El recibo por el pago de honorarios inhibe de efectuar una regulación

La decisión del tribunal concluyó que la abogada reclamante ya había percibido el monto total de los estipendios convenidos por sus tareas en una declaratoria de herederos

Al validar que las herederas presentaron un recibo firmado por la abogada, por el cual le abonaban los honorarios por las tareas realizadas en la declaratoria de herederos, etapa en la cual finalizó su actividad, la Cámara 7ª en lo Civil y Comercial de Córdoba rechazó la apelación presentada por la letrada, validando la negativa a regulación de honorarios realizada por el juzgado de primera instancia.

El tribunal integrado por los vocales María Rosa Molina de Caminal, Rubén Atilio Remigio y Jorge Miguel Flores indicó que la abogada Claudia Fabiana Di Martino cuestionó la negativa formulada por el a quo al pedido de regulación de honorarios efectuado a las herederas Luisa Luciani y Myriam Funes.

Del examen de las constancias de autos, la cámara derivó que el recibo de fecha posterior a la conclusión de una etapa relevante dentro del proceso sucesorio, como es el dictado del auto de declaratoria de herederos, resultó cancelatorio de la totalidad de los honorarios adeudados por sus labores en el pleito; máxime, si se repara en que no existieron tareas profesionales realizadas por ella con posterioridad al dictado del auto de declaratoria vinculadas a la prosecución de las etapas procesales correspondientes y en la claridad del recibo por honorarios expedido por la letrada.

De modo tal, la alzada precisó que siendo que el recibo constituye el modo normal de acreditar el pago de obligaciones de dar sumas de dinero, “resulta claro que el pago comprende el saldo total u honorarios futuros, y por ello debe considerarse cancelatorio”.

Marco

Dentro de este marco, el fallo resaltó que la profesional reclamante ha realizado tareas como letrada patrocinante de los herederos hasta el dictado del auto de declaratoria, no registrándose con posterioridad acto procesal alguno realizado por dicha letrada, por lo cual debe inferirse que su labor concluyó con la mencionada resolución.

Asimismo, los vocales consideraron que no obsta la suerte del recurso el hecho de que la impugnante no haya manifestado en el recibo que el pago fue cancelatorio, como tampoco la denuncia de bienes formulada con posterioridad, ya que, como se dijo, aceptó que la compensación por su tarea realizada en la presente -que concluyó con el auto de declaratoria de herederos- se encuentra saldada.

En definitiva, el tribunal concluyó que la pretensión regulatoria se enfrenta con la conducta anterior de la letrada, jurídicamente relevante y eficaz, exteriorizada en el recibo y del principio de buena fe que impone desestimar pretensiones contradictorias respecto de conductas anteriores, y que entronca también con el principio que impide el ejercicio abusivo de los derechos.