Revocan sentencia que negó reparación aplicando el nuevo Código Civil

En el caso, la accionante denunció que fue maltratada por el personal de vigilancia de un supermercado, luego de que se activó la alarma del local por la prótesis de titanio que tiene en su columna. La alzada condenó a la firma a pagarle 20 mil pesos. [privado] La Sala I de la Cámara en lo Civil y Comercial de San Martín revocó la sentencia de primera instancia que rechazó la demanda por daños y perjuicios presentada por una mujer discapacitada que fue maltratada por el personal de seguridad de un supermercado. Así, aplicando el nuevo Código Civil y Comercial, condenó a la firma accionada a abonarle a la actora la suma de $20.000 en concepto de daño moral. En el caso, M. L. entró al establecimiento comercial y se activó la alarma del local, ya que tiene una prótesis de titanio en su columna vertebral. A pesar de la explicación que dio, los empleados la trataron indignamente. Los camaristas Carlos Lami y Manuel Sirvén subrayaron que la normativa vigente desde el 1 de agosto incorpora una serie de principios generales relacionados con el consumidor que actúan como una “protección mínima”, regulándose lo atinente a la relación y al contrato de consumo y su interpretación y prelación normativa. Así, recordaron que establece en su artículo 51 que “la persona humana es inviolable y en cualquier circunstancia tiene derecho al reconocimiento y respeto de su dignidad”. Daño moral Al respecto, los magistrados sostuvieron que “el maltrato, la falta de colaboración de los dependientes de una empresa para con el consumidor o usuario, que en el caso particular resulta una persona discapacitada, configuran una violación a la obligación de trato digo, debiendo, en consecuencia, exigirse con mayor rigor el cumplimiento de los deberes a cargo del polo más fuerte en la relación de consumo”. En tanto, los vocales destacaron que la legislación dispone que “hay daño cuando se lesiona un derecho o un interés no reprobado por el ordenamiento jurídico, que tenga por objeto la persona, el patrimonio, o un derecho de incidencia colectiva”. Según la alzada, el mal trato que recibió la accionante -que se acreditó- le causó un daño de carácter moral, ya que la concucta de los dependientes de la empresa afectó sus sentimientos y vulneró su derecho a la paz y tranquilidad, al causarle angustia y ansiedad. [/privado]

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