Exención de costas por desistir de la apelación antes de expresar agravios

Para relevar de la obligación a la Municipalidad de Córdoba, en el fallo se utilizaron precedentes dictados por el Alto Cuerpo, reunificando el criterio a seguir en casos similares

Al advertir que el desistimiento del recurso de apelación decidido por la Municipalidad de Córdoba ocurrió antes de expresar agravios, la Sala Civil del Tribunal Superior de Justicia de Córdoba (TSJ), en uso de su función nomofiláctica y unificadora, revocó la resolución de la cámara a quo en cuanto imponer las costas al Palacio 6 de Julio y ordenó que no se regulen gastos causídicos, debido a que ninguna actividad le implicó al accionado el desistimiento efectuado. [privado]

El municipio planeó casación frente al pronunciamiento al amparo del inciso 3° del artículo 383 Código Procesal Civil y Comercial (CPCC), agraviándose al entender que no correspondía la imposición de costas, ya que el desistimiento se había planteado con anterioridad a la expresión de agravios, acompañando un precedente del Alto Cuerpo que avala su postura.

Al analizar el planteo, los vocales María Marta Cáceres de Bollati, Domingo Juan Sesin y Luis Eugenio Angulo Martín indicaron que el criterio jurídico que emerge del fallo que la accionante aportó en aval de la casación, (auto N° 312/15 in re: “Maretto Francisco c/ Buffa José y otro” - Ordinario - Recurso de casación”), y en el cual -agregó- se reiteraba la jurisprudencia que el TSJ ya había sentado en un precedente de algunos años atrás.

Los jueces relataron que en estos antecedentes se estableció que “no se puede hablar de ‘vencido’ en el recurso de apelación en trámite, pues al momento en que se corrió traslado para expresar agravios, el apelante desistió del recurso.

El TSJ aclaró que no medió ningún tipo de sustanciación del recurso en la alzada, por lo que no existieron siquiera actos de oposición para resistir el recurso.

Tramitación

En esa línea, se analizó que antes de expresar agravios -y de la contestación del traslado- se desistió del recurso, no pudiéndose “hablar de una tramitación en la alzada del mismo, pues ello nunca llegó a acontecer”.

Además, los vocales citaron que, de los precedentes señalados, “si bien es cierto que puede haberse resentido la dinámica de la causa, la contracara estará dada por los mayores costos que el recurrente deberá solventar por esta demora”, pero “no es posible, además, hacerle cargar con un gasto que en realidad no le llegó a ocasionar a la contraria al no existir contestación del traslado, pues antes de que se trabe la controversia en la alzada, se renunció a la instancia apelativa”.

Ello así, porque “ninguna actividad se desplegó con trascendencia como para entender como necesario la imposición de costas en esta segunda instancia totalmente inconclusa”.

Bajo esas premisas, el Alto Cuerpo observó que las costas en cuestión no se adecuan a la doctrina que surge de las consideraciones del fallo impugnado por la municipalidad.

Por lo expuesto, en el fallo se resolvió que correspondía hacer lugar al recurso de casación y revocar el auto interlocutorio, agregando que correspondía resolver la cuestión sin reenvío.