Indemnizan por daño moral y pérdida de chance a una hija no reconocida durante 20 años

El magistrado valoró el destrato, el desinterés y la falta de cumplimento paternos, que configuraron actos de violencia, no sólo económica sino también psicológica, creyendo que nada le debía, siendo que no estuvo en su niñez y jamás pagó cuota alimentaria alguna

El Juzgado Civil, Comercial y Familia de la ciudad de Bell Ville admitió la demanda de daños y perjuicios por falta de reconocimiento filiatorio extramatrimonial tempestivo, condenando al progenitor a abonar a la actora dos millones de pesos por daño moral; $5.633.170,40, por pérdida de chance actual, y $5.791.122,40 por pérdida de chance futura, más intereses.

La actora inició la demanda a los 38 años de edad contra su padre, quien luego de ser notificado y a instancia de su letrado se hizo el estudio de ADN a los fines de determinar la filiación.

Los resultados de ese estudio determinaron que la probabilidad de paternidad del demandado es de 99,999% y éste la reconoció el 30 de mayo de 2019 ante el Registro Civil. La mujer narró que su madre, de condición humilde, se desempeñó como empleada de un club y se jubiló como portera de una escuela, mientras su padre gozó de otra situación económica.

El juez Eduardo Bruera indicó que si bien el progenitor tuvo un comportamiento positivo y de colaboración con el juicio de filiación y se sometió a la prueba genética de ADN y posteriormente reconocimiento, ello “no lo exime respecto de su responsabilidad por los daños provocados en su propia hija” durante casi 20 años.

El magistrado destacó que la conducta omisiva o retardataria del reconocimiento de hijo extramatrimonial constituye una conducta antijurídica y resulta evidente que los daños generados por la ausencia de filiación paterna son consecuencia directa de esa omisión o retardo.

Así, como parámetro para cuantificar el daño moral consideró el trastorno depresivo mayor que según el informe pericial, considerando justo y equitativo la suma de dos millones de pesos.

En cuanto a la pérdida de chance, el tribunal sostuvo que la materia resarcible no equivale a la privación de la ventaja sino a la pérdida de la ocasión de lograrla, por lo que el resarcimiento es menor que en la hipótesis de un verdadero lucro cesante.

Pasado

De ese modo, Bruera analizó el rubro respecto del pasado, sostuvo que -antes de efectuar los cálculos aritméticos- consideró primordial dejar despejado que los jueces deben considerar integralmente el “alea” que afecta la realización de la chance perdida. por lo que la indemnización deberá ser, en principio, menor que la que correspondería en caso de certeza total del daño, derivando que de la suma que resulta del cálculo del rubro lucro cesante actual y futuro debe efectuarse una reducción en función de la chance efectivamente perdida, que para este caso se establecen en 50% del aquel guarismo.

Luego el fallo señaló que para efectuar su cálculo abrevó en el método del “cómputo lineal de las ganancias perdidas”, debiendo considerarse el período que transcurrió desde el año 2007 (fecha de su pedimento) hasta el dictado de la presente resolución.

Asimismo, recurrió a la diferencia entre los ingresos mensuales estimados de los hermanos de la actora y el suyo propio (82.492,10 – 18.479,80 = $ 64.013,30) x 176 meses, lo que arroja la suma de pesos $ 11.266.340,80 reducida en un 50 % determina la procedencia de este rubro por la suma de $5.633.170,40.

Futuro

Con relación a la pérdida de chance futura, se precisó que el período de pérdida de chance es de 33 años -el plazo comprendido entre el año 2020 y el 2055 (fecha en la cual tendría 72 años-.

Por lo expuesto, señaló el magistrado que la suma obtenida por lucro cesante futuro, debe reducirse en la proporción de 50% para estimar la pérdida de chance sobre ganancias que podría haber obtenido la actora esto es la suma de $5.791.122,40

Finalmente, el juez estableció que la tasa de interés que corresponde aplicar al rubro pérdida de chance pasado, desde la fecha de 26 de agosto 2007, la tasa pasiva promedio nominal que publica el Banco Central con más dos por ciento nominal mensual, hasta la fecha de la presente resolución, en un todo de acuerdo con el criterio sustentado por la Sala Civil del Tribunal Superior de Justicia de la Provincia de Córdoba.

Sin embargo, se agregó que no ocurre lo mismo con el capital que se ha otorgado por el rubro pérdida de chance futura ya que, al tratarse de una etapa no alcanzada por la mora, a la suma resultante no cabe adicionar intereses moratorios.