En Salta, la jueza de Ejecución y Sentencia del Tribunal Oral Federal N° 2, Gabriela Catalano, revocó la prisión domiciliaria de Juan Soria Villalba, un líder del culto umbanda condenado por trata, y ordenó su alojamiento en una unidad del Servicio Penitenciario Federal (SPF).
La decisión fue en sintonía con lo solicitado por la Defensoría Pública de Víctimas y la Fiscalía de Ejecución y Sentencia.
La defensa intentó retener el beneficio, pero los argumentos expuestos fueron ampliamente rebatidos.
Soria Villalba fue condenado a 9 años de prisión el 19 de mayo de 2023, a instancias de la acusación sostenida por el fiscal general Eduardo José Villalba. También fue sancionada su pareja, María Ester Arroyo, quien recibió 8 años y 2 meses de prisión.
En ambos casos, las penas fueron impuestas en calidad de coautores del delito de trata de personas con fines de explotación sexual agravada por intimidación, por la vulnerabilidad de las víctimas, por haberse consumado la explotación y por ser los imputados ministros de un culto religioso, y por las lesiones leves perpetradas a dos víctimas.
“Pae” y “Mae”
El caso, considerado emblemático en materia de trata de personas con fines de explotación sexual en Salta, se inició en febrero de 2021, a raíz de una denuncia que sindicó a los acusados en el rol de “Pae” y “Mae” dentro del culto Umbanda y Kimbanda, cuyas actividades religiosas estaban dirigidas venerar a San La Muerte en un santuario ubicado a pocas cuadras del casco céntrico de Salta.
Según se acreditó en el juicio, como “líderes espirituales”, los penados captaban a personas en estado de vulnerabilidad, a quienes le prometían bendiciones y ascensos dentro del culto a cambio de que aportaran determinadas sumas de dinero, para lo cual debían prostituirse y entregar entre el 40 y el 70 por ciento de las ganancias.
Se probó que proyectaron y lograron comprar el inmueble del templo con los fondos que les proveyeron las damnificadas.
Para sus cometidos, la pareja tenía a las víctimas bajo vigilancia constante e, incluso, promovieron que una de ellas fuera explotada sexualmente en provincias vecinas y en Bolivia.
Mediante distintos ritos, las mujeres eran sometidas a castigos corporales y psicológicos cuando no cumplían con las demandas, o bien las relegaban en la “carrera eclesiástica”, maniobras intimidatorias consideradas aberrantes por su efecto traumático.
Reparación integral
Además de los aspectos fácticos y jurídicos, el caso también cobró relevancia por la reparación integral de más de 12 millones de pesos dispuesta para una de las víctimas, mientras que a otra se le devolvió una importante cantidad de dólares incautados en el templo, que fue embargado.
Antes de la revocatoria de la domiciliaria de Soria, el 9 de enero pasado la Fiscalía logró que cayera el beneficio de Arroyo, quien se quedó en su casa bajo el argumento de que debía cuidar a su pareja, que padecía un severo estado de salud por una operación de vejiga pendiente, un aspecto que fue rebatido por el fiscal Carlos Amad con fallos favorables en las dos salas del tribunal de revisión.
Excusas
Al momento de acompañar el pedido de revocatoria instado por el defensor público de víctimas Nicolás Escandar, Amad repasó el legajo de Soria Villalba desde que fue detenido, el 20 de febrero de 2022, tras estar prófugo.
Precisó que su permanencia en la cárcel se extendió hasta el 31 de mayo del 2023, cuando le fue concedido el arresto domiciliario por razones de salud, una situación que logró extender con pedidos de estudios médicos pendientes, tal como, recordó Amad, pretendió hacer con un turno fijado para el 29 de este mes.
El fiscal exigió el inmediato alojamiento del acusado en la unidad carcelaria federal. “Que vaya a la cárcel y cumpla ahí su pena, no en la casa”, requirió. A la vez, resaltó el derecho de igualdad ante la ley, desechó las razones de salud aludidas por su defensa y afirmó que, en el caso, “no hay excepcionalidad para autorizar la violación de la igualdad”.
Amad fundó su pedido en base al certificado expedido por un médico cirujano, quien reportó que Soria Villalba fue intervenido con éxito el 5 de marzo pasado y que solo faltaban una serie de curaciones, pero que la dolencia por la afección en la vejiga fue superada.
Sostuvo que el condenado obtuvo el alta hospitalaria el 8 de marzo y que el 15 de ese mes tuvo un control. “Desde esa fecha no registra ninguna otra consulta médica, o sea que hace un mes que no requiere atención sanitaria, según surge de un informe remitido por el hospital local”, explicó.
“Se le terminaron las excusas. Tiene que ir detenido a una cárcel federal, no hay modo de que siga con esta modalidad, ya que no tiene una enfermedad que no se pueda atender dentro del penal, donde hay médicos y enfermeros, que muy bien le pueden hacer las curaciones que restan”, agregó.
Para la fiscalía, Soria Villalba usó cuestiones de salud para engañar y eludir la prisión. “Cuando incurrió en los aberrantes delitos de trata no estaba enfermo”, sumó.