Si bien rechazan cobertura de una muerte, piden al seguro mayor claridad en las pólizas

El deceso del asegurado no se produjo debido a un agente externo que actuara de manera súbita y violenta, condición exigida por el documento para indemnizar el fallecimiento

Después de rechazar la demanda por incumpliendo contra de La Segunda Compañía de Seguros Generales SA, al interpretarse que la muerte por infarto no era parte del riesgo cubierto, ya que el fallecimiento del asegurado no ocurrió de una manera súbita o violenta sino por una enfermedad, el Juzgado 2º Civil, Comercial y Familia de Río Tercero exhortó a la aseguradora que, en adelante, cumpla con la entrega de la póliza, lo que no hizo en este caso, e informe debidamente a los contratantes los parámetros del seguro.

El tribunal, además, exhortó a la Superintendencia de Seguros de la Nación (SSN) a que ordene a las compañías que redacten las cláusulas de las pólizas en términos claros y entendibles para los ciudadanos.

En la causa, la demandante relató que su difunto padre, V. M. R., era chofer de camiones y asegurado y beneficiario de un seguro de accidentes personales brindado por la demandada. Manifestó que el 14/7/2019 aquél se encontraba en el puerto de Rosario esperando para descargar, momento en que sufrió un infarto luego del esfuerzo para destapar la lona que cubría la carga, argumentando que el hecho súbito y violento ocurrió a causa de un agente externo. La accionante agregó que el hombre fue encontrado descompensado, con el camión destapado y en marcha.

Dinámica

La parte demandante sostuvo que, pese a denunciar el hecho, el seguro rechazó el siniestro alegando que, en virtud de la dinámica denunciada, no correspondía a un hecho súbito y violento, causado por un agente externo, por lo tanto no cumplía con lo estipulado en la cláusula N° 2 de condiciones generales de póliza.

Finalmente, la reclamante destacó que la aseguradora jamás entregó una copia de ésta, por lo que su familia no conocía qué es lo que señala la cláusula N° 2 en cuestión.

El tribunal, a cargo de la jueza Silvana del Carmen Asnal, indicó que los riesgos cubiertos por dicha póliza eran muerte por accidente, incapacidad permanente, asistencia médica y farmacéutica, y agregó que la póliza definió el concepto de accidente como todo acto o hecho que deriva de una causa violenta, súbita, externa e involuntaria del que resulta una lesión corporal que pueda ser determinada por los médicos de una manera cierta.

Acta

La magistrada valoró que V. M. R. falleció en ocasión en que se encontraba en el puerto de Rosario, en su camión, a la espera de su turno para descargar, y resaltó que en el acta de defunción se consignó que la causa de la muerte fue una enfermedad. De allí que, como aquélla no fue producto de un accidente, la compañía de seguros denegó la cobertura.

En definitiva, de todo lo expuesto el tribunal concluyó que la enfermedad que causó la muerte, según el acta de defunción, no tiene cobertura en el seguro de accidentes personales contratado.

Por consiguiente, Asnal sostuvo que fue correcta la denegación de cobertura realizada por la parte demandada, al observar que el infarto no puede considerarse un accidente, conforme la definición de éste prevista en la póliza, porque no sucede debido a un hecho externo al agente que lo sufre, razón por la cual tampoco merece cobertura.

Asimismo, la sentenciante indicó que un infarto traumático, es decir, ocasionado por un agente externo a la voluntad del sujeto que lo sufre, sí podría obtener cobertura del seguro, pero para ello debe quedar debidamente acreditada la relación causal entre el hecho externo y el infarto, lo que en este caso no ha sido probado.

En consecuencia, en el fallo se resolvió rechazar la demanda por incumplimiento contractual.

Exhortación

Sin perjuicio de ello, la jueza exhortó a la compañía demandada a que adopte medidas efectivas tendientes a que sus clientes tengan acceso a información “clara, precisa y detallada sobre los productos que contratan”, e igualmente señaló que deberá acreditar el cumplimiento de la resolución 219/2018, SSN, que regula lo que se denomina “entrega de la póliza por medios electrónicos”.

Finalmente, solicitó a la referida superintendencia nacional que ordene a las compañías de seguros la implementación de pólizas de lectura fácil y accesible, “que se emitan en lenguaje claro y no técnico; y en un formato que resulte agradable y atractivo para el lector (tipografía, diseño, tipo de papel, color, etcétera) a fin de garantizar que todos los usuarios tengan completa y real comprensión de lo que contratan”.

Además, indicó a ese organismo de contralor que ordene la implementación de pólizas que sean accesibles para personas con discapacidades permanentes o transitorias, adultos mayores, personas extranjeras, personas con escasa escolarización, etcétera.