Acusado de celebrar un “acuerdo espurio” con la policía para evitar los controles y así poder infringir las normas básicas de seguridad, el gerenciador del boliche Cromañón, Omar Chabán, fue condenado a 20 años de cárcel, la pena más dura que aplicó ayer el Tribunal Oral 24 porteño, que lo encontró responsable del delito de incendio doloso seguido de muerte y cohecho activo.
En el mismo sentido, los jueces María Cecilia Maiza, Raúl Llanos y Marcelo Alvero decidieron sentenciar con 18 años al ex manager de Callejeros, Diego Argañaraz, y al subcomisario Rubén Díaz, acusándolos a ambos como partícipes necesarios del delito de incendio doloso y cohecho.
En un extenso fallo de 2.512 páginas, los magistrados remarcaron que a lo largo del juicio oral quedó demostrado que el manager del grupo Callejeros pagó a Chabán la suma de al menos 700 pesos para que Díaz, como jefe del operativo, omitiera los controles dentro de Cromañón la fatídica noche del 30 de diciembre de 2004.
No hubo pruebas
El beneficio de la duda jugó a favor de los músicos de la banda, quienes, por unanimidad, resultaron absueltos de culpa y cargo. Ocurre que para el tribunal, no existe prueba que demuestre que éstos hubiesen tenido conocimiento del pago de la coima a Chában y la policía, o hubiesen tenido algún grado de participación en la organización del evento.
Así, arrojaron por tierra la mencionada “horizontalidad” en la toma de decisiones a la que aludieron los integrantes de Callejeros. “Ello no constituyó más que una estrategia de defensa, que si bien permaneció hermética a lo largo de la instrucción, a poco de transitar el juicio comenzó a mostrar sus debilidades”.
“El propio Omar Chabán señaló que con el único del grupo con el que hablaba era con Argañaraz”, afirma el veredicto.
Siguiendo esta línea de razonamiento, para los magistrados quedó demostrado que Argañaraz es quien indiscutidamente desempeñaba la función de manager. “Es quien se ocupaba de las contrataciones -formales o no-, de la elección de los lugares, de llevar a cabo las conversaciones con los distintos dueños de los establecimientos, y también quien tomaba parte en las liquidaciones de que se tratara. La agenda secuestrada en su poder es cabal demostración de las tareas a su cargo”, remarcaron.
Mientras Chabán fue considerado como “el hacedor del pacto espurio con el subcomisario Díaz”-para los jueces-, “Argañaraz, al consentirlo y permitir que el dinero suyo y de la banda abonara este rubro, participó activamente de la maniobra”.
Otros condenados
Raúl Villarreal, su mano derecha, fue absuelto por estrago doloso y homicidio simple, aunque recibió un año de prisión en suspenso como partícipe secundario del delito de cohecho activo.
También fueron condenadas a dos años y cuatro de inhabilitación, la ex subsecretaria de Control comunal del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, Fabiana Fiszbin, y la ex directora de Fiscalización y Control, Ana Fernández, ambas acusadas por incumplimiento de los deberes de funcionario público.
Para los que recibieron penas mayores a dos años, el tribunal fijó pautas de conducta: tienen prohibido salir del país, no pueden abandonar su domicilio por más de