Indemnizan autodespido por acoso sexual de un jerárquico de una cadena de farmacias

La trabajadora damnificada sufrió “caricias” y “toqueteos” de un gerente, quien, al ser rechazado, utilizó su cargo para hostigar a la mujer. Según testigos, esa conducta se repitió con otras empleadas

La Sala 1ª de la Cámara del Trabajo de Córdoba hizo lugar a una demanda y ordenó pagar la indemnización por antigüedad y omisión del preaviso al constatar el acoso sexual de un superior jerárquico hacia la trabajadora accionante, quien se desempeñaba en la demandada Farmacity SA.

Paralelamente, el tribunal condenó a la empresa a realizar talleres y/o capacitaciones de visibilización y abordaje referidos a la violencia de género bajo apercibimientos en caso de incumplimiento, de abonar una multa equivalente a cinco jus por para día de retraso y por el término de 30 días, a favor de la damnificada.

La trabajadora destacó que sufrió conductas de acoso por parte de su jefe, lo que motivó que la trasladaran de sucursal y una licencia médica por tratamiento psicoterapéutico y psicofarmacológico. Agregó que fue notificada del otorgamiento de las licencias vacacionales durante el transcurso de la carpeta y del inicio del periodo de reserva de puesto de trabajo, tras lo cual denunció el hecho ante Ministerio de Trabajo provincial y se dio curso al Protocolo de Actuación por Violencia Laboral.

En el marco de las actuaciones administrativas la víctima intimó a la demandada a que cesaran los actos de hostigamiento bajo apercibimiento autodespedirse, lo cual efectivizó invocado la existencia de mobbing .

Negativas

La accionada negó los hechos de violencia, acoso y hostigamiento imputados al gerente, como también los telegramas cursados, desconociendo las carpetas médicas y los actos vinculados a ellas. Sí admitió recibir la denuncia del episodio de violencia, pero destacó que no se pudo comprobar la situación de maltrato psicológico (mobbing y/o acoso) y/o agresión física.

El tribunal integrado por el vocal Víctor Hugo Buté señaló que la actora rompió el vínculo laboral invocando el incumplimiento del deber de seguridad y el abuso del poder de organización e inacción de las potestades disciplinarias que derivaron en una situación de acoso o mobbing laboral, que le ocasionaron un perjuicio que hizo imposible su continuidad.

El magistrado precisó que un testigo confirmó que la actora tuvo un problema con el gerente de la sucursal donde ocurrieron los hecho, que “sufrió acoso de parte de G. O.” y expresó tras ello el jerárquico daba órdenes a otros empleados para que se las transmitieran a la damnificada, conducta que se mantuvo por “varios meses” y que también pudo observar “caricias” y “toqueteos” del superior; y que, pese a que la actora mostraba distancia, la desigual relación de cargos le dificultaba evitar la situación, que se repetía ante la presencia de terceros.

El fallo apuntó que testimonios similares demostraron que la conducta del jefe no sólo afectaron a la demandante sino también a otras trabajadoras como destinatarias.

Para Buté, tales manifestaciones ponen de manifiesto la reprochable conducta desplegada por el acusado, quien la mantuvo a través del transcurso del tiempo mientras ostentaba un cargo gerencial, circunstancias que sin duda agravan los hechos.

Continuado con el examen de la prueba oral colectada, el tribunal avizoró que también brindó su versión otra testigo, confirmando que era precisamente el gerente quien se encargaba de los horarios de los empleados de sucursal, “lo que torna absolutamente verosímil los dichos” de la demandante, en orden a la actitud vengativa asumida por el gerente por el rechazo de la mujer, como así también los actos de represalia consumados en el contexto de la prestación de tareas.

Injuria

Con respecto a la injuria y a la justificación de la actitud rupturista asumida por la demandante, el vocal indicó que encontraba pleno respaldo en la gravedad de los hechos consumados por el jerárquico, precisando que “surge prístino entonces la inconducta de la accionada y el incumplimiento del deber de prevención, constituye otra razón de tipo objetivo que autoriza a justificar el despido dispuesto por la pretensora (art. 242 RCT), ya que por el contrario la sociedad demandada una vez que tomó conocimiento de la denuncia se limitó a apercibir o sancionar al señor G. O. y a trasladar a N. G. P.. a otra sucursal, conforme surge conteste de las testificales analizadas”.

En consecuencia, y tras valorar los rubros peticionados, en el fallo se resolvió admitir la indemnización por antigüedad y por omisión del preaviso, indemnización artículos 1 y 2 de la ley 25323, diferencias salariales, indemnización por daño moral e indemnización DNU 34/2019.

Asimismo, el magistrado condenó la accionada, a la realización de talleres y/o capacitaciones de visibilización y abordaje referidos a la violencia de género, conforme la normativa vigente, a los directivos y/o jefes de la división de Recursos Humanos de la Provincia de Córdoba, debiendo “acreditar debidamente dicho cumplimiento, dentro del plazo de ciento cincuenta (150) días de quedar firme la presente resolución, bajo apercibimiento de abonar una multa equivalente a cinco (5) jus por para día de retraso y por el término de treinta días, a favor de la accionante”.