La querella en el juicio a los hermanos Castedo por el crimen de la productora rural Liliana Ledesma, ocurrido en la localidad salteña de Salvador Mazza, en septiembre de 2006, pidió la pena de prisión perpetua al pronunciar los alegatos, que continuarán la próxima semana.
Fuentes judiciales y del Ministerio Público de Salta informaron que esta tarde, al reanudarse la audiencia de debate contra los hermanos Delfín Reynaldo Castedo y Raúl Amadeo “Hula” Castedo, los abogados querellantes pronunciaron sus alegatos y, al igual que la fiscal penal de Graves Atentados contra las Personas, Claudia Carreras, solicitaron la pena de prisión perpetua para ambos en calidad de coautores.
Esto ocurrió en la Sala I del Tribunal de Juicio de Orán, del norte salteño, en el marco de la audiencia del juicio a los hermanos Castedo por los delitos de homicidio calificado por alevosía y por el concurso premeditado de dos o más personas.
Al iniciar sus alegatos, el abogado querellante David Leiva se refirió a la sentencia firme del año 2010 de la Justicia provincial, dictada en torno a este caso, a partir de la cual quedó probado que el homicidio de Ledesma, ocurrido el 21 septiembre de 2006 a las 20.30, en la pasarela que unía el barrio YPF con Villa Las Rosas, en la localidad de Salvador Mazza, fue un ataque planificado en lugar, día y hora.
Al igual que lo expresado por la fiscal Carreras, Leiva planteó una modificación en la calificación, considerando que los acusados actuaron en grado de coautoría funcional y tras analizar de manera detallada el derrotero de esta causa hasta que llegó a juicio, destacó el miedo que instaló esta organización criminal, no solo en la familia de Ledesma, sino también en los pequeños productores y en la población de Salvador Mazza.
El letrado concluyó que, si bien los hermanos Castedo no estuvieron presentes en el homicidio de Ledesma, tuvieron intervención en el plan criminal de manera necesaria, bajo la coautoría funcional, distando de ser instigadores.
Para el querellante, ellos pergeñaron el plan y dominaron el conjunto del hecho en cuanto a las circunstancias de modo, lugar y tiempo.
A su turno, la coquerellante Grisel Kolb sostuvo la acusación contra los Castedo, por los delitos de homicidio calificado por alevosía y por el concurso premeditado de dos o más personas en calidad de coautores y solicitó que ambos sean condenados a la máxima pena.
Una vez concluido el alegato de la querella, el tribunal dispuso un cuarto intermedio hasta el próximo martes, a las 16.30, para dar lugar a los alegatos de la defensa técnica de los acusados.
Ayer, Carreras pronunció sus alegatos y pidió la pena de prisión para los hermanos, por considerarlos también coautores de los delitos de homicidio calificado por alevosía y por el concurso premeditado de dos o más personas, y solicitó la imposición de una multa actualizada.
Los hermanos Castedo llegaron al juicio imputados por los delitos de homicidio calificado por alevosía y por el concurso premeditado de dos o más personas y encubrimiento.
Los miembros de la Sala I del Tribunal de Juicio de Orán, los jueces Edgardo Laurenci, Raúl Fernando López y Claudio Alejandro Parisi, están a cargo de las audiencias, que comenzaron el 19 de septiembre pasado, tras haber sufrido siete suspensiones por maniobras de la defensa.
Además de Carreras en representación del Ministerio Público de Salta, y de los abogados querellantes, en ejercicio de la defensa actúan Horacio Daniel Morales y Mariano Ariel Álvarez.
En 2010 la exCámara en lo Criminal de San Ramón de la Nueva Orán había condenado por el mismo hecho a María Gabriela Aparicio, Aníbal Tárraga, Lino Ademar Moreno –actualmente prófugo- y Casimiro Torres, a quienes les impusieron la pena de prisión perpetua.
En tanto Patricia Guerra fue condenada a la pena de diez años de prisión y Juan Moreno recibió la pena de cuatro años de prisión efectiva.
Los hermanos Castedo, considerados los líderes de una organización dedicada al narcotráfico en la frontera de Salta con Bolivia, participan de las audiencias de este juicio por vía remota desde su lugar de detención en el Servicio Penitenciario Federal de Ezeiza, donde se encuentran alojados a disposición conjunta del Juzgado Federal de Orán y de la justicia provincial.
El crimen de Ledesma fue cometido el 21 de septiembre de 2006, en una pasarela peatonal de la localidad de Salvador Mazza, ubicada en la frontera entre Salta y Bolivia, a unos 408 kilómetros al norte de la capital salteña.
Allí, la mujer recibió siete puñaladas, dos de ellas mortales -en el estómago y en el corazón- y un tajo que comenzó en el labio superior y terminó abriendo el inferior dejando al descubierto dientes y encías.
Días antes de ser asesinada, la víctima había denunciado públicamente a los Castedo y al entonces diputado provincial Ernesto Aparicio -hermano de la condenada María Gabriela y fallecido en 2013- por cerrar un camino vecinal que unía Salvador Mazza con Bolivia, para utilizarlo para traficar drogas.
En tanto, Delfín Castedo fue condenado en 2022 a 16 años de prisión por ser el jefe de una asociación ilícita dedicada al narcotráfico y al lavado de activos, por el Tribunal Oral Federal 1 de Salta que, además, impuso penas de entre 3 y 9 años de cárcel a otros seis imputados.
Este proceso, que se extendió durante más de un año, se realizó íntegramente con ambos imputados de manera remota, desde Ezeiza.