El juez Luis Rodríguez decretó el fin de la instrucción de la causa por incitación a la discriminación seguida en contra del dirigente Luis D’Elía y dispuso la elevación a juicio oral del caso.
De ser declarado culpable en el proceso que comenzó con la denuncia de la Delegación de Asociaciones Israelitas Argentinas (DAIA), el acusado podrá sufrir una pena de hasta tres años de prisión.
La causa se inició en la Justicia porteña, pero luego el expediente pasó al fuero Federal.
D’Elía quedó involucrado en la pesquisa por haber difundido en un programa de radio y por la red social Twitter ideas cuyo contenido, según estima la Justicia, podrían alentar o incitar el odio o la persecución en contra de los integrantes de la comunidad judía en el país.
Al encartado se le enrostra haber difundido por medios masivos de comunicación -el 21 de junio de 2011, en un programa en Radio Cooperativa AM 770, y por Twitter, el 5 de julio del mismo año- conceptos con capacidad para alentar la discriminación.
Sueños compartidos
En la radio se refirió al escándalo generado a partir de las revelaciones sobre los desmanejos de Sergio Schoklender mientras estuvo al frente de la Fundación Sueños Compartidos, de Madres de Plaza de Mayo, que tenía como misión construir viviendas sociales con fondos públicos del Estado nacional, objetivo que Schoklender no cumplió y que derivó en desvíos millonarios que se están investigando. Por el caso están imputados varios ex funcionarios del anterior gobierno.
Al hablar sobre Schoklender, D’Elía consideró: “Habría que investigar cuáles son las ligazones de este pibe con el servicio de inteligencia, porque no se puede hacer tanto daño gratuitamente”.
Y agregó: “Vos mirás la lista de estos muchachos y son todos paisanos, encabezados por ellos dos, hijos de un hombre traficante de armas vinculado a la dictadura”. Se refirió así a los hermanos Schoklender, quienes manejaron el destino de la Fundación Sueños Compartidos durante muchos años.
Para el juez, con sus dichos lesionó el concepto sobre las personas judías y generó el riesgo de que se las equipare a “parricidas”, “vendedores de armas”, “colaboradores del terrorismo de Estado” o “miembros de servicios de inteligencia que forman parte de una operación tendiente a desprestigiar a Madres de Plaza de Mayo”.
En cuanto al episodio en Twitter, nuevamente usó el término “paisanos” en un intercambio de tuits con Diego Kravetz, quien por entonces era candidato a vicejefe de Gobierno de la ciudad de Buenos Aires, en fórmula con Jorge Telerman, ambos judíos.
Según el magistrado, los sucesos alentaron sentimientos discriminatorios y atentan contra la convivencia pacífica en la población.
Además, tomó en cuenta que las expresiones públicas ocurrieron en un contexto social de elecciones políticas, en las que el imputado representaba un sector y tenía pretensiones de ser candidato.
Cuando se anotició de que lo llamaron a declarar, dijo en declaraciones radiales que le parecía un disparate y adujo que la palabra “paisano” es un sustantivo, no un adjetivo. “No califica a nadie, es un abuso del sionismo en Argentina”, sostuvo.
“Paisano”
Ante el juez, negó haber cometido discriminación al llamar “paisano” al ex apoderado de la Fundación Madres de Plaza de Mayo y se justificó al señalar que “su candidato” a presidente era el ministro de Economía, Axel Kicillof, “perteneciente a la comunidad judía”.
“El término paisano lo utilicé de manera afectiva. Es una palabra nuestra, íntegra y amable. Jamás la utilicé con la intención de discriminar a nadie”, sostuvo.
Rodríguez procesó a D’Elía en septiembre de 2014.
Hace poco más de un mes, la Sala IV de la Cámara Federal de Casación Penal falló en contra del encartado e hizo lugar al recurso presentado por la DAIA, querellante en la causa, revocando la resolución que declaró prescripta la acción.