Fijan el “dólar bolsa” como el apropiado para cancelar deuda de una garantía hipotecaria

El fallo ratificó que la operatoria que establecieron las partes en caso de restricción cambiaria se asemeja a lo que actualmente se denomina dólar Mercado Electrónico de Pagos o MEP

En un contrato de mutuo con garantía hipotecaria pactado en dólares estadounidenses , en el que las partes previeron la posibilidad de que después de su firma surgieran restricciones cambiarias que imposibilitaran la cancelación en dicha moneda extranjera, como también mecanismos para determinar cuál sería la cotización a utilizar para cumplir el acuerdo, la Cámara 8ª Civil y Comercial de Córdoba rechazó el recurso de apelación interpuesto por la parte demandada y ratificó que el denominado dólar Mercado Electrónico de Pagos (MEP) o “dólar bolsa” es el que más se asemeja a la operatoria que fue acordada al momento de contratar.

A su turno, el tribunal integrado por los vocales Gabriela Eslava y Héctor Liendo indicó que, según el contrato celebrado entre las partes, se previó la posibilidad de que existan restricciones cambiarias como las actualmente vigentes, de acuerdo con la reglamentación nacional que dificulta la adquisición de la moneda extranjera, que fue pactada.

Condiciones

Los jueces apuntaron que las condiciones de la contratación en ese entonces, que establecieron un dólar relacionado con la Bolsa de Comercio de la ciudad de Buenos Aires, dan la pauta de que el “dólar bolsa” o “dólar MEP” es efectivamente el que más se asemeja al que tuvieron en cuenta las partes al momento de contratar y, por lo tanto, resulta ser una clara pauta interpretativa a los fines de integrar el contrato frente al vacío en concreto.

Asimismo, la cámara consideró que, a la fecha de la contratación, se conocía perfectamente la posibilidad de restricciones pero no estaba vigente el dólar MEP, por lo cual consideró que las partes no pudieron preverlo pero sí hicieron concretamente referencia al “valor de compra en la Bolsa de Comercio de Buenos Aires”.

De lo expuesto, se derivó que de todas las múltiples cotizaciones vigentes, entre ellas el MEP o bolsa, es el que más se asemeja a lo que las partes pretendieron acordar, puesto que es el tipo de cambio que opera en los mercados de capitales.

Integración

En razón de ello, la alzada concluyó compartiendo lo expuesto por el juez a quo respecto a que, al acudir a la integración como método interpretativo del contrato celebrado entre las partes, es el valor del dólar MEP el que se acerca a lo pactado, no siendo aplicable al supuesto puntual de autos la doctrina de este tribunal que señalaba la recurrente.

A su vez, los camaristas aclararon que no pueden desconocerse las grietas existentes entre la actual cotización del dólar en el mercado oficial y las demás equivalencias cambiarias, también presentes en nuestra economía, como lo son el llamado “dólar bolsa o MEP”, “dólar contado con liquidación”, “dólar tarjeta”, etcétera.

Así, el fallo consideró que, dentro de las posibilidades legales y reguladas que existen en el mercado económico cambiario actual, la cotización del denominado dólar MEP “resulta la más adecuada y real, toda vez que es una forma legal de obtener divisas a través de la compra de bonos que cotizan en pesos y su posterior venta en dólares”.

A su vez, la decisión relacionó que esta solución deviene en la más adecuada a la realidad circundante; máxime, si se tiene en cuenta, tal como lo señala parte mayoritaria de la doctrina, que, al existir una brecha sensible entre el dólar oficial y otras cotizaciones resultantes de mercados paralelos, la pretensión de pago por medio de la cotización oficial vulneraría el derecho de buena fe y el derecho constitucional de propiedad, lo que afectaría los derechos de identidad e integridad de pago.

En consecuencia, en el fallo se resolvió que correspondía rechazar el recurso de apelación interpuesto por la parte demandada y confirmar la decisión impugnada en todo cuanto dispone.

Costas

En cuanto a la imposición de costas, se ordenó que, teniendo en cuenta que el criterio sobre la cotización del dólar a los fines de cumplimentar el pago de una deuda en dicha moneda es una cuestión claramente opinable en la actualidad y objeto de variación por parte del propio tribunal en la presente resolución, se entendió que ambas partes tuvieron motivos para litigar, lo cual importa una justificación para su imposición por el orden causado.