Homicidio del fiscal paraguayo Marcelo Pecci: apuntan a un plan coordinado por la banda “PCC”, de Brasil

Los investigadores de Colombia creen que el asesinato del funcionario se concretó por un acuerdo entre grupos del crimen organizado latinoamericano y que los sicarios recibieron medio millón de dólares. Ya hay cinco personas detenidas y se sigue la pista de una sexta

Ya hay cinco personas detenidas por el asesinato del fiscal paraguayo Marcelo Pecci y los investigadores de la justicia de Colombia apuntan al accionar del crimen organizado latinoamericano.

El funcionario fue baleado el 10 de mayo pasado, durante su luna de miel, en el Caribe colombiano. Murió delante de su esposa, en una playa de la isla de Barú, a 45 minutos de Cartagena.

Actualmente, se sigue la pista de un sexto sospechoso, que se habría fugado a Venezuela.

El director de la Policía de Colombia, general Jorge Vargas -quien dirige la pesquisa con sus pares paraguayos-, informó que se trata de Gabriel Salinas y que se emitió una circular azul de Interpol para capturarlo.

La detención en Medellín de cinco involucrados, incluido el hombre que disparó tres veces contra el fiscal tras bajar de una moto de agua, es el paso previo para identificar a los autores intelectuales del homicidio.

Al respecto, Vargas precisó que todo indica que hubo un plan para asesinar a Pecci en Paraguay o “en cualquier país” por “un acuerdo entre organizaciones criminales internacionales”, todo coordinado con el Primer Comando de la Capital (PCC), de Brasil.

IAP

Cabe recordar que, a horas del hecho , la Asociación Internacional de Fiscales (IAP, por sus siglas en inglés) les exigió a las autoridades gubernamentales una mayor protección para los agentes que trabajan en pesquisas que involucran el accionar del crimen organizado.

Lo hizo por medio de un comunicado, en el que lamentó lo sucedido.

El fiscal antimafia Pecci era estimado en Paraguay y en el extranjero. Se especializó en casos relacionados con crimen organizado, narcotráfico, lavado de dinero y financiación del terrorismo.

La IAP es la única organización mundial de fiscales, autoridades y asociaciones. Abarca seis continentes y más de 175 jurisdicciones y representa a más de 200 mil agentes.

Apolítica y no gubernamental, goza de carácter consultivo especial ante el Consejo Económico y Social de las Naciones Unidas y defiende los derechos de los fiscales, lo que incluye su seguridad personal y la de sus familias.

Las normas para la protección y la seguridad de los procuradores de la IAP establecen que “los Estados adoptarán todas las medidas necesarias para garantizar que los fiscales y sus familias reciban por parte de las autoridades la protección de su integridad física cuando su seguridad personal se vea amenazada como resultado del correcto desempeño de sus funciones”. Además, instan a los Estados a proporcionarles toda la protección necesaria “en su domicilio o en sus viajes”, algo que aplicaba a Pecci.

Seguridad

El asesinato de Pecc i puso el foco en la seguridad de los fiscales y sus familias y la IAP hizo un nuevo llamado para que se revise la efectividad de las disposiciones actuales, se analice cómo pueden reforzarse y se haga “todo lo posible para garantizar los más altos niveles de protección”.

“Para que los fiscales puedan cumplir con éxito su mandato defendiendo el Estado de Derecho, llevando a los delincuentes ante la justicia y contribuyendo a que las comunidades sean seguras, ellos mismos deben ser adecuadamente protegidos en todo momento”, resaltó el grupo.

Magnicidio

A horas del magnicidio, en Cartagena, el general Vargas había adelantado que un sistema de crimen organizado trasnacional podría estar detrás del asesinato de Pecci. “Fue un magnicidio contra la justicia cometido por un sistema de crimen organizado transnacional con alta planeación e inversión de recursos”, declaró.

A la fecha, Paraguay es el principal productor de marihuana de la región y el mayor corredor de cocaína desde Bolivia a Europa.

La coca boliviana se mezcla allí con precursores químicos ilegales en otros países y se oculta en camiones y contenedores para ser transportada a África y Europa.

Según la secretaria antidrogas de Paraguay (Senad), son los principales puertos de destino Cabo Verde y Rotterdam.

Pecci era un actor relevante del sistema judicial paraguayo y tenía a su cargo casos resonantes por narcotráfico y lavado de dinero.

Una de sus pesquisas más importantes involucra al PCC de Brasil, uno de los grupos mafiosos más poderosos de Sudamérica.

DEA

Ayer, Vargas detalló que las policías paraguaya y colombiana siguen trabajando con la DEA estadounidense y no descartó que el crimen esté vinculado, a su vez, con terrorismo radical.

Cabe destacar que, entre otros expedientes, Pecci tramitaba uno que involucra a una estructura de Hezbolá.

Por lo pronto, durante la audiencia a la que comparecieron los detenidos Cristian Monsalve, Francisco Correa, Eiverson Zabaleta, Marisol Londoño y Wendre Still Scott trascendió que los sicarios recibieron al menos medio millón de dólares y que se guiaron, entre otras cosas, por la información que Pecci y su esposa publicaban en las redes sociales.

Salvo Correa, a quien la Fiscalía considera “articulador” del crimen, el resto de los imputados aceptó los cargos en su contra: homicidio agravado y portación ilegal de armas agravada.

Correa es un ex militar colombiano que tiene una condena por abuso sexual y pertenece a una estructura criminal llamada “Los Paisas”. Le encontraron una pistola 9 milímetros, dinero y comprobantes de pago.

La fiscalía asegura que las más de 200 pruebas colectadas hasta el momento -como 2.500 horas de video- dejaron a las defensas de los encartados -que fueron trasladados a Bogotá, al búnker de la Fiscalía General de la Nación- sin margen de maniobra.