Juró como vocal del Tribunal Superior de Justicia (TSJ) de Córdoba María Marta Cáceres de Bolatti. La nueva magistrada se refirió al desafío que la espera en su función, opinó sobre el anteproyecto de Código Penal y adelantó su postura sobre el funcionamiento del jury.
En el Salón de los Pasos Perdidos del Palacio de Tribunales I, María Marta Cáceres de Bolatti juró el viernes como nueva vocal del Tribunal Superior de Justicia de Córdoba, en reemplazo de la jubilada María Esther Cafure de Battistteli.
Lo hizo luego de siete años de trabajar como fiscal Adjunta en el Ministerio Público y tras poco más de dos años de hacerse cargo provisoriamente de la Fiscalía General, tras la partida de Darío Vezzaro.
Cáceres de Bolatti fue uno de los candidatos propuestos por el gobernador José Manuel De la Sota que recibió mayores elogios y ninguna objeción para ocupar el cargo, durante la audiencia pública en la Legislatura Unicameral. Fue reconocida por su capacidad de trabajo, su profesionalismo, honestidad y “don de gente”.
Tras jurar como vocal en el mismo acto en que lo hizo Alejandro Oscar Moyano como nuevo fiscal General y María Alejandra Hillman y Héctor René David como adjuntos, Comercio y Justicia dialogó con la magistrada.
–¿Alguna vez se imaginó integrando el TSJ de Córdoba?
–Me recibí muy joven, apenas cumplidos 21 años, con muchos ideales y sueños. Entre ellos debe haber estado también éste. En ese momento me desempeñaba como empleada en Tribunales y comencé casi inmediatamente mi actividad docente en la Universidad Nacional de Córdoba. Al poco tiempo renuncié para ejercer la profesión, tuve y tengo actividad académica, estuve en la función pública y volví al Poder Judicial como fiscal Adjunta. Tuve el gran honor de desempeñarme a cargo de la Fiscalía General. Supongo que todos estos pasos colaboraron para aspirar a aportar toda esta experiencia a esta nueva función.
–¿Se habría sentido más cómoda si hubiera sido designada fiscal General, teniendo en cuenta la cantidad de años que allí trabajó?
Estuve siete años en la Fiscalía General con una actividad desplegada en casi todos sus ámbitos. Los dos últimos años me desempeñé a cargo de la Fiscalía General. Nunca me sentí limitada en el cumplimiento de las tareas y responsabilidades que el cargo conlleva. Al contrario, ejercí plenamente esa función. Fue una de las experiencias más importantes de mi vida profesional. Existía la posibilidad de ser designada en el cargo y se dio en cambio la de mi designación como vocal del TSJ, que no sólo me honra sino que implica un nuevo desafío .
–¿Fue difícil hacerse cargo de la Fiscalía General durante estos años sin fiscal titular?
–En realidad, más que para la Fiscalía General fueron tiempos de gran exigencia para el Ministerio Público Fiscal en su conjunto. En lo personal, mi gran fortaleza fueron precisamente todos sus integrantes. La particular estructura que tiene esta institución me permitió una dinámica que espero nos haya fortalecido mutuamente. Trabajé para coordinar, apoyar y respaldar a los fiscales cuando era necesario hacerlo y correlativamente también me sentí apoyada y respaldada por ellos en mi función. Tuve además en el ámbito de la Fiscalía General un equipo de trabajo capaz, comprometido e incondicional en el cumplimiento de sus tareas. Más que difícil diría que este período fue una de las etapas más enriquecedoras y significativas tanto en los ámbitos profesional como personal.
–¿Que impronta le gustaría imprimirle a su gestión en el TSJ?
–En realidad, me sumo a un grupo humano por el que tengo un gran aprecio personal y un profundo respeto intelectual. Al margen de las individualidades de cada uno, creo que compartimos una visión común, que en todo caso ha sido siempre un norte en el cumplimiento de las funciones que he desempeñado; quienes estamos en la Justicia, en cualquier ámbito que nos toque, prestamos un servicio. Y a mayor responsabilidad en el cargo, mayor debe ser nuestro compromiso. Quisiera ni más ni menos trabajar y poder dar respuestas.
–Más allá de la actividad jurisdiccional, cada vocal tiene un campo de acción sobre el cual trabaja; Caffure, por ejemplo, se ocupó mucho del tema violencia familiar ¿Hay alguna temática sobre la cual a usted le interesaría trabajar?
–En realidad todo me interesa y lo haré con gusto. Pero creo que sería bueno aprovechar mi experiencia en algunas materias; por ejemplo la violencia familiar que menciona ha sido motivo de gran preocupación en mi gestión en el Ministerio Público. También me interesaría trabajar en lo concerniente al acceso a la Justicia y la búsqueda de alternativas para una efectiva y oportuna respuesta por parte de ésta. Trabajar temáticas que preocupan a la sociedad y hacerlo juntamente con el Ministerio Público, cada uno desde su rol y con todas las instituciones y actores involucrados, fue una tarea que realicé en la Fiscalía General y que me interesaría continuar y profundizar.
–¿Qué opinión le merece el anteproyecto del Código Penal?
–Más que expresarme sobre aspectos puntuales que –le adelanto– en algunos casos en principio no comparto, quisiera hacerlo desde una óptica más general. Se trata de una reforma sobre una de las materias hoy más delicadas y sensibles para la sociedad. Ello amerita aún más que las modificaciones que se introduzcan sean el resultado de una consulta lo más amplia posible y con un profundo debate. Creo, en conclusión, que este anteproyecto debe ser un punto de partida para trabajar en ese sentido.
–¿Está de acuerdo con que se elimine la reincidencia como agravante de la pena?
–No.
–Recientemente la Corte Suprema ha modificado los criterios para aplicar la prisión preventiva, lo que ha beneficiado a varios detenidos ¿Qué opina sobre esta decisión?
–Como bien dice, hay una decisión de la Corte Suprema. El TSJ de la Provincia de Córdoba también se ha pronunciado en consecuencia y en consonancia con la postura del Máximo Tribunal de la Nación, entendiendo que no podía ser de otra manera aunque haciendo algunas consideraciones. Existiendo ya una respuesta institucional creo que no resulta conveniente ni oportuna una opinión personal sobre el tema.
–Usted integra el Consejo de la Magistratura de Córdoba y en su cargo de vocal puede tener que integrar alguna vez el jury. ¿Qué opina sobre el funcionamiento de este cuerpo? A su criterio ¿sería necesario introducirle cambios para que funcione mejor?
–He participado durante mi gestión en la Fiscalía General de varios procesos de enjuiciamiento, desde el rol de órgano acusador que le cabe por ley. En ese sentido, creo que deben buscarse mecanismos para agilizar las respuestas, tanto cuando corresponde desestimar como llevar a cabo el jury de enjuiciamiento. Entiendo que hay un proyecto en la Legislatura, cuyos detalles no conozco, pero que por trascendidos podrían ir en ese sentido.
[Best_Wordpress_Gallery gallery_type=”image_browser” theme_id=”1″ gallery_id=”1″ sort_by=”order” image_browser_width=”800″ image_browser_title_enable=”0″ image_browser_description_enable=”0″ popup_width=”800″ popup_height=”500″ popup_effect=”none” popup_interval=”5″ popup_enable_filmstrip=”1″ popup_filmstrip_height=”50″ popup_enable_ctrl_btn=”1″ popup_enable_fullscreen=”1″ popup_enable_comment=”1″ popup_enable_facebook=”1″ popup_enable_twitter=”1″ popup_enable_google=”1″ watermark_type=”none” watermark_link=”0″]