El jurista calificó como una “jugarreta” el fallo de la Corte Suprema que declaró inconstitucional la composición del Consejo de la Magistratura de la Nación. Criticó al poder político, cuestionó la opacidad de los concursos y se preguntó por qué el organismo cuenta con una planta de 1.500 empleados
El funcionamiento y la nueva integración del Consejo de la Magistratura de la Nación sigue motivando debates, discusiones y planteos en la Justicia. El fallo de la Corte Suprema que declaró inconstitucional su composición dejó expuesta la falta de voluntad política para debatir un proyecto serio que permita transparentar y mejorar el funcionamiento del organismo. El debate se parcializó y se circunscribió a la cantidad de miembros que lo integrarán y quién lo presidirá. Poco se dijo, en cambio, respecto de la opacidad de los concursos que se realizan, la demora que tienen los procesos de selección o la ineficacia para llevar adelante la destitución de magistrados sospechados.
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