El juicio que se le sigue al cura Julio César Grassi por abuso de menores continuará el lunes, luego de haberse suspendido ayer al mediodía. Las expectativas de que el imputado declarara se desvanecieron cuando confirmó que no iba a hablar porque “no se completaron las acusaciones”. Ayer, el proceso continuó con la declaración del tercer perito santacruceño, el psiquiatra Sergio Bonotto, luego que depusieran otros dos especialistas, quienes reafirmaron los resultados de la pericia psicológica que le efectuaron al sacerdote hace tres años.
En aquella se sostuvo que el cura tiene perfil de delincuente sexual, que no puede controlar su impulsividad y que posee una estructura narcisista patológica. Los tres peritos del Cuerpo Médico Forense de la Provincia de Santa Cruz evaluaron a Grassi en 2005, en la causa que se tramita en la localidad de El Calafate, donde el religioso está procesado por dos hechos de abuso contra el testigo Luis.
Para el cura, los estudios simplemente afirman que tiene “un parecido estadístico con un perfil de abusador”. No obstante, el abogado de la querella Juan Pablo Gallego consideró que la pericia psiquiátrica “es un elemento definitivo” y que el religioso “ya no puede hacer nada para modificar su situación procesal”, añadiendo que los peritos dicen que cuando se le realizaron las pericias, parecía que él los estuviera peritando a ellos”.