Hermanas mayores podrán ejercer la tutela judicial de su hermana adolescente

Después de escuchar a la menor de edad en una entrevista, el magistrado concluyó que aceptar el planteo era la mejor solución en la causa. El tribunal corroboró que las solicitantes son idóneas para cumplir con el cometido y tienen la colaboración de sus otros consanguíneos

El Juzgado de Familia de 2ª Nominación de Córdoba admitió que dos hermanas mayores de una adolescente ejerzan su tutela, después de escucharlas y al no existir otros familiares en mejores condiciones para ejercer esa responsabilidad. Asimismo, el tribunal hizo un llamado de atención a los centros de salud para que no limiten los derechos de los niños y adolescentes, al observar que en la causa se negaron a darle a la menor el debido tratamiento médico porque no contaba con el trámite de tutela concluido.

En el caso comparecieron L. L. A. M. B. y M. L. A. M. y pidieron la tutela de su hermana menor, N. K. N. M. B. Relataron que son seis hermanos y que los padres fallecieron en Santiago del Estero en el año 2008 a causa de un accidente automovilístico. Agregaron que luego de ello vivieron en Córdoba hasta que las cuatro hermanas menores se trasladaron a vivir a Tartagal (Salta) junto al abuelo materno, E. R., quien fue nombrado tutor de L., P. y N. el 11 de abril de 2013.

Las peticionantes añadieron que en 2018 fallece el abuelo y, a raíz de esto, P. y N. regresan a Córdoba a vivir con sus hermanas L. y M., encontrándose desde ese momento bajo su cuidado.

Discapacidad

Las hermanas mayores relataron que N. K. cursa el segundo año en un IPEM y que padece una discapacidad motriz debiendo utilizar bastón canadiense, por lo que tiene que asistir a fisioterapia en forma constante.

Por otro lado, las requirentes manifestaron que una trabaja en una farmacia algunas horas, percibiendo una parte de su sueldo de manera registrada y otra "en negro", en tanto la otra trabaja de manera no registrada en un kiosco, señalando que así, con ambos ingresos, pueden vivir modestamente y cubrir las necesidades de todo el grupo familiar. Expresaron que habitan en una casa que era de la abuela paterna, que al fallecer quedó para ellas y agregaron que ninguna de ellas se encuentran comprendidas en ninguno de los presupuestos establecidos en el artículo 110 del Código Civil y Comercial, para ejercer el cargo que solicitan y que tampoco tienen antecedentes penales.

Finalmente, las solicitantes señalaron que tienen contacto con miembros de la familia paterna extensa, pero que ninguno quiere asumir la tutela de en debate

Al resolver, el juez Eugenio Tavip indicó que resultó esclarecedora la entrevista personal que mantuvo junto a la representante complementaria y las profesionales psicóloga y trabajadora social, con la adolescente, pudiendo verificar los cuidados que las hermanas mayores le brindan, cumpliendo acabadamente con sus necesidades cotidianas, siendo referentes afectivas y de contención en su vida.

Colaboración

El magistrado expresó que pudo corroborar que en esta tarea también colaboran de manera efectiva sus cuatro hermanos, por lo que se puede señalar que existe un entramado familiar fraterno que ha podido dar respuesta adecuada a las necesidades de la adolescente, lo que debe especialmente acentuarse.

El tribunal agregó que si bien las peticionantes son quienes conviven y desarrollan de manera efectiva los cuidados cotidianos, todos los hermanos han asumido determinadas tareas de manera mancomunada.

Con relación a las condiciones personales de L. y M. y de los dichos de la adolescente, se estimó que se encuentra verificada su idoneidad, la que también surgió manera expresa en la audiencia antes referida.

Por lo expuesto, el juez sostuvo que L. L. A. M. B. y M. L. A. M. se encuentran plenamente capacitadas para desempeñarse adecuadamente como tutoras de N. K. N. M. B., remarcando que no existe una mejor solución para la adolescente.

Rehabilitación

Finalmente, el juez observó que existe un aspecto que no puede pasar por alto en su resolución, de la que tomó conocimiento en la entrevista en cuestión. En tal sentido, recordó que la adolescente tiene una marcada discapacidad motriz que implica su atención médica y de rehabilitación de manera sostenida. Además, advirtió de que, de acuerdo con ciertas prescripciones, debería realizarse de manera urgente una intervención quirúrgica que presuntamente mejorará su calidad de vida.

Sin embargo, advirtió asimismo de que muchos de estos tratamientos no se han llevado delante de manera constante desde que la menor llegó a Córdoba, ya que en los centros de salud públicos a los que fue llevada, les requerían a las hermanas que acreditaran que tenían la tutela otorgada y que ante ello no recibió la atención necesaria, pese a que en el mismo momento de iniciada la presente acción fue otorgada a las peticionantes una autorización para realizar todos los trámites legales necesarios, durante la tramitación del proceso judicial.

Ante ello, el juez ordenó oficiar al Ministerio de Salud de la Provincia de Córdoba y a la Secretaría de Salud de la Municipalidad de Córdoba a los efectos que tomen conocimiento de lo referido, instándolos a que en el futuro eviten conductas como la referida para evitar así conculcar los derechos de los niños y adolescentes.