por Martínez de Hoz”, advirtió el dirigente de derechos humanos.
En tanto, el Encuentro Memoria, Verdad y Justicia (EMVJ), junto a organizaciones políticas de izquierda, movimientos sociales y estudiantiles se concentró en otro punto de Plaza de Mayo y leyó su propio documento.
Entre las principales consignas anunciadas a través de un comunicado por el EMVJ se encuentran “Son 30 mil, fue y es genocidio, basta de impunidad”, piden por “el juicio y castigo a todos los genocidas en cárcel común” a lo que suman reclamos coyunturales como el pedido de “un paro y plan de lucha a las centrales sindicales”, el rechazo al pago de la deuda con el FMI y el repudio al “plan reaccionario, de ajuste, entrega y represión de Milei y los gobernadores”, entre otros.
Por otro lado, este domingo fue el primer Día Nacional de la Memoria por la Verdad y la Justicia en 40 años de democracia que los medios públicos no estuvieron presentes oficialmente con sus coberturas en el lugar de los hechos.
“Que la Agencia Nacional de Noticias Télam y la TV Pública estén ausentes el 24 de marzo, es un hecho sin precedentes en los 40 años de democracia. Es una catástrofe, que da cuenta del negacionismo y la censura de este gobierno, que desprecia la libertad de expresión”, señaló el secretario general del Sindicato de Prensa de Buenos Aires (Sipreba), Agustín Lecchi.