Le aumentan la cuota alimentaria a un padre denunciado por violencia sexual contra su hija

El monto pactado databa de tres años y era insuficiente para las necesidades de la menor de edad, quien -además- requiere tratamiento psicológico y médico por lo vivido

Con sustento en los más de tres años que pasaron desde que se acordó una suma fija en concepto de cuota alimentaria; en que el padre obligado tiene capacidad laboral para incrementar sus ingresos y en que -después de ser denunciado por violencia sexual contra su hija- la madre tuvo que encargarse del cuidado total de la niña, además de asistirla para un tratamiento psicológico, el Juzgado de Primera Instancia de Familia de 5ª Nominación de Córdoba elevó a 40% del salario mínimo vital y móvil (SMVM) la mensualidad que debe pagar el progenitor.

La madre solicitó la modificación de la cuota a favor de su hija menor de edad en un monto equivalente a 50% del SMVM, fundamentando su pedido en que el hombre había pagado en los últimos meses $8.000, equivalente al piso de la mesada, y que -debido a la inflación- esa cifra se encuentra desactualizada y es insuficiente para cubrir las necesidades de la niña.

La mujer alegó, además, que debido a la existencia de una orden de prohibición y restricción de comunicación y de una denuncia de violencia familiar de índole sexual contra el padre, la niña debe realizar un tratamiento psicológico y médico, circunstancia que ha generado un incremento en los gastos que insume su cuidado.

Antecedentes

Al resolver, la titular del juzgado, Susana María Squizzato, indicó que de los antecedentes del caso surge que han transcurrido casi tres años desde que la cuota alimentaria fue pactada, y que al momento del acuerdo la menor tenía cuatro años de edad.

El tribunal destacó que la mayor edad de la hija presupone per se que requiere de mayores gastos de manutención en rubros que incluyen su alimentación, educación, esparcimiento y recreación, vestimenta, habitación, asistencia, salud, todos los cuales se presumen sin necesidad de que sean probados en toda su extensión.

El fallo derivó que así lo ha estimado la representante legal de la menor de edad, desde que deben contemplarse los gastos que demandan su normal crecimiento y desarrollo, los que se presumen sin necesidad de prueba al respecto, por ser que se encuentra en edad escolar.

Por lo demás, la jueza consideró, que a partir del hecho denunciado, que dio origen a las causas de violencia familiar y a la denuncia ante la fiscalía de delitos sexuales, la progenitora alega que ha debido incurrir en mayores gastos de tratamientos psicológicos y médicos, gastos que no fueron desconocidos por el progenitor y que pueden inferirse a partir de las reglas de la experiencia.

Asimismo, el juzgado destacó que el progenitor tiene mayor posibilidad de realizar otra actividad económica a los fines de incrementar sus ingresos acreditados de manera formal, atento a la disponibilidad de media jornada más, estimando que el hombre debe hacer todos los esfuerzos necesarios para cubrir las necesidades alimentarias de su hija.

Cuidados

Además, la magistrada tuvo en cuenta que es la madre quien comparte más tiempo de cuidado personal con la niña y, por ende, ejercer mayores tareas de cuidado y actividades domésticas en su beneficio, como cocinar, lavar su ropa, encargarse de su aseo, llevarla al colegio, a cumpleaños, a actividades de recreación, etcétera, actividades comunes que demanda el cuidado de una niña de su edad, y que consumen mayor tiempo y dinero para la mujer.

De lo expuesto, la jueza estimó que estas tareas tienen un valor pecuniario, hoy ya reconocido expresamente por la ley de fondo. En tal sentido, el artículo 660 del Código Civil y Comercial establece: “Las tareas cotidianas que realiza el progenitor que ha asumido el cuidado personal del hijo, tienen un valor económico y constituyen un aporte a su manutención”.

De ello se infirió que las tareas de cuidado que deben considerarse un aporte económico a su manutención, se han incrementado también debido a los hechos que generaron las medidas de restricción de comunicación entre el progenitor y la niña, dictadas por el Juzgado de Niñez, Adolescencia, Violencia Familiar y de Género.

En consecuencia, en el fallo se resolvió que debe proceder la modificación del piso de la cuota alimentaria en el monto equivalente a 40% del SMVM, ya que el piso $8.000 deviene insuficiente para cubrir sus necesidades vitales e impostergables, agregando que ese aumento debe retrotraerse a la fecha en que el progenitor tuvo conocimiento del pedido de reajuste de la cuota.