Dos ex presos de la Unidad Penitenciaria Nº1 se presentaron ayer a declarar ante el Tribunal Oral Federal Nº1 de Córdoba, en la duodécima jornada del juicio que se sigue a Jorge Rafael Videla y a otros 30 imputados.
Entre los testigos se escuchó el duro relato de Norma Susana San Nicolás, quien estuvo siete años detenida en la Unidad Penitenciaria Nº1. Según dijo, fue secuestrada el 21 de octubre de 1975 y llevada al D2, donde sufrió maltratos varios, sesiones de tortura y vejaciones sexuales. Por entonces era estudiante y delegada del Centro de Estudiantes de la Escuela de Ciencias de la Información.
Durante su declaración, San Nicolás hizo mención de los asesinatos de Diana Fidelman, Esther Barberis, Mirta Abdón, Marta Rosetti de Arquiola, Liliana Páez y Marta González de Baronetto. Sobre esta última, detalló las condiciones infrahumanas en la que dio a luz a su hijo Lucas: “atada y esposada a la cama”.
En otro tramo de su testimonio San Nicolás recordó cuando el teniente Gustavo Adolfo Alsina la llevó para mostrarle el cuerpo estaqueado de José “Cacho” Moukarzel y le dijo: “Mirá lo que soy capaz de hacer con todos ustedes”.
Según indicó, las guardias de Alsina y de Enrique Mones Ruiz “eran las más violentas”. Incluso comentó que muchas de las mujeres presas estaban con sus hijos y que en una oportunidad una de las niñas fue torturada torciéndole un dedo del pie.
Además de San Nicolás, declaró Gustavo Tissera, quien antes de pasar por la actual cárcel de San Martín estuvo bajo arresto en Encausados, imputado por “tenencia de arma de guerra, resistencia a la autoridad y robo de un automotor”. Aunque fue condenado a tres años de prisión, finalmente permaneció nueve años en condición de detenido especial.
Tissera confirmó los relatos de sus antecesores, en especial sobre el estaqueamiento y muerte de Moukarzel, además del asesinato de Raúl “Paco” Bauducco con un disparo en la cara en el patio de la UP1, el 5 de julio de 1976.