Indemnizan a conviviente y sus hijos por accidente en tránsito de un trabajador

El hombre murió al ser embestido al salir de su lugar de tareas y el tribunal desestimó el planteo de la ART demandada, en cuanto a que no se dirigía a su hogar, hecho que no altera las características de la figura

La Sala 6ª de la Cámara del Trabajo de Córdoba admitió la demanda, en nombre propio y de sus dos hijos menores, planteada por quien fue la conviviente de un trabajador fallecido, al considerar que el siniestro de tránsito en que se produjo el deceso, fue un accidente in itinere, desechando la defensa de la demandada Prevención ART SA, que argumentaba que el causante no se dirigió a su hogar después del trabajo.

Gabriela Elizabeth Cortez reclamó la indemnización por fallecimiento de Rubén Darío Gordillo. Relató que desde el 19 de enero de 2017 éste se desempeñó en relación de dependencia con F. y G. Ingeniería SRL, contratado para realizar tareas de oficial, de lunes a viernes de 8 a 18.

Señaló que en abril del año indicado, mientras se dirigía desde el domicilio de la empresa hacia una dirección en barrio Parque Futura por el recorrido que realizaba a diario, en colectivo y luego a pie, al cruzar Armada Argentina al 3200 fue embestido por una motocicleta y dos automóviles más, ocasionándole traumatismos graves que terminaron con su muerte instantánea.

La demandada rechazó la demanda alegando que el siniestro no revistió la naturaleza de un accidente de trabajo.

Al resolver, el tribunal integrado por la jueza Nancy El Hay , tras evaluar la prueba oral, indicó que a pesar que ninguno de los asistentes ante el tribunal presenció el siniestro, éste ocurrió el 26/4/2017 y fue el que produjo los traumatismos que llevaron a la muerte de Gordillo, lo que surge de la instrumental ofrecida como prueba por ambas partes (Sumario Nº 1098/17 de la Unidad Judicial de Accidentología Vial).

A ello se agregó que el expediente remitido en copias autenticadas por la fiscalía de Instrucción actuante, detalla con precisión el lugar, hora y modo del episodio denunciado.

Asimismo, la magistrada valoró que en la testimonial rendida en la causa penal se advierte la concordancia de los extremos de la demanda en torno al episodio vial que le costó la vida de Gordillo, embestido por una moto y una camioneta, su localización, horario y oportunidad en que cruzaba la avenida antes mencionada.

El tribunal evaluó luego que la defensa de la demandada lució meramente genérica y que, ante la tragedia familiar ocasionada por el deceso del trabajador, debió mínimamente efectuar una defensa completa, concreta y eficaz, para luego probarla, lo que no realizó en el responde.

Proporcionalidad

En razón de lo apuntado, la Sala concluyó que ello motiva que se tenga por cierta la ocurrencia del siniestro en el recorrido del laborante desde el domicilio prestacional hacia el particular, lo que se condice con el tiempo transcurrido entre las 18, cuando culminaba su labor, hasta las 19.45 ó 19.50, cuando se produjo aquél, es decir a una hora y 45 ó 50 minutos, lo que guarda proporcionalidad temporal.

Por otra parte, El Hay consideró que ,en relación al hecho nuevo denunciado, ello denota el asentimiento de aquella situación, en cuanto relata que no se dirigía al domicilio particular, sino que salió desde calle Barlovento en dirección contraria a Sotovento 1950, es decir que solo cuestiona la llegada al hogar, no así que lo hiciera desde su lugar de trabajo.

Además, la vocal observó que como lo tiene dicho en numerosos precedentes la CSJN y el TSJ provincial, este último movimiento fuera del camino habitual, mantiene igualmente la ocasionalidad y no modifica el carácter de la contingencia.

Así las cosas, se valoró que con la perspectiva indicada y teniendo en especial consideración la previsión del artículo 9 Ley de Contrato de Trabajo (LCT), la extrema vulnerabilidad de la viuda y sus hijos menores, quienes también son víctimas del accidente aunque indirectas, ante la irreparable pérdida sufrida, concordante con definiciones y conceptos detallados en las 100 Reglas de Brasilia, entre otra normativa internacional que por cuestiones de género y edad (menores de 18 años), “es de aplicación obligatoria en nuestro derecho interno, detectado el daño -fallecimiento- y su nexo causal con el accidente in itinere denunciado, la pretensión es de recibo”.