Establecen que cada uno pague lo que debe por una deuda en dólares

El tribunal debió dilucidar la responsabilidad que le cabía a cada uno de los involucrados y concluyó que, al no existir solidaridad ni pactada ni legal, lo correcto era que abonaran en la proporción en que se comprometieron

Al observar que las partes no pactaron la solidaridad de la deuda que contrajeron los demandados ni que ello surja de norma alguna, la Cámara 8ª Civil y Comercial de Córdoba resolvió que la deuda sea dividida en la suma que cada deudor se había comprometido en el título de la deuda. Asimismo, utilizando las facultades dadas a los jueces por el Código Civil y Comercial (CCyC), el fallo redujo los intereses convenidos por considerarlos excesivos .

El tribunal integrado por los vocales Gabriela Eslava y Héctor Liendo indicó que los demandados se agraviaron por el hecho de que se hubiera condenado a todos los demandados al pago del total de la suma adeudada (US$260.000), más los intereses.

Al respecto, la alzada sostuvo que le asistía razón a los apelantes “pues en autos nos encontramos ante una obligación de entregar moneda extranjera -lo que resulta sin duda alguna un objeto divisible- asumida por una pluralidad de deudores -cinco obligados- y no se ha pactado solidaridad ni nos encontramos ante ningún supuesto de solidaridad legal, lo que implica que la obligación reclamada consiste en una obligación simplemente mancomunada en la que la deuda se fracciona en tantas relaciones particulares independientes entre sí como acreedores o deudores haya. Las cuotas respectivas se consideran deudas o créditos distintos los unos de los otros” (artículo 825, CCyC).

La demanda indicó que por contar con un objeto divisible, en el caso existen cinco obligaciones independientes entre sí, una en cabeza de cada uno de los deudores, y cada uno de ellos responde por una fracción de la deuda, conforme el título constitutivo, por lo que el acreedor sólo puede reclamar una parte limitada de la deuda a cada deudor.

Así las cosas, el tribunal consideró que del total al que fue condenado a pagar al actor, los deudores deben las siguientes fracciones: los señores A. C. A. y A. S. C., la suma de US$65.000 cada uno; y los señores Y. B., C. G. B. y G. J. B., la suma de US$43.333,33 cada uno.

En consecuencia, en el fallo se resolvió que es procedente el agravio, debiendo condenarse a los demandados conforme la fracción que le corresponde a cada uno de ellos sobre el saldo reclamado.

Onerosidad

Luego, el tribunal analizó que se agravia el apelante por la excesiva onerosidad de los intereses y solicita se apliquen intereses de entre 6% y 8% anual, comprensivos de moratorios y punitorios.

De ello se consideró que cabía hacer lugar parcialmente a la pretensión porque se estimó que, efectivamente, una tasa de interés anual de 12% en dólares resulta abultada, aun tratándose de un interés punitorio.

En ese sentido, la cámara destacó que el artículo 771, CCyC, reza: “Los jueces pueden reducir los intereses cuando la tasa fijada o el resultado que provoque la capitalización de intereses exceda, sin justificación y desproporcionadamente, el costo medio del dinero para deudores y operaciones similares en el lugar donde se contrajo la obligación”.

En esa dirección, se derivó que la norma establece expresamente el parámetro al que debe estar atento el juzgador: el costo medio del dinero para deudores y operaciones similares en el lugar donde se contrajo la obligación, y se agregó que “el gran inconveniente es que actualmente no existe un claro mercado de dólares que permita advertir del costo en cuestión, al indicar que existen pocas operaciones que puedan ser tenidas como referencia para advertir dicho costo”.

Criterio

En ese marco, indicó el tribunal de apelaciones que no existe un claro elemento que permita “apartarnos del criterio mayoritariamente sostenido en la jurisprudencia y tomado por este tribunal de entender que el costo anual del dólar estadounidense, referido a un interés puro de tipo moratorio, ronda entre el 6% y el 8% anual”.

Por lo expuesto, los vocales entendieron que en autos se pactaron intereses punitorios; esto es, una sanción acordada entre las partes a los fines de prevenir el incumplimiento y prefijar los daños para el supuesto de que aquél acaezca, claramente la tasa de interés debe contar con un plus por encima del mero costo real del dinero, derivando que la tasa de 0,033% diario pactado -lo cual da 12,045% anual-, excede injustificadamente los fines señalados.

En consecuencia, en el fallo se resolvió como justo y equitativo fijar en los presentes una tasa de interés de 10% anual, de modo que, tomando el máximo valor posible de la divisa (8% anual), la tasa quede elevada sólo en 2% anual, lo que se advierte como razonable y suficiente a fines de prevenir el incumplimiento y reparar los daños causados.